La decisión anunciada por el presidente Luis Lacalle Pou de transformar el águila de bronce del Graf Spee en una paloma de la paz generó diversas reacciones a favor y en contra, al tratarse de un símbolo del nazismo, pero también de “una pieza histórica”.
Entre los que se manifestaron en contra aparece el senador Guido Manini Ríos, líder de Cabildo Abierto (CA), quien recordó que en 2017 le propuso al entonces ministro de Defensa Jorge Menéndez, “que el águila fuera agregada al museo del Graf Spee que hay en Sarandí del Yi y que para nada promueve al nazismo”.
Para Manini Ríos, mostrar el águila “constituiría un atractivo turístico” y beneficiaría a la localidad, descartando la idea de que eso promueva el nazismo. “Aún estamos a tiempo…”, sentenció el legislador por medio de sus redes sociales, quien dijo que presentará un proyecto de ley para impedir la destrucción del águila.
Por su parte, el docente de historia Diego Delgrossi consideró que la decisión de Lacalle Pou “es un desatino antihistórico, por no decir un disparate”. Señaló que el águila “es una pieza histórica, única en su género” y, en contra de las acusaciones por su origen, expresó: “Representa lo que representa y así debe ser conservada”.
Entre las voces a favor se anotó el actual ministro de Defensa, Javier García, quien consideró que se trata de “una pieza que representa lo inhumano y la barbarie nazi”, mientras también habló del “exterminio de millones de vidas, será transformada en un signo de paz entre personas y naciones”. “Para que del dolor surja una memoria eterna y nunca más suceda. Una decisión de gobierno meditada y el arte de Pablo Atchugarry, juntos, por la paz”, destacó García.
En la misma dirección se pronunció el senador nacionalista Sebastián Da Silva. “Sería una ofensa a muchos uruguayos que padecieron el Holocausto”, argumentó contra la posibilidad de exhibir la pieza en un museo. Y apuntó: “Esa águila era el símbolo de la muerte”.
La transformación del águila en un símbolo de paz
El águila de bronce del Graf Spee, que hoy está en propiedad definitiva del Estado de Uruguay, va a ser transformada en una paloma por el escultor Pablo Atchugarry, según anunció Lacalle Pou el pasado viernes, quien insistió en que el objetivo es demostrar que “somos una sociedad de paz”.
Se trata de un proyecto artístico importante que, en palabras del presidente, busca “transformar un símbolo de violencia y guerra en un símbolo de paz y unión”. Atchugarry trabajará de forma honoraria en la obra, que estaría finalizada en noviembre.
El águila es de bronce y tiene sus alas desplegadas y la esvástica nazi entre sus garras. Mide 2,8 metros de largo por 2 de alto, pesa 350 kilos y fue recuperada por rescatistas privados en 2006 del Río de la Plata. Allí participó de la batalla del 13 de diciembre de 1939 y, desde el 2022, tras un fallo de la Suprema Corte de Justicia, es propiedad del Estado.
Fuente Ambito