
Los habituales mentideros políticos ardieron durante la semana, como sucedió con la ya tradicional mesa de La Raya, en Plaza San Martín donde, entre asados y achuras, entre otras cuestiones el debate se centró en “la prensa” que le hacen a Milei que, para muchos, lo único que logra es que cada vez se lo conozca más. “La virulencia de los ataques es mala, igual que las fake news. La gente termina preguntándose por qué lo atacan tanto…”, sostenía uno de los habitués, mientras otro consideraba que “hay que hablar de las propuestas propias, de lo que la gente espera. Ya vimos en las PASO, los resultados de ocuparse solo de criticar al adversario”, comentaban en la otra punta de la mesa; mientras un tercer grupo especulaba con la radicalización creciente de los movimientos sociales en la calle, y lo que se puede esperar esta semana, después de los últimos “megapiquetes”. Tampoco el oficialismo fue ajeno a los embates, aunque mucho más atemperados “Sergio está demasiado ocupado y, además, cree que es mejor que Cambiemos y los libertarios hagan lo suyo, sin perturbarlos”, se sonrió cáustico.
Lo cierto es que el ministro-candidato tampoco las tuvo todas consigo en los últimos días ya que, tanto los nuevos acuerdos de precios, como la decisión de bonos extra por dos meses (y a cuenta de futuras paritarias), dividieron las aguas y enfriaron el “romance” que Massa venía teniendo con una parte importante del empresariado. “fue una mala jugada de Massa con dineros ajenos, de los privados y de las provincias, y se le pararon de manos”, reconoció un asesor, también jaqueado por el congelamiento de la medicina prepaga por 3 meses, y de parte del transporte (aunque los subtes aumentaron), abriendo otro frente con las empresas. Ahora, se espera para ver que pasa finalmente con las tarifas de luz y gas, cuyas subas también podrían ser postergadas por ahora, a pesar de las “sugerencias” del Fondo, y especialmente con la inflación de agosto que puede venir con sorpresas.
Fuente Ambito






