Emilio Monzó: “Yo creo que Rodríguez Larreta, Vidal y Lousteau son buenos candidatos a presidentes”

─¿Tiene hablado con los actores de Juntos por el Cambio su candidatura en la Provincia?

─Sí, lo tengo hablado. Tengo mucho trato con Horacio Rodríguez Larreta, con

href=”https://www.clarin.com/politica/lousteau-poder-gustan-paso-_0_dgUqT3Lxj.html”>Martín Lousteau, con muchos actores; la propia María Eugenia Vidal, Diego Santilli, Cristian Ritondo. La verdad que es una cosa natural, casi ni se habla.

─¿Pero usted se siente representado por Juntos por el Cambio? Porque no participa de ningún encuentro partidario.

─Porque no tengo ningún lugar formal. Me siento representado porque es muy heterogéneo, y me siento representado por generar una alternativa política mejor al gobierno actual.

─Siempre hizo hincapié en la moderación y en dirigentes como Rodríguez Larreta o Lousteau, con la idea de repeler los extremos. ¿Cómo se hace con la grieta actual?

─No ha cambiado nada. Está claro quienes tenemos una manera de hacer política mucho más de centro, buscando el diálogo, y hay otras posiciones que tienden a jugar a los extremos que la verdad que es un fenómeno no solo argentino, sino mundial. Esa jugada desde los extremos reditúa electoralmente producto de la incertidumbre de la sociedad. Tiene mucha más certeza quien se coloca en ese lugar a quién tiene a establecer un diálogo y a tener matices. Creo que han crecido mucho más los actores que predican la moderación que los que predican el extremo. Nunca voy a claudicar. Sí creo que hoy el espacio tiene más actores con esa actitud. Agrego a Vidal, que la he escuchado últimamente…

─Pero hace rato que no habla…

─La semana que viene presenta el libro. La conozco, creo que va a tomar una decisión política de trabajar en el lado de los moderados, del consenso y el diálogo.

─Pero también han crecido mucho los más duros, como Mauricio Macri y Patricia Bullrich, y el ex presidente pareciera que hoy lidera JXC.

─Pero en la opinión pública, porque tienen mucha más atracción en los medios y en las redes las posiciones extremas. Por supuesto que la preponderancia de Mauricio Macri es natural por haber sido un ex presidente. Esos discursos, desde el marketing, son muy efectivos, pero a la hora de gestionar cuesta mucho transformar la realidad. El tacticismo, la campaña y el marketing se han comido a los gobiernos. Hoy en los gobiernos ya no existe la estrategia, este mismo gobierno sigue haciendo campaña, como el gobierno anterior.

─En ese escenario, ¿lo ve incómodo a Rodríguez Larreta, tensionado por los extremos?

─No, no lo veo incómodo. Es el momento para hacer un esfuerzo y para poner mucha voluntad hacia buscar el encuentro con el otro. Nosotros tenemos que buscar al estadista, y el estadista está en el centro. Rodríguez Larreta está convencido, Lousteau está convencido, Vidal está convencida y yo estoy convencido.

─Habla de acuerdos, y el pasado 24 de marzo Cristina Kirchner pidió, por ejemplo, hacer un acuerdo entre el oficialismo y la oposición.

─Yo estoy de acuerdo, pero no estoy de acuerdo en anunciar previamente los temas de un acuerdo. Tenemos que volver a la reunión reservada, si no termina siendo un marketing político. Todos los acuerdos tienen momentos previos de reserva. Una vez que entró en los medios y en las redes seguramente va a ser imposible lograr ese objetivo.

─¿Su objetivo electoral de este año apunta a ser gobernador en el 2023?

─Falta muchísimo para eso. Me voy a preparar para ser gobernador, pero no depende de mí.

Monzó apunta a la gobernación de la provincia en 2023, pero dice que no depende de él. Foto Constanza Niscovolos.

─Ya que hablamos de la provincia, ¿cómo califica los cuatro años de Vidal como gobernadora?

─Hizo lo que pudo con el sistema. Creo que hoy, si fuera por una segunda vuelta, no tengo ninguna duda de que viene a romper el sistema.

─¿Se amigó con ella?

─Primero me amigué conmigo mismo. Para poder amigarse con los otros primero hay que amigarse con uno mismo. Son muchos años de mucha tensión. Yo terminé el 10 de diciembre, me vino muy bien este confinamiento, porque primero hice uno voluntario y después entré en el obligatorio. Me vino muy bien para curarme. A partir de ahí entras a pedir disculpas y te das cuenta con todas las personas que no actuaste bien.

─¿Y tuvo que pedir muchas disculpas?

─Sí, tuve que llamar a diez personas.

─¿Y esa lista la incluye a Vidal?

─Estuvimos hablando con ella y la verdad es que dimos vuelta la página.

─¿Usted cree que es la mejor candidata este año en la provincia de Buenos Aires?

─Lo tiene que decir ella.

─¿Y Santilli?

─También. Todos tienen buena imagen en la sociedad, si partimos de ahí son buenos candidatos.

─En esa lista de diez personas a las que le pidió disculpas, ¿lo incluye a Macri?

─No porque con Macri es otro tipo de relación. Le pedí disculpas a quién sentía que tenía que pedirle disculpas.

─¿Hace cuánto que no habla con Macri?

─No hablo desde noviembre del 2019, un mes antes de terminar el gobierno.

─¿Lo invitó a la presentación del libro? Porque fue uno de los pocos que no fue?

─No. Me parece que por la relación que tuvimos, antes que una invitación a un libro, nos merecemos una conversación personal.

─¿Y leyó su libro?

─No.

─¿Sigue creyendo que tanto Macri como Cristina Kirchner deben jubilarse, como dijo en su momento?

─Yo no dije la palabra jubilarse. Sigo diciendo exactamente lo mismo: creo que es un aporte importante para el país que los presidentes que terminaron mandato tengan una posición más magnánima de consejeros que ocupando candidaturas políticas permanentes. Jubilarse es que se vayan a la casa, todo lo contrario. Hoy los veo a ambos muy vigentes en la coyuntura. Quiero que sean los articuladores de los acuerdos políticos.

─Usted y otros dirigentes del PJ esperaban un gobierno de Alberto Fernández más de centro, ¿lo decepcionó que se haya corrido al extremo?

─Me decepciona Alberto como me decepcionó mi propio espacio cuando se corrió al extremo. Ese no es el camino. Alberto tenía una gran oportunidad, yo veía a un peronismo con cierta esperanza de que asuma una conducción más de centro. Hablo de gobernadores y de intendentes. Obviamente me desilusiona.

─¿Hace mucho que no habla con él?

─Hace mucho. Sería bueno volver a la vieja normalidad, a mí me gustaría el partido radical y el PJ que yo viví en otra época, en donde había diálogo entre los diferentes actores. Pero pasa lo mismo de un lado y del otro, se retroalimentan entre La Cámpora y los extremos del PRO, y se mantienen vigentes en el escenario político producto de esa retroalimentación.

─¿Y cómo se hace un acuerdo entonces?

Necesitamos de las elecciones de este año y la que viene. Necesitamos triunfar los actores que pregonamos el consenso y la moderación, y hasta ahora no ha ocurrido.

─La semana que viene, como dijo, Vidal presenta su libro, y empezó a trascender que tiene ganas de ser presidenta en el 2023. ¿La ve presidenciable?

─Si, totalmente. La veo bien, que llega en un momento de su vida…

─¿Qué explicación le encuentra a la popularidad de la ex gobernadora? No pudo reelegir en la Provincia y la gestión no dejó grandes transformaciones.

─Hay una explicación muy lógica, que es la primera, y es que quien te continúa no mejoró la situación que vos dejaste. Cristina no hubiera vuelto si Macri hubiera tenido una gestión que lograra la preferencia de la mayoría de los argentinos. Muchas veces el que viene es el que te pone en un lugar de revancha.

“Me vino muy bien este confinamiento, porque primero hice uno voluntario y después entré en el obligatorio”, dice Monzó. Foto Constanza Niscovolos.

─Pero a Axel Kicillof le quedan todavía más de dos años de gestión.

─No importa, pero seguro si el que te sucede descolla, la amnesia de la sociedad va a ser inmediata. Cuando esto no ocurre, la gente aspira al pasado, o alguien que le genera alguna esperanza. En Argentina tendemos a mirar para atrás, lamentablemente. Ese es un factor emocional y humano. Algo de eso tiene que haber en la vigencia de María Eugenia. El segundo punto es que para la gente es una persona que ha sido honesta y que ha hecho un esfuerzo por cambiar la provincia de Buenos Aires. Y es preparada. Esto no es menor. Con esos elementos la gente la ve como una figura con potencial para ser candidata a presidente.

─Escuchar a Monzó hablar bien de Vidal es extraño.

─Voy a ser sincero: yo le propuse a Macri que Vidal sea candidata a presidenta en el 2018. Fui el primero que le debo haber dicho eso. Fue en octubre del 2018.

─¿Aún con la enemistad que tenía con ella en ese momento?

─Sí señor. No me hablaba. Hoy mismo digo lo mismo: María Eugenia Vidal es una muy buena candidata a presidenta. Yo creo que Rodríguez Larreta, Vidal y Lousteau son buenos candidatos a presidentes de este espacio. Ojo, también lo pueden ser Bullrich o Alfredo Cornejo.

─Pero si tuviera que apostar unos pesos por alguno de ellos, ¿por quién lo haría?

─(Ríe) Hoy los cuido los pesos, los voy a jugar, pero más adelante.

Un bonaerense que quiere coterráneos en la Provincia

Emilio Monzó, el ex presidente de la Cámara de Diputados, retomó su diálogo con Vidal. Foto Constanza Niscovolos.

Para Emilio Monzó, Eduardo Duhalde “fue el último dirigente bonaerense con volumen político nacional“. Que el ex presidente de la Cámara baja ya se haya anotado como competidor en las legislativas de este año para buscar en todo caso en el 2023 la gobernación obedece a una lógica que, según él, debe imperar en territorio provincial: que los gobernadores vuelvan a ser coterráneos.

“Los bonaerenses, desde 1860, venimos votando al presidente de la Nación como si gobernara la provincia de Buenos Aires, no sabemos quién es el gobernador”, se queja el ex diputado. Fue uno los debates que se planteó hacia fines del 2018 en el seno del macrismo bonaerense: la posibilidad de que María Eugenia Vidal, por entonces enemiga pública de Monzó, desdoblara los comicios y buscara la reelección desatada a la suerte de Mauricio Macri.

Monzó, de todos modos, va más allá: dice que hay que reformar la Legislatura provincial y que pase a ser “unicameral”, aún cuando eso sea ir a contramano de todo el sistema político de la Provincia. Sistema del que, hasta ahora, el propio ex titular de la Cámara baja forma parte. “Sí, yo también, pero no va más! Hay que descentralizar los recursos. Hay 50% de pobres en el Gran Buenos Aires“, se sincera. Pide incluso dividir no solo La Matanza, el distrito más populoso del conurbano, si no también municipios como Merlo o Lomas de Zamora.

“Estamos en un punto límite, el COVID es un antes y un después. Fracasamos todos. Hace 30 años que hago política, y hago un esfuerzo desde mi lugar. Si me toca ser gobernador, el primer día propongo una reforma de la Constitución”, se anima sentado en el enorme living de su departamento de la calle Montevideo, en el Retiro porteño. El mismo lugar donde Elisa Carrió y Macri terminaron de sellar su alianza política, en el verano del 2015.

Si bien ya avisó de su ambición electoral, el ex intendente de Carlos Tejedor la tiene difícil. Las encuestas no lo favorecen. En particular, porque siempre se movió con mucha más comodidad detrás de escena. Como armador. En la rosca, como suele decir y reivindicar. La última vez que compitió como candidato de peso fue en su municipio, en el 2003, hace 18 años. No había Tik Tok ni redes sociales. Todavía no se acostumbra, a pesar, por ejemplo, del fanatismo de sus hijas por esas plataformas.

Para colmo, el maleficio de los porteños que cruzan la avenida General Paz, mal que le pese, sigue a la orden del día. No solo por Vidal, que aún debe definir su futuro inmediato: hace meses que asoma Diego Santilli, delegado de Horacio Rodríguez Larreta. La tómbola de posibles postulantes en territorio bonaerense -incluye además a Jorge Macri y a los radicales- todavía no tiene ganador. Y está que arde. Hace algunos días, por ejemplo, el intendente de Vicente López apuntó directo al ex diputado. Dijo que no es parte de JXC. Le salieron a contestar todos los integrantes del monzoismo.

A Monzó, que durante cuatro años casi que no pisó la Provincia por su enfrentamiento con el vidalismo, la intrusión porteña le molesta: “Molesta, pero es una realidad, si sigue ocurriendo es por equivocación nuestra”. Si vuelve a pasar, abunda, es un nuevo fracaso de ellos mismos. Los bonaerenses.

Itinerario

Abogado egresado de la UBA, hijo de padre médico español y de madre docente, se afilió al PJ luego de militar en la Ucedé y fue intendente de Carlos Tejedor, su ciudad natal, del 2003 al 2007. Ex diputado por el Frente para la Victoria, trabajó en el gobierno bonaerense durante la gestión de Felipe Solá y se desempeñó como ministro de Asuntos Agrarios en la administración de Daniel Scioli en el conflicto por la 125, hasta que lo echó Néstor Kirchner. Después fue uno de los principales armadores políticos de la campaña de Mauricio Macri y presidió la Cámara baja en los cuatro años del gobierno de Cambiemos. Casado con Karen Sánchez y padre de 5 hijos, fundó en el 2020 la consultora Symfonia junto a Rogelio Frigerio y Nicolás Massot.

Al toque

─Un proyecto: Modernizar y hacer viable la Provincia.

─Un desafío: Terminar con la pobreza y la inflación.

─Un prócer: San Martín.

─Un líder: Nelson Mandela.

─Una sociedad que admire: La mendocina.

─Un recuerdo: La despedida de los diputados como presidente de la Cámara.

─Un sueño: Una Argentina próspera sin divisiones.

─Un placer: Viajar con mis hijos.

─Una comida: Asado.

─Una bebida: Agua.

─​Un libro: La Era del Cansancio, de Byung-Chul Han.

─Una película: Notting Hill.

─Una serie: Modern Family.

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