Personajes, ambientes lujosos, intrigas que solo podrá dilucidar una mente brillante y el típico humor inglés de los viejos tiempos.

DETECTIVE. Kenneth Branagh encarna nuevamente a Hercules Poirot, esta vez inmerso en la Venecia de 1947.
Se pasa el rato con la nueva película de Kenneth Branagh encarnando nuevamente al detective Hércules Poirot. Tal vez resulte algo molesta, o, más bien, muy molesta, para los fieles seguidores de Agatha Christie, porque se toma demasiadas libertades pero, como los fieles seguidores son cada vez menos, Kenneth Branagh se da el gusto.
En las películas anteriores, “Crimen en el Expreso Oriente” y “Muerte en el Nilo”, debió enfrentar la doble comparación con las novelas originales y con las superproducciones que sobre ellas se habían hecho en los ’70. Tanto esas novelas como las películas eran muy conocidas y apreciadas por el público. En cambio, ¿quién leyó “Haunting in Venice”, o vio una versión anterior de esa novela? Nadie, porque Agatha Christie nunca la escribió.
Lo que ahora vemos tomó apenas algunos elementos de una obrita menor, una de las últimas, que ella escribió allá por 1969, “Halloween Party”, ambientada en Woodleigh Common, que acá se conoció como “Las manzanas”. Branagh tomó de allí unas ideas, le agregó otras, de ella y de él mismo, las ambientó en la Venecia de 1947, e hizo su juego.
Con semejante libertad, el desafío, entonces, era ser fiel al espíritu de la escritora. Hablando de eso, en esta nueva historia entra a tallar el espiritismo. Poirot se ha propuesto desenmascarar a una médium. Pero no nos adelantemos. Además también tiene que resolver un asesinato y otros misterios circundantes.
Personajes, ambientes lujosos, intrigas que solo podrá dilucidar una mente brillante, y el típico humor inglés de los viejos tiempos, van de la mano con la tradición, y le rinden debido homenaje a doña Christie.
El detalle es que, en la misma película, Branagh también quiso ser fiel al espíritu del viejo cine inglés de terror, ese que hoy ya no asusta demasiado y se mira con deleite cómplice. Ahí puede haber algo discutible, porque el modo en que ella provocaba miedo era otro.
Hecha esta salvedad, solo cabe elogiar las actuaciones de todo el elenco, el palazzo veneciano creado en los estudios de Pinewood, el diseño de producción de John Paul Kelly, el ingenio de Michael Green, coguionista, para disimular infidelidades, y todo eso. Y ver cómo Poirot resuelve el misterio, como de costumbre.
“Cacería en Venecia” (Haunting in Venice, G.B., 2023); Dir.: K. Branagh; Int.: K. Branagh, T. Fey, M. Yeoh.
Fuente Ambito