“Digo adiós al boxeo”, afirmó la italiana en una entrevista con el diario italiano La Stampa y reveló y profundizó en los motivos por los cuales decidió abandonar la pelea y despedirse del deporte.
Sin embargo, Carini está segura que no fue una derrota sino que se retiró “con madurez” y recalcó que el enfrentamiento en sus primeros Juegos Olímpicos no era contra sus contrincantes, sino una batalla y desafío contra ella misma.
La disputa principal de este combate radicó en la polémica de la deportista argelina hiperandrógina, Imane Khelif, quien había sido descalificada del Mundial de Boxeo el año pasado, por no superar los test y pruebas de género.
“Ya no tenía ganas de pelear después de menos de un minuto. Recibí un golpe en la nariz y perdí el equilibrio, no respiraba así que dije basta”, explicó Carini y expresó que su dolor al finalizar el combate fue debido a la frustración y dolor físico.
La italiana comentó que al subirse al ring pensó en su padre y en todos los esfuerzos que la llevaron hasta ese momento pero recalcó que se arrepintió de no haber saludado a su oponente tras la pelea: “Cometí un error al no saludarla, salí del ring por enojo pero no hacia mi oponente”.
Carini se mostró firme en expresar el análisis personal que realizó luego de pelear, pero dejó muy en claro su posición de permanecer fuera de las polémicas sobre la boxeadora Imane Khelif. “Quería sacar todo de mí, independientemente de la persona que tenía delante. ¿Quiénes somos nosotros para juzgar? ¿Para decir qué está bien y qué está mal? Somos atletas, no somos jueces“, concluyó.
Debido al escándalo y debates que se provocaron en torno a esta batalla, el Comité Olímpico Internacional (COI), publicó un comunicado donde respaldó la participación de Imane Khelif y la taiwanesa Lin Yu Ting, quien también recibió críticas respecto a su falla en la prueba de género en 2023.
Fuente Ambito