El Gobierno argentino insistió este viernes con su reclamo al Fondo Monetario Internacional (FMI) para que flexibilice la ayuda económica que dará a los países del mundo por la
pandemia del coronavirus.
Fue el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien se lo pidió a la directora del Fondo,Kristalina Georgieva, durante una reunión virtual en la que también participaron ministros de finanzas y presidentes de bancos centrales de América Latina, EE.UU y Canadá.
“Es muy importante encontrar urgentemente un mecanismo para que los Derechos Especiales de Giro (DEG) nuevos puedan ser reasignados a los países que los necesiten, incluyendo no solo a las economías de bajos ingresos, sino también a las economías de ingresos medios”, dijo Guzmán durante su exposición.
El Directorio del FMI aprobaría en junio la emisión del equivalente a unos US$ 650.000 millones en su moneda (DEG), que es una canasta de los principales tipos de cambio del mundo (dólar, euro y yen).
Guzmán durante su exposición ante Kristalina Georgieva y ministros de finanzas y presidentes de bancos centrales. Foto: Prensa Economía.
Cada país miembro recibirá una porción. Argentina espera unos US$ 4.354 millones que destinaría a pagar la deuda con el FMI este año.
En el reparto de estas reservas adicionales los países avanzados, que son lo de mayor participación en la cuota del FMI y además tienen costos financieros muy bajos a tasas cercanas a cero, los mismos se llevarán una mayor proporción de reservas.
Las economías de ingresos medios “concentran alrededor del 65% de la población del mundo que se encuentra en situación de pobreza. Por lo tanto, las economías de ingresos medios también necesitan urgentemente más liquidez”, subrayó Guzmán.
Además, y al dar cuenta de las prioridades en medio de la pandemia de coronavirus, dijo que en los países de ingresos medios una cuestión central “es el tema de la política de límites de acceso y recargos del FMI”.
Guzmán y Georgieva durante la reunión que mantuvieron en Washington el mes pasado. Foto: Prensa Economía.
Sostuvo Guzmán que los sobrecargos que el FMI aplica, “en lugar de atender la preocupación por el riesgo moral, están penalizando a los países que se encuentran en circunstancias más adversas, y tendrán un efecto en los países de ingresos medios que necesitarán un mayor acceso a los recursos del FMI”.
Y agregó: “Es importante trabajar juntos de manera constructiva durante el 2021 para modificar esta política haciéndola más equitativa”.
Después de destacar la importancia de haber reestructurado la deuda con los acreedores privados, Guzmán remarcó que ahora el objetivo es “lograr un nuevo programa que reemplace el acuerdo stand-by anterior” con el FMI y así refinanciar los 45 mil millones de dólares.
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