“El Frente Jaime Martínez te espera” reza una publicación acompañada por un video publicado en TikTok que muestra unas botas, una cantimplora, ambientada con corridos mexicanos. Así es la nueva forma de reclutamiento del grupo guerrillero Jaime Martínez oriundo de Colombia.
El frente opera en el departamento del Cauca y responde al Estado Mayor Central (EMC), la mayor fracción de disidentes que rechazaron el acuerdo de paz de 2016 entre la extinta guerrilla FARC y el Gobierno colombiano. La nueva estrategia de reclutamiento comienza a preocupar a las autoridades ya que, según la Defensoría del Pueblo, los grupos armados reclutaron a 110 menores de edad en 2023 y este año ya van 23.
TikTok: el nexo de las guerrillas con los jóvenes
En un país atravesado por más de medio siglo de conflicto armado, las redes funcionan como un nexo para llevar mensajes a una población diezmada, sobre todo aquella que vive lejos de las grandes urbes. Según el balance más reciente de la autoridad estadística, la pobreza afecta a 46% de la población rural.
El gobierno de Colombia halló en TikTok, y en menor medida en Facebook, decenas de cuentas, cientos de publicaciones y varias comunidades propagandísticas del frente Jaime Martínez. Unos 3.500 combatientes integran el EMC actualmente, que se financia principalmente del narcotráfico, según la inteligencia militar del país.
La situación preocupa a las autoridades que ven proliferar una comunidad guerrillera online, terreno ocupado principalmente por la juventud. Solo en 2023, la Defensoría del Pueblo contabilizó 110 menores de edad reclutados por organizaciones armadas y, en lo que va del 2024, el número ya llega a 23.
Numerosos perfiles acumulan cientos de interacciones positivas: “Yo presté servicio militar y ahora me gustaría coger un fusil nuevamente”, detalló un comentario en una de las publicaciones.
“Para una juventud rural con escasas oportunidades, las disidencias significan cierta estabilidad financiera, pero también muchos terminan metidos ahí escapando de la violencia intrafamiliar o de otros grupos armados”, explicó Alejandro Jaramillo, investigador de la Universidad de Nueva York.
En la actualidad, ya existe una red de perfiles asociados al EMC en el Cauca que se siguen entre sí y, en ocasiones, replican videos creados por cuentas hermanas. Con miles de seguidores, utilizan imágenes de uniformados a caballo o cruzando ríos en lanchas, acompañadas por textos motivacionales y revolucionarios.
El lenguaje de la guerrilla en TikTok
Diversos investigadores pusieron el foco sobre la comunidad online de la guerrilla que crece cada vez más en TikTok. Desde la estética, el uso de emojis y los reposteos, la EMC busca alimentar la idea de una identidad marcada.
El uso de emojis, por ejemplo, revela un lenguaje común. La ilustración de una hoja verde hace referencia a los narcocultivos y el rostro cubierto de un ninja es un “símbolo de la clandestinidad“, según Jaramillo.
A diferencia de la propaganda tradicional de las FARC, los videos en TikTok del EMC tienen “una propuesta estética mucho más afinada” y enfocada a un público joven, explicó Clément Roux, investigador del Centro de Análisis de Medios (CARISM) de la Universidad Paris-Panthéon-Assas. Para el analista, la narrativa del EMC tiene “rupturas y continuidades” con la antigua “cultura fariana“.
Una de las mayores preocupaciones que surgen entre los expertos es que hoy “cada combatiente tiene un celular” con el que puede producir contenido, afirmó Roux. Tantos perfiles orientados a dar un mensaje pueden “seducir” a los jóvenes con un “discurso material de joyas, dinero, mujeres, autos“, respaldados por la economía de la coca que “garantiza un ingreso fijo“, detalló Juana Cabezas, investigadora del Indepaz.
Así la estética narco que impusieron Pablo Escobar y sus socios hace cuatro décadas se fusiona con algunos mensajes rebeldes, haciendo referencia a un modo singular de ascenso y de revancha social, en uno de los países más desiguales de América Latina. La propaganda en redes sociales sirve como una “herramienta de reclutamiento“, pero además fomenta “la cohesión interna” de la guerrilla, dice el experto, logrando que personas desplegadas en frentes “separados geográficamente se sientan parte de una organización más grande“.
Fuente Ambito