Ciencia, salud e industria: en La Rural, el cannabis florece más vivo que nunca

A la madre de Wanda le dijeron que su hija apenas era algo inquieta. Luego, empezó con serios problemas de ansiedad. Le diagnosticaron esquizofrenia y la internaron en un neuropsiquiátrico. Tiempo después le dieron el alta y vivía en base a cócteles de drogas legales. La medicina finalmente se adaptó a ella y halló que en realidad era neurodivergente. «Autismo».

No se quedó de brazos cruzados y buscó otras formas de tratamientos, otros productos, incluso naturales. Así dio con el cannabis medicinal, del que empezó a investigar posibles beneficios que luego los presenció en vivo: hoy sostiene que le cambió la vida a ella y a toda su familia. “Te ayuda a vivir”, resume.

Ahora se la ve al frente de Wannabis, un emprendimiento de productos cosméticos donde comparte sus aprendizajes de la planta en la Expo Cannabis, que se desarrolla desde el viernes y hasta hoy en La Rural. En sus pasillos, en los que Wanda se presenta por primera vez, ya desfilaron decenas de miles de pacientes, usuarios, cultivadores y consumidores de la planta, pero también del cáñamo industrial y de los hongos.

Foto: Diego Martínez

Levantar el ánimo

“Estaba sin poder levantarme, no podía caminar, ni comer, ni ir al baño por mi cuenta. Así no podía criar a mis tres hijos -también con autismo-. Yo veía que cuando la gente fumaba se ponía contenta”, cuenta Wanda a Tiempo. En ese momento pensó: “por lo menos me va a levantar el ánimo”. Como tenía sus prejuicios «al porro», se introdujo en este nuevo mundo a través de un vaporizador. “Ahí arranqué. Soy muy curiosa, investigué y como soy profe de química empezamos a hacer las cosas de manera seria”, resume hablando desde su stand, rodeada de sus cremas, jabones, bálsamos labiales, shampoo, aceites y protectores solares, entre otras creaciones con cannabis «para combatir dolores, inflamaciones, acné, rosáceas, psoriasis o eczemas.

“Es la primera vez que venimos. Todo muy a pulmón, peleándola mucho”, acota orgullosa Wanda.

Quien también estrena stand, con una propuesta ambiciosa, es Locker W33D. Se trata de la presentación formal de la marca que busca convertirse en una especie de Mercado Libre del cannabis, una plataforma web pensada para las ONG, en tiempos donde desde el gobierno de La Libertad Avanza se busca acotar el desarrollo de los productores y los derechos de los consumidores.

Foto: Diego Martínez

Luego de la compra, ellos se encargan de la distribución de los productos en alguno de los 7 puntos de entrega que tienen en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano. Los productos quedarán a resguardo en casilleros, bajo llave y el cliente deberá presentar un código QR para retirarlo.

“Hoy estamos trabajando con una ONG, Buena Raíces, y próximamente sumaremos a una asociación civil. Hace pocas horas que empezó la feria y ya nos vinieron a preguntar como 10 ONG”, se entusiasma Matías del área de marketing. Detrás de Locker W33D hay unas 35 personas trabajando en colaboración: “nuestra idea es poder acompañar y resolver la gran problemática que tiene la industria que es la entrega del producto a los usuarios”.

Foto: Diego Martínez

Semillero argentino

El cannabis también es desarrollo, investigación e innovación científica. Manuel es cofundador de Mountain Seeds, uno de los tantos bancos de semillas que hay en esta quinta edición de la Expo. “Nuestro objetivo es ofrecer una semilla que responda a las principales demandas de los consumidores y cultivadores, en el contexto medicinal, produciendo variedades de alto valor biológico, con altos índices de distintos cannabinoides que van fluctuando y variando, de acuerdo a las distintas dolencias o necesidades, porque también hay muchas personas que lo utilizan para consumo recreativo, que en definitiva para nosotros también es de algún modo un consumo medicinal”.

La Expo se enmarca en un contexto actual donde han crecido los casos de persecución y de cambios en la legislación. “Estamos tratando de adecuarnos a toda la normalización, trabajando al 100% adentro de la ley, buscando los registros nuevos, que hoy está trabando un montón el desarrollo del sector, que tiene muchísima demanda, no solamente de consumo interno, sino de consumo externo«, subraya.

«Hay empresas del exterior que ya tienen tickets de pedido de compra, lo único que están esperando es que se termine de legislar acá y se den las habilitaciones para comprar germoplasma nacional, plantas y semillas de cannabis argentino para exportarlas al mundo. Las devaluaciones y la imposibilidad de la importación durante los últimos 10 o 20 años llevó a que los cultivadores produzcan su propio material genético. Eso dotó al país de variedades únicas con características exclusivas que son propias de la Argentina, que lejos está del modelo importador de cuando había que traer las semillas de Europa o Estados Unidos”, acota.

Foto: Diego Martínez

Aromas de cannabis

En el stand de Sebastián destaca un gran florero de vidrio con un dispositivo en su interior que cada tanto tira un humo dulzón. Invita a quedarse cerca. “Queríamos llamar un poco la atención y mostrar algunos de los aromas que trabajamos con terpenos de cannabis”, precisa el fundador de Dispensario, una farmacia magistral situada en Humbolt 1812 que se especializa en plantas medicinales como el cannabis.

La tecnología que usan es parte de un proyecto de investigación que dirige, estudios de transmodalidad y psicología cognitiva: «estudiamos el efecto de los aromas en relación a su impacto en otros sentidos”. En el Dispensario producen aceites bajo receta médica, sublinguales, con diferentes tipos de cannabinoides, completamente legales. “Cualquier médico con una receta magistral lo puede indicar, no tiene que estar en Reprocann ni nada”, añade.

Foto: Diego Martínez

Además de los stands, los visitantes pueden disfrutar de dos escenarios en paralelo con más de 180 conferencias, talleres, entrevistas, paneles de debate y distintas presentaciones de productos. Como reveló a Tiempo el organizador Sebastián Basalo (director de la revista THC), la Expo está lejos de ser algo de nicho: «de los 60 mil asistentes, el 20% son adultos mayores y el 15% son niños y niñas que van a una huerta a aprender a cómo cultivar».

Hasta atrae a mascotas. La presencia de veterinarios crece en esta edición: ya son más de 40. Igual que la valoración de científicos que contaron sus proyectos e investigaciones en tiempos en los que la ciencia parece enemiga de las políticas oficiales. También hay una novedosa sala de experiencias inmersivas, con meditaciones guiadas por sonidos, respiración holotrópica, bioenergética y cantos medicinales. La Expo demuestra, a pesar de los ataques oficiales, que el cannabis es recreación, ciencia, salud e industria. Y está más vivo que nunca.

Foto: Diego Martínez
El Observatorio de Hongos

El éxito de la inclusión de los hongos en la Expo Cannabis 2023, generó que en esta quinta edición, los fungis tuvieran aún mayor presencia.
Uno de los puntos obligados de los visitantes fue el Observatorio de Hongos que contó con el abordaje de especialistas sobre sus beneficios. “Nos ayudan a regenerar a nivel físico, a nivel cognitivo, para empezar a iniciar ese proceso y a identificar cuáles son esos hábitos que nos generan tanto estrés. Son grandes aliados”, explica Guillermina Ferraris, divulgadora y periodista de la Revista Mate, rodeada de lupas y hongos adaptógenos y comestibles como el Reishi, Melena de León, Cola de Pavo, Cordyceps, Shiistakes y Girgolas, entre otros. Además de contarte las propiedades de cada hongo, en el Observatorio también te explican cómo se pueden cultivar de manera hogareña y cómo se consumen: por ejemplo, en tintura, triturados o con goteros.
Dentro de los más de 100 eventos y las propuestas, hay una sala especialmente pensada para experiencias cannábicas sensoriales y talleres vivenciales. “Mindfulness, meditación guiada con cuencos, sound healing, respiración holotrópica, bioenergética, ananda yoga, círculos de cantos medicinales, taller de estimulación de la creatividad, astrología, cannabis y espiritualidad, rituales para ceremonias con enteógenos y mucho más”, destacan los organizadores. También se pueden comprar productos de cosmética y de tocador o ver cómo crecen en vivo hongos psilocibes, medicinales y adaptógenos. Para todos los gustos.

Foto: Diego Martínez
En busca de semillas y avances tecnológicos

Sergio es camionero y vino a la Ciudad de Buenos Aires desde Baradero junto a unos amigos especialmente para la Expo Cannabis que se desarrolla hasta hoy en La Rural de Palermo. Es la primera vez que visitan la feria y se piensan llevar “buenas” semillas para cultivar en sus casas.
Jonathan y Paula son de San Antonio de Padua, Merlo, donde cultivan y tienen el emprendimiento Mística. Producen cremas, ungüentos, geles criógenos con la planta. Hace años que vienen haciendo cursos y se acercan con la intención de seguir especializándose: “vinimos a buscar semillas con CBD, ciertas variedades que estamos necesitando para nuestros productos, plantines, y como estamos agrandando el boliche, vinimos a averiguar sobre la nueva tendencia en tecnología en cuanto a luces, reducción de espacios, maximizar todo lo que se pueda”, explica el joven.
Facundo y Karen son de Escobar y visitan la feria todos los años. No se perdieron ninguna. “Nos llevamos semillas, stickers y plantines y estamos viendo fertilizantes”, cuentan a Tiempo. En esta ocasión vendrán a La Rural dos días seguidos. La primera jornada esperan comprar lo que les haga falta. En la segunda ver algunas conferencias y charlas: «relajarse», coinciden. No son los únicos.

Foto: Diego Martínez

Fuente Tiempo Argentino

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