
San Pablo – El expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022) podría sufrir una inhabilitación de ocho años para participar de elecciones con el juicio que le iniciará a partir de hoy el Tribunal Superior Electoral (TSE) por haber abusado del poder del Estado para poner en duda, con “fake news” y sin pruebas, el sistema de votación brasileño ante autoridades extranjeras.
Bolsonaro tiene 16 procesos abiertos en la Justicia electoral por delitos cometidos en la última campaña para sacar ventajas en los comicios del año pasado, en los que su intento de reelección fue derrotado por el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El primero de ellos, con altas posibilidades de condena, según dijo una fuente de la Fiscalía de la Justicia electoral, tiene que ver con la denuncia realizada en el Palacio de la Alvorada, residencia presidencial, de que las urnas electrónicas no eran confiables.
Lo dijo al convocar a más de cien embajadores y diplomáticos extranjeros para realizar una supuesta denuncia de que todo el sistema electoral estaba en su contra, una acusación que según la Fiscalía significa un abuso de poder que afecta la credibilidad del Estado democrático de derecho.
En caso de condena, Bolsonaro podría volver a presentarse en las elecciones de 2030, con 75 años de edad, y se perdería las municipales de 2024 y 2028 y las presidenciales de 2026.
¿Resignación?
El propio Bolsonaro recientemente en un discurso en la sede del Partido Liberal dijo que debía esperar una condena, a la que califica de “injusta”.
Estos procesos marchan en paralelo a las causas abiertas en el Supremo Tribunal Federal (STF) por varias causas originadas en su gobierno y sobre todo la investigación por el intento de golpe de Estado contra Lula da Silva que sus seguidores perpetraron al asaltar las sedes de los poderes.
El tribunal electoral está integrado por los jueces Alexandre de Moraes (presidente y también juez del Supremo que sigue las causas contra Bolsonaro), Cármen Lúcia, Kassio Nunes Marques, Benedito Gonçalves, Raul Araújo Filho, André Ramos y Floriano de Azevedo.
El bolsonarismo espera que Nunes Marques, designado por Bolsonaro, pida un cuarto intermedio del proceso para poder postergarlo por 90 días.
En tanto, Benedito Goncalves, el relator del caso, ya dio señales de que está a favor de la inhabilitación del expresidente.
El proceso fue abierto por una denuncia del hoy oficialista Partido Democrático Laborista (PDT) del candidato presidencial Ciro Gomes.
El caso de Bolsonaro gira en torno, principalmente, del abuso de poder político e institucional para sacar ventajas electorales.
El Ministerio Público Electoral manifestó su respaldo al pedido de inhabilitación del expresidente debido a que observó irregularidades en los ataques realizados por el exjefe del Ejecutivo a las máquinas de votación electrónica durante la reunión con los embajadores.
De acuerdo con la ley electoral, el abuso de poder político se produce en situaciones en las que el imputado se aprovecha de su cargo y utiliza los bienes públicos para actuar con el fin de influir en el elector.
La falsa denuncia fue realizada, además, por las redes sociales oficiales y la televisión oficial.
La considerada segura condena de Bolsonaro en la Justicia electoral es vista por los analistas como una reducción de la tensión política, ya que la derecha y ultraderecha tendría otras opciones para 2026, como por ejemplo los gobernadores Tarcisio de Freitas (San Pablo) y Romeu Zema (Minas Gerais).
El presidente del Partido Liberal de Bolsonaro, Valdemar Costa Neto, aseguró que en caso de ser inhabilitado, el exmandatario será el “gran elector” de las municipales de 2024, trabajando para las candidaturas de la fuerza que es la primera minoría en la Cámara de Diputados.
Bolsonaro fue el primer presidente de la democracia brasileña en fracasar en lograr la reelección pero también el protagonista de la elección más disputada de la historia, ya que Lula da Silva le ganó en la segunda vuelta del 30 de octubre pasado por 50,9% a 49,1%.
Agencia Telam
Fuente Ambito