En búsqueda de conservar la hegemonía de 16 años del PRO en la ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri avanza con su campaña en la capital nacional.
El cargo de jefe de Gobierno porteño es tan codiciado por la dirigencia de Juntos por el Cambio que desde el inicio del 2023 provoca tensiones. Descartada la decena de candidaturas que habían asomado, quedó una férrea interna: Jorge Macri, representante del PRO (quien tuvo que superar incluso una interna de encuestas con el ministro de Salud Fernán Quirós), y Martín Lousteau, la propuesta del radicalismo que viene creciendo en intención de voto.
En la sucesión de cruces mediáticos y en acciones de campaña, el ex intendente de Vicente López volvió a referirse a la interna: “No sé por qué Lousteau insiste tanto con el debate”. Sin embargo, reiteró que su intención no es acrecentar las diferencias: “He hecho un gran esfuerzo por morderme la lengua y no hablar de Lousteau“.
A pesar de ello, remarcó que tiene experiencia en “gestión de ciudades y me siento orgulloso de eso” y comparó esa trayectoria con la del actual senador nacional: “Si le vas a dar un Fórmula 1 a alguien, es bueno que por lo menos haya manejado un F3“.
En la emisora Radio Con Vos, fue consultado también por la interna nacional: “Le pedí a los dos candidatos que me apoyen. Públicamente tengo que apoyar a los dos, aunque voy a votar a uno”. “Rodríguez Larreta fue claro con que me va a apoyar a mí“, señaló.
Posteriormente, apuntó que su “desafío es ser mejor que la gestión de Mauricio y Horacio juntas” y destacó que una de sus propuestas es “ordenar las manifestaciones, primero con diálogo y si hace falta con la Policía“. En cuanto a las movilizaciones en la Capital Federal, propuso “llevar el Ministerio de Desarrollo Social al Conurbano“.
En ese marco, se refirió a la agenda de educación que llevará adelante “Hay inequidad en la ciudad de Buenos Aires pero no es maldad del Estado sino por privados“. “Hay que encontrar calzar la oferta y la demanda y proteger la educación privada”, consideró y añadió que cree “en la educación de gestión privada y ese subsidio se tiene que sostener, también en la educación confesional”.
Fuente Ambito