El juez federal de Bahía Blanca Walter López Da Silva procesó al supuesto adiestrador canino y forense Marcos Herrero por falso testimonio agravado. Está acusado de haber plantado pruebas en la causa por la desaparición y muerte de Facundo Astudillo Castro, de 22. Las pericias de Herrero a lo largo de la causa habían servido de base para la querella para acusar al menos a cuatro policías de la Bonaerense que aún siguen imputados por el caso.
Al no haber sido apelado, el fallo de López Da Silva quedó firme. Cabe mencionar que se trata de una contradenuncia realizada por los agentes Alberto González, Mario Sosa, Jana Curuhinca y Siomara Flores sospechados de haber desaparecido y asesinado a Facundo, el joven que en plena cuarentena salió de su casa en Pedro Lauro hacia la ruta 3 para hacer dedo con su mochila con la idea de llegar a Bahía Blanca, donde se encontraba su ex novia.
El joven había desaparecido el 30 de abril. Su madre hizo la denuncia más de un mes después y finalmente, el cuerpo fue encontrado en agosto en un cangrejal en la ría de Bahía Blanca, en la parte final del estuario Cola de Ballena, de muy difícil acceso.
La resolución de López Da Silva fue emitida hace un par de semanas atrás y si bien la querella cree que podría dar un vuelco en la causa, por el momento no afectaría en lo medular al expediente. Es que sus pericias nunca fueron tomadas muy en serio por la justicia. De todas maneras, este magistrado ahora fue más allá y le adjudicó formalmente siete hechos de falso testimonio.
Entre otras cuestiones, Herrero había advertido que a través de su can, “Yatel”, se había encontrado sangre en dos patrulleros de la policía; además de rastros óseos durante un rastrillaje de la Ruta 3; un amuleto de Facundo en una comisaría y hasta había detectado la presencia del joven en ciertos sitios, a pesar de haber pasado un tiempo más que prudencial.
“Se tiene por probado que tales conductas estuvieron orientadas a empeorar la situación procesal de distintos miembros de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, a quienes las partes acusadoras del sumario original dirigieron imputación”, expresó el juez.
Por otro lado, la autopsia a los restos encontrados determinaron que el joven había muerto por “asfixia por sumersión». Así coincidieron los expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Otro caso similar
El supuesto perito también fue duramente cuestionado en Mendoza, en este caso en la zona de Potrerillos, por la desaparición de Viviana Luna. Es que una parte de un cráneo encontrado por los perros de Herrero correspondía a un varón y no a la víctima. Al cotejar el ADN con otros hallazgos del hombre, se estableció que coincidía con los restos de otro cuerpo, en este caso de Santa Cruz.
En Santa Cruz, también, Herrero y sus perros encontraron los presuntos dólares termosellados de la familia Kirchner, que luego terminaron siendo billetes de estanciero.
Fuente Tiempo Argentino