Las acciones del gobernador Gerardo Morales siguen motivando cruces con sectores sociales, culturales y también políticos. Esta semana apuntó directamente al universitario. Primero, amenazando con «expropiar» la sede de la UBA en Tilcara, y este miércoles le sumó el ingreso de policías sin identificación a la Universidad Nacional de Jujuy (UnJu) cuando sesionaba el Consejo Superior en medio de una oleada de persecución a manifestantes, con más de 40 pedidos de detención.
El que apuntó contra el mandatario provincial y precandidato a vice de Horacio Rodríguez Larreta fue el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, que este jueves por la tarde repudió la «ilegalidad de la intromisión en la Universidad Nacional de Jujuy» por parte de efectivos policiales de la provincia.
El funcionario además se reunió con el rector de esa casa de estudios para brindarle su apoyo: “La Constitución Nacional asegura la autarquía universitaria y la Ley de Educación Superior dice que la fuerza pública solo podrá entrar con expresa orden del juez competente», sostuvo Perczyk, junto al rector de la UNJu, Mario Bonillo, en un encuentro del que participó también el Secretario de Políticas Universitarias, Oscar Alpa.
“Nosotros defendemos los principios de autonomía y autogobierno que tienen las universidades nacionales y que garantizan tanto la Constitución como la Ley de Educación Superior y no podemos permitir que ocurra este tipo de hechos en Jujuy ni en ninguna universidad”, describió.
En un comunicado, la UNJu denunció que personal policial de la provincia de Jujuy ingresó al predio de la casa de altos estudios en momentos en los cuales se desarrollaba sesión ordinaria del consejo superior, órgano máximo de gobierno de esa institución.
Autonomía y libertad
Al momento que ingresaron los efectivos sin identificación, la comunidad académica, docentes y organizaciones estudiantiles estaban debatiendo el repudio a la Reforma de la Constitución. También avanzaban en el pedido para que la institución sea querellante ante la Justicia.
La universidad repudió el hecho: «Estas acciones violentan la autonomía universitaria y la libertad de cátedra. Los hechos revisten suma gravedad institucional y condicionan e interfieren en las posibilidades de diálogo para la generación de consensos y soluciones en momentos de alta sensibilidad y tensión social».
Iván Blacutt, docente y miembro de ADIUNJu, dialogó minutos después con Radio 2 sobre lo acontecido: “Estábamos en una sesión del Concejo Superior de la Universidad junto con docentes de ADINJu y alumnos de la universidad presentando un anteproyecto para declarar un órgano en repudio de la constitución y que se presenten como querellantes en las causas contra docentes y alumnos de la UNJu y que se expidan sobre toda la situación en la provincia. Habíamos tenido un debate muy enriquecedor, se pasó a un cuarto de comisión especial para el lunes, estábamos terminando y nos dimos vuelta y estaba entrando la policía y había grito de alumnos”.
Remarcó que estaban sin identificaciones, no había ninguna causa para estar ahí. «Ellos expresaron que les dijeron que alguien había llamado por una manifestación y que querían ver lo que pasaba. Es una nueva persecución a otro sector que se expresa en contra de la reforma»
Y concluyó: “Se retiraron porque este es un territorio nacional y federal, no pueden intervenir en ningún ámbito universitario. Entraron arbitrariamente y fueron echados por docentes y autoridades de la universidad. Claramente fue un amedrentamiento por lo que está accionando la universidad contra el gobierno de Morales».
Luego del hecho, al propio Iván Blacutt se lo llevó la policía jujeña, que lejos está de atenuar las acciones represivas contra la comunidad.
Fuente Tiempo Argentino