En su informe del 22 de abril, la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) destacó que la humedad en el suelo hasta un metro de profundidad aumentó en toda la región agrícola de secano, favoreciendo la próxima siembra de los cultivos de invierno. Mientras tanto, se estiman pérdidas de casi 7 millones de toneladas en maíz por cuestiones sanitarias.
Ante este escenario, el pronóstico oficial de El Niño-Oscilación del Sur, por su parte, indica una probabilidad del 85% de condiciones neutras hasta el invierno, aumentando luego al 60% para la ocurrencia de un escenario Niña.
Adela Veliz, docente de Climatología y Fenología Agrícolas en la FAUBA, explicó al sitio de divulgación científica de la UBA (SLT) que las precipitaciones abundantes desde mediados de abril generaron excesos hídricos en algunas zonas, complicando las labores de cosecha de la gruesa. Sin embargo, la recuperación del perfil hídrico se vio favorecida con vistas al comienzo de la campaña fina, dentro de un par de meses.
“A nivel general, las reservas de humedad aumentaron en toda el área agrícola de secano”, dijo Veliz. Y añadió que el contenido de agua en el perfil, considerando la zona radical, en la mayor parte del norte y el este del territorio supera los contenidos normales para la época. En cambio, persisten valores inferiores a los normales en Cuyo y en el centro de la Patagonia.
En este marco, Gastón Sosa, coautor del informe junto con Adela Veliz, Leonardo Serio y María Elena Fernández Long —docentes de la misma cátedra e integrantes del Centro de Información Agroclimática y Ambiental de la FAUBA— se refirió a la evolución del almacenaje de agua en el suelo en distintas localidades del país.
“Por ejemplo, si tomamos el perfil hasta 1 m de profundidad y analizamos la evolución del almacenaje de agua, los suelos de la localidad bonaerense de Bahía Blanca y los de Las Lomitas, provincia de Formosa, presentan una recuperación importante del contenido de humedad”, aseguró el docente.
Sosa también detalló brevemente la actualidad de la cosecha de maíz. “Durante esta campaña, este cultivo sufrió daños por una bacteria llamada Spiroplasma, transmitida por un insecto conocido como chicharrita —o Dalbulus maidis—. Esto provocó que las proyecciones del volumen de cosecha hayan caído de 57 millones de toneladas en marzo a 50,5 millones en abril”.
Un 2023 al rojo vivo
Según Leonardo Serio, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en su informe del mes pasado indicó que 2023 fue el año más cálido del que se tenga registro. La temperatura media a nivel global estuvo 1.45 °C por encima del promedio del período 1850-1900.
“Los últimos diez años —es decir, entre el 2014 y el 2023— fueron los más cálidos. Sin embargo, es la primera vez que estamos tan cerca del límite de 1.5 °C establecido en el Acuerdo de París sobre Cambio Climático”, comentó Serio. Y agregó que en nuestro país, la temperatura media superó en 0.83 °C el promedio del período 1991-2020. Esto hace que el 2023 haya sido el año más cálido de toda la serie.
Pronóstico favorable para La Niña
Por su parte, Fernández Long se refirió a las temperaturas superficiales de las aguas del Océano Pacífico Ecuatorial, un indicador fundamental del clima. “Las temperaturas de estas aguas están más frías en todas las regiones de monitoreo de El Niño-Oscilación del Sur —o ENOS—, lo cual indica el final de su fase cálida”.
En este sentido, la docente de la FAUBA explicó que el pronóstico oficial del ENOS difundido a principios de mes por el International Research Institute for Climate and Society —o IRI, por sus siglas en inglés— indica que existe una probabilidad del 85% de neutralidad. Mientras tanto, para el invierno, la probabilidad de un escenario Niña aumenta al 60%.
Fernández Long también sintetizó los contenidos del pronóstico trimestral que elaboran —en el ámbito del SMN— distintos organismos oficiales, incluyendo la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la FAUBA. “Para abril, mayo y junio, el pronóstico indica precipitaciones dentro de los valores normales en gran parte de la Región Pampeana, a excepción del centro-este de Buenos Aires. En esta zona se espera que sean normales o inferiores al promedio, al igual que en el noroeste, en Cuyo y en la Patagonia”.
Para finalizar, Long subrayó que las temperaturas medias continuarían siendo superiores a los valores medios en el NOA y en el sur de la Patagonia. El resto del norte argentino y la Patagonia presentarían temperaturas medias dentro del promedio, o superiores. El centro del país presentaría temperaturas normales, y La Pampa y el oeste de Buenos Aires podrían presentar valores normales o inferiores.