Bruselas – El eco de la violencia que estalló en los suburbios parisinos también resuena en el resto de Europa y, desde la vecina Bélgica hasta la más lejana Suiza, cientos de adolescentes manifiestan desde hace días un descontento generalizado, movidos por el deseo de reaccionar ante la discriminación en el nombre de Nahel, el joven de 17 años asesinado en Nanterre a manos de un policía.
El efecto contagio de las protestas comenzó a abrirse paso fuera de las fronteras francesas en la noche del jueves al viernes, cuando la ira estalló en pocos minutos en la zona sur del centro de Bruselas, la capital belga, entre la Gare du Midi y el barrio de Anneessens.
Disturbios, incendios de coches y actos vandálicos llevaron a la policía federal a intervenir con una movilización masiva que se saldó con casi un centenar de detenciones, en su mayoría de menores.
El escenario se repitió el fin de semana en la plaza Louise, cerca del Palacio de Justicia. Y el hilo rojo de la violencia se extendió aún más, alcanzando la simbólica Plaza de la República Francesa en Lieja, también en Bélgica.
Más de 160 medidas de detención administrativa fueron finalmente ordenadas por los agentes en el espacio de unos pocos días.
A más de 500 kilómetros más al sur, la fiebre de los disturbios que estallaron en Francia también llegó a la suiza Lausana. Cientos de jóvenes tomaron las calles del barrio de Flon, protagonizando actos de violencia urbana, saqueos y enfrentamientos con la policía suiza, que acudió al lugar con material antidisturbios.
Una revuelta que, señala el director del Centro de Historia del Derecho y de la Justicia de la Universidad de Lovaina, Xavier Rousseaux, presenta rasgos similares en toda la Unión y tienen su origen en la estigmatización social.
“Los investigadores -explicó el profesor al diario francófono Le Soir- notaron desde hace años un aumento de los controles por parte de las autoridades dirigidos a determinados sectores de la población” y “todo ello hace que se desarrolle en los jóvenes un sentimiento colectivo de no integración, que se refuerza con el tiempo”.
Incluso en Bélgica, señaló Rousseux, “existen este tipo de controles discriminatorios: yo, que soy blanco, nunca soy controlado por la policía y veo a gente a mi lado que es sistemáticamente controlada. Incluso chicos de 14 años”. Y, al final de la semana de protestas, el balance habla por sí solo: más de dos de cada tres detenidos son menores.
En ese contexto, el gobierno de Italia reveló que los agentes de seguridad vigilan el riesgo de “contagio” que llega desde más allá de los Alpes. Sin alarmismo, el Gobierno subraya la importancia de una gestión cuidadosa de los flujos migratorios y del claro contraste con la degradación para evitar que las periferias se conviertan en suburbios fuera de control.
Aquello que está pasando en Francia, sostiene el ministro deDefensa, Guido Crosetto, “es muy preocupante. Pero esto debe enseñarnos algo, porque creo que las desigualdades que surgieron en los últimos 20 años deben abordarse con seriedad. Creo que incluso Europa debe preguntarse la cuestión”.
Francia vive un estallido social desde la publicación del vídeo de la muerte de Nahel, que falleció el martes por un disparo a quemarropa de un agente durante un control de tráfico en Nanterre, cerca de París.
Uno de los incidentes más graves de estos días se produjo en una pequeña localidad de L’Haÿ les Roses, en los suburbios de París, donde un coche en llamas se estrelló ayer de madrugada contra la vivienda de su alcalde, Vincent Jeanbrun, del partido conservador Los Republicanos.
La conmoción provocada por el ataque relegó a un segundo plano el descenso de la violencia observado durante la noche del sábado al domingo en muchas ciudades de Francia y que parecía seguir su trayectoria descendente al cierre de esta edición.
Para tratar de contener la crisis, el presidente Emmanuel Macron se reunirá hoy con los presidentes de la Asamblea Nacional y del Senado, anunció un participante del encuentro celebrado el domingo por el jefe de Estado con varios de sus ministros. Mañana, Macron recibirá a los alcaldes de “más de 220 municipios” afectados por los disturbios y saqueos de los últimos días, agregó la misma fuente.
Fuente Ambito