El distrito escolar 9 comparte ciertas características en su composición que se destacan por sobre el resto, características que no refieren a algo positivo precisamente. Es uno de los distritos más transitados de la Ciudad de Buenos Aires, y ranquea entre los cincos primeros en cuanto a los más poblados respecto a edificios escolares. Palermo es el barrio que ocupa casi la totalidad de este distrito escolar, y abarca una pequeña porción de Chacarita, Villa Crespo y casi todo el barrio de Colegiales. En ese distrito se encuentra la Escuela N º 14 Provincia de Río Negro, situada en Arévalo y Niceto Vega, una esquina atestada de autos en doble fila, varios ramales de colectivos que circulan en dirección a la zona del microcentro y cientos trabajadores de medios y productoras que integran el Polo Audiovisual de CABA.
A estas complejidades se le sumó un nuevo obstáculo. Este fin de semana, sin previo aviso y de manera unilateral, el GCBA decidió instalar una extensa estación de “EcoBicis” en la puerta de ese establecimiento educativo. El dispositivo tiene capacidad para estacionar 32 bicicletas a lo largo de la fachada del edificio escolar. Varias familias y algunos docentes de la comunidad educativa repudiaron esta iniciativa y, desde la cooperadora escolar, señalaron que “para esto sí hay plata, pero para infraestructura escolar no”. Esta decisión va en sintonía con la instalación de una ciclovía en la puerta de seis establecimientos educativos del mismo barrio.
“Estamos reclamando hace varios meses la instalación de tres aires acondicionados que los compró la cooperadora junto con toda la comunidad de la escuela, y que no lo están instalando porque dicen que no hay presupuesto y que no es prioridad”, manifestaron a este medio desde la Cooperadora de la escuela. “Dice que no es prioridad y que no hay fondos para eso, y están parados ahí, son tres aires acondicionados nuevos, cero kilómetros, frío, calor, y están ahí parados, nosotros estamos insistiendo con la instalación antes de que comiencen las altas temperaturas”, agregan.
Desde los gremios docentes también repudiaron la iniciativa del GCBA. Consideran que es otro avance sobre la apropiación de los espacios que ocupa la educación pública y que obstaculizan el normal protocolo de un proceso de evacuación ante un eventual siniestro.
“La instalación de bicicletas en el perímetro de esta escuela demuestra una vez más la mirada del gobierno sobre los edificios escolares, un avance sobre la educación pública y sus espacios, que evidencia que no se conoce, no se piensa la forma de circulación, la necesidad de un espacio libre en las veredas para la entrada y salida de estudiantes y sus familias en diferentes horarios, y también la obstaculización de la vereda en caso de que se necesitará para una posible evacuación, la circulación rápida de estudiantes. Esto muestra una vez más como el gobierno no piensa en las necesidades educativas, no piensa, no conoce el día a día de las escuelas y usa sus espacios para cualquier otro objetivo, en lugar de pensar en la educación y las necesidades de los estudiantes y sus familias.
La ciclovía ubicada delante de varios centros educativos
En abril pasado, Tiempo realizó un informe sobre la polémica bicisenda que el gobierno porteño instaló a metros de la entrada de varios edificios escolares. Sobre la Avenida del Libertador al 4900 funcionan dos escuelas y cuatro centros educativos. La Escuela Granaderos de San Martín, con jardín, primaria y un centro de natación que funciona a partir de las 17, y al lado se encuentra la Escuela Honorable Congreso, con jardín y escuela primaria, y en horario vespertino funciona un centro de educación plástica. En concreto: dos jardines, dos primarias y dos centros de actividades educativas extracurriculares. Desde las 8 de la mañana hasta las 20, miles de chicos y chicas entran y salen de los edificios y, desde hace unos años, les resulta muy complicado cruzar la calle. El año pasado la Justicia porteña falló a favor de las familias y, mediante un amparo, lograron que pongan agentes de tránsito en la zona pero la situación no se controló.
En 2022 el gobierno porteño inauguró una bicisenda sobre la avenida Del Libertador. Una nueva obra que prometía ser “un corredor que beneficiaría a 250 mil vecinos”, y con la novedad que la avenida se transformaría “en un espacio amigable para peatones, ciclistas, pasajeros de transporte público y conductores”. Con el correr de los años, la realidad fue tomando distancia de esa promesa y actualmente cientos de familias, docentes y estudiantes de las escuelas y centros educativos mencionados denuncian que se genera una batalla diaria entre los ciclistas y las familias que quieren cruzar la calle con sus hijos.
Fuente Tiempo Argentino