
Por un lado, la euforia argentina. Por otro, la bronca marroquí. Mientras celebraban en el campo de juego, desde las tribunas volaron varias proyectiles y hasta explotó una bomba de estruendo cerca de Julián Álvarez y otros jugadores.
Además, los hinchas de Marruecos invadieron el campo de juego. Todo esto forzó a al selección argentina a abandonar el campo de juego e irse a los vestuarios.
El partido se suspendió abruptamente de manera insólita, por fallas de la seguridad. Tras casi 30 minutos, se informó que el encuentro estaba finalizado.
Fuente Ambito







