Los cierres de candidaturas electorales siempre contienen un grado de dramatismo e incertidumbre. Sin embargo, Unión por la Patria demostró una versatilidad inusitada para bajar las candidaturas de Daniel Scioli y Wado de Pedro por una lista de unidad encabezada por Sergio Massa. Sin embargo, existe un elemento fundamental para que la fórmula concentre los sectores del peronismo: Agustín Rossi.
Nacido en la localidad santafesina de Vera hace 63 años, el Chivo comenzó su trayectoria política a Rosario, donde se mudó de joven para estudiar -y posteriormente graduarse- de ingeniero civil. No fue sino después de la dictadura cívico-militar que pudo hacer manifiesta su pertenencia al peronismo, donde comenzó a militar en simultáneo con sus primeros años de ejercicio de la profesión.
Su actividad territorial le permitió ser considerado para el Consejo Deliberante rosarino, ganando una primera elección en 1987. Ocupó una banca hasta 1991 cuando, a partir de sus manifiestas diferencias con el menemismo, retomó un perfil bajo para abocarse al ámbito privado.
Sin embargo, la crisis del 2001 marcó a fuego su compromiso comunitario. La situación en el conglomerado urbano de Rosario precisaban extremos esfuerzos para encontrar una salida colectiva a la carencia económica y a la falta de infraestructura social. Así fue que Agustín Rossi, con 42 años, volvió a la militancia y fue nuevamente electo como concejal de la ciudad más poblada de la provincia de Santa Fe.
Su rol protagónico en el Concejo Deliberante convocaron la atención del flamante presidente, Néstor Kirchner, quien lo hizo parte del armado nacional del Frente para la Victoria, con quien volvió a ganar los comicios del 2005 para obtener una banca en la Cámara de Diputados de la Nación.
Fue elegido como el jefe del bloque de los legisladores del oficialismo. En ese marco, se configuró como una figura fundamental para la construcción de consensos de todos los sectores del peronismo federal, que permitieron avanzar con las reformas legislativas del nuevo gobierno: la nueva ley de Educación, la ley de biocombustibles, la reducción de miembros del Consejo de la Magistratura y la renovación de la Corte Suprema, entre otros proyectos.
Tras ser derrotado en la interna peronista para la gobernación de Santa Fe contra el dirigente Rafael Bielsa, volvió a ser electo en el 2009 y, en la nueva disposición del Congreso, su banca estaba ubicada justo al lado del entonces ex presidente Néstor Kirchner. Ambos tuvieron roles fundamentales en las sanciones de la ley del matrimonio igualitario y la ley de Medios.
En esos años de crecimiento del kirchnerismo, volvió a competir para ser gobernador santafesino en el 2011. Esta vez superó a Bielsa y a Omar Perotti (que en este momento era intendente de Rafaela) en las internas, pero quedó en tercer lugar en las generales con el 22,76% de los votos, detrás de Antonio Bonfatti (39,68%) y Miguel del Sel (36,08%).
Su actividad legislativa lo llevaron a ser considerado por Cristina Kirchner como ministro de Defensa, reemplazando al santacruceño Arturo Puricelli. Se mantuvo en el cargo hasta el 2015, cuando el triunfo electoral de Mauricio Macri cambió el panorama político nacional. A partir de entonces, Rossi sostuvo un doble rol: parlamentario del Mercosur y diputado nacional.
La valía de Agustín Rossi durante la gestión macrista fue especialmente reconocida por el peronismo en su actividad legislativa, dado que fueron pocos los diputados nacionales que sostuvieron una actitud reactiva a las reformas económicas y sociales que proponía el oficialismo.
Conservó el cargo hasta el 2019, cuando la asunción de Alberto Fernández lo terminó llevando nuevamente a encargarse del Ministerio de Defensa. Tuvo un rol activo durante la pandemia de coronavirus, organizando la actividad de las fuerzas armadas para tareas humanitarias en los territorios más afectados.
Sin embargo, en el 2021 volvió a intentar fortalecerse en territorio santafesino, donde participó en unas PASO encabezando la boleta de senadores nacionales. Allí fue superado por el candidato oficialista Marcelo Lewandowski en la interna: obtuvo 33,05% contra 66,94% de su adversario.
La gestión albertista volvió a convocarlo: primero, para ser interventor de la AFI; luego, como jefe de Gabinete, en reemplazo de Juan Manzur. Ese fue el cargo que mantuvo hasta el 2023, en donde sostuvo sus intereses presidenciales hasta este viernes: el premio fue ser el señalado por Alberto Fernández para el cargo de vicepresidente de la lista de unidad. El respaldo llegó de todos los sectores.
En sus defensas de gestión en el Congreso mostró capacidad de responder críticas. En sus spots, optimismo para el futuro nacional. La fórmula de Unión por la Patria lo precisará para ambas funciones en lo que resta de campaña.
Fuente Ambito