el vasco. Joseba Usabiaga e Itziar Aizpuru en una escena del film.
Comedia amable y sentimental, “El vasco” desarrolla dos ideas argumentales bien eficaces. No lo hace a fondo, no aprovecha tanto como hubiera podido, pero igual resultan gracias al tono cordial que la envuelve. Una, es la del personaje harto de su tierra, que se manda a mudar al lugar más lejano posible solo para descubrir que allí aman lo que él desprecia. Eso le ocurre a Mikel, un joven vizcaíno abandonado por la novia y el buen tiempo, que decide aceptar la oferta de un tío segundo a quien conoce por Facebook, para irse a un pueblo perdido de la pampa gringa. Pero justo ahí no hay gringos sino hijos de vascos que idealizan su madre patria, cultivan amorosamente su lengua y sus tradiciones, y lo reciben entusiasmados. Para peor, su pariente es un absoluto charlatán. Pero ambos pueden cambiar, para bien.
La otra idea, más riesgosa, gira alrededor de una tía abuela muy venida a menos, y que gracias al muchacho recupera el habla y el gusto por la vida. El detalle es que tiene la memoria dañada. Cree que sigue en su pueblo natal, del que emigró hace 60 años, confunde al nieto con su hermano ya muerto, y desconoce a sus propios hijos. ¿Habrá que decirle la verdad, o hacer que todos los habitantes del lugar participen de su fantasía? Ya otras películas han jugado con esta situación incómoda, y ésta lo resuelve adecuadamente.
La comedia, ya se dijo, es amable y sentimental. Tocantes, el momento en que la viejita se suma al canto del joven y el gesto amable del hijo que lee a su madre la novela de Olaizola sobre el viaje de Elcano, hasta verla plácidamente dormida como una niña. Director, el casi debutante Jabi Elortegi. Elenco, Joseba Usabiaga, la octogenaria Itziar Aizpuru, de las notables “Orleak” y “Mientras dure la guerra”, Inés Efron, como la argentina simpática que le enseña al vasquito a disfrutar lo que le ofrece la vida, Eduardo Blanco y Laura Oliva. Rodaje en Bermeo, lindo pueblo de Vizcaya, Morrison y otras localidades de Córdoba y Mendoza, con participación de auténticos hijos de vascos que saben hablar en euskera, bailar y cantar como corresponde.
Fuente Ambito
