Miami – El expresidente Donald Trump, favorito para ser el candidato republicano a la Casa Blanca en 2024, se declaró ayer no culpable al comparecer ante un tribunal federal de Miami como imputado por haberse apropiado y gestionado de manera negligente secretos de Estado.
“Indudablemente nos declaramos ‘no culpable’…”, dijo Todd Blanche, el abogado de Trump.
Trump, que hoy cumple 77 años, llegó al tribunal, entre medidas de seguridad draconianas y el apoyo de cientos de sus partidarios.
“Es uno de los días más tristes en la historia de nuestro país. Somos una nación en declive”, afirmó Trump en su plataforma Truth Social mientras lo llevaban a la corte. Repitió que se considera víctima de una “caza de brujas” y calificó de “lunático” al fiscal Jack Smith.
La Fiscalía lo acusa de haber conservado en su residencia documentos confidenciales tras abandonar la Casa Blanca, en los que figuraba información secreta sobre armas nucleares de Estados Unidos y países aliados, además de eventuales vulnerabilidades.
Un juez federal le leyó los 37 cargos que le imputa, entre ellos los de retención ilegal de información relacionada con la seguridad nacional, obstrucción a la Justicia, ocultamiento y falso testimonio. Poco después el exmandatario abandonó el juzgado y viajó a Nueva Jersey.
Según una fuente judicial, Trump se debía someter al mismo procedimiento que el resto de los acusados, a los cuales se les toma las huellas dactilares y una foto. Sin embargo, en su caso la imagen no se hará pública.
Compañía
Un grupo de simpatizantes del expresidente se congregó en el exterior de la corte con banderas que rezaban “Trump 2024” y gorras rojas en las que se leía “Make America Great Again” (Hacé grande otra vez a Estados Unidos).
“No puedo creer que esté pasando por esto otra vez”, dijo Lázaro Ezenar. Se refería a los cargos penales por fraude contable presentados contra Trump en abril en el estado de Nueva York, a raíz de un pago realizado antes de las presidenciales de 2016 para silenciar a una actriz de películas pornográficas que dice haber sido su amante.
Esta es la primera vez que un expresidente estadounidense es inculpado a nivel federal.
En Estados Unidos una ley obliga a los presidentes a enviar todos sus correos electrónicos, cartas y otros documentos de trabajo a los Archivos Nacionales y otra prohíbe guardar secretos de Estado en lugares no autorizados e inseguros.
En enero de 2021, cuando se fue de la Casa Blanca rumbo a su mansión de Mar-a-Lago, en Florida, Trump se llevó decenas de cajas llenas de archivos.
Según el acta de acusación, esas cajas quedaron apiladas en el escenario de una sala de baile del complejo hotelero antes de ser transportadas hasta un depósito cerca de una pileta. Algunas llevaban la mención “Secreto. Defensa”.
En enero de 2022, tras recibir varias intimaciones de las autoridades judiciales, Trump decidió devolver cajas con unos 200 documentos clasificados. Convencidos de que no había entregado todo o que tenía indebidamente en su poder, varios agentes del FBI registraron Mar-a-Lago el 8 de agosto y se llevaron otra treintena de cajas con 11.000 documentos en su interior. De ahí y de las negativas falsas suyas y de sus abogados ante el FMI y el Departamento de Justicia, las acusaciones de obstrucción y de ocultamiento.
Trump considera este caso como una maniobra política de los demócratas para proscribirlo de la carrera presidencial (ver nota aparte).
Al cierre de esta edición hablaba para sus seguidores en Nueva Jersey, donde insistió en que es víctima de una “caza de brujas” y comparó el trato duro que le da la Justicia con el benigno que recibieron Joe Biden y Hillary Clinton también al comprobarse que habían retenido documentos de modo indebido.
Según especialistas la diferencia entre esos casos es el carácter sensible del material conservado por Trump y su resistencia a entregarlo a las autoridades.
El juicio penal por el caso abierto en Nueva York se celebrará probablemente a principios de 2024, en plena campaña por las primarias republicanas, en las que Trump es el gran favorito. Mientras, el vinculado a este caso no tiene una fecha estimada de inicio.
El exmandatario dijo que sus adversarios “están intentando a través de la Justicia lo que no pueden lograr en las urnas”.
Afirmó que lo persiguen “para ocultar la corrupción de Biden”. Los republicanos acusan a varios familiares del presidente, sobre todo a su hijo Hunter, de haber obtenido dinero de negocios turbios con empresas chinas y rumanas.
Fuente Ambito