A días de iniciarse el 2025, las perspectivas electorales para el año entrante se resumen en dos escenas del último mes. Dos convocatorias que incluyeron oferta gastronómica. La más reciente ocurrió el jueves pasado y fue una cena organizada por Javier Milei en Olivos para agasajar a su gabinete. La otra transcurrió bajo los árboles del parque municipal Los Robles del partido de Moreno, el lunes 9 de diciembre: se trató de una cumbre del PJ bonaerense con la presencia de Cristina Kirchner, Axel Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner.
En Olivos, esta semana, Milei eligió una frase futbolera para arengar a los generales de su tropa: “Estamos ganando 2 a 0 pero recién van 22 minutos del primer tiempo”, dijo allí, palabras más, palabras menos. En tanto, la frase que trascendió de aquel cónclave opositor en Moreno fue una advertencia, atribuida a CFK, sobre las elecciones de 2025 y el estado de fragmentación del PJ: “Serán difíciles”.
La percepción de ir ganando por dos goles, un marcador de cierta holgura pero que puede revertirse con un cambio de suerte y dos jugadas veloces del rival, circula por estos días en el mundo mileísta. En una de sus últimas entrevistas para televisión, el propio Milei apeló a la misma figura: “Estamos ganando 2 a 0, que es el peor resultado de todos. Porque usted se duerme y se lo llevan puesto”, insistió durante un diálogo con el director de la revista Forbes versión argentina.
Poner la lupa sobre dos reuniones contrapuestas -el asado de La Libertad Avanza (LLA) y la cumbre del justicialismo en Buenos Aires- es un buen recurso para describir el momento de un panorama político que, por naturaleza volátil y nunca estático, siempre puede cambiar. Pero la foto fija de la película que aún está en marcha muestra a la experiencia ultraliberal del presidente Milei con varios logros en su haber. Tanto en lo económico como en lo político. Esa es la conclusión de encuestadores y analistas políticos que, consultados por Tiempo, coincidieron y mostraron desacuerdos sobre el presente y sobre lo que imaginan más probable para las elecciones de medio término.
A diez meses de la fecha establecida por ley para los comicios generales, el escenario político muestra que Milei consiguió convertir a un partido nuevo con un nombre ignoto y sin tradición en la primera minoría electoral del país. Esa es una de las primeras conclusiones compartidas por Analía del Franco, Hugo Haime, Federico Zapata y Julio Burdman. Los cuatro combinan el trabajo en consultoría y el asesoramiento político con las mediciones de opinión pública tanto de tipo cuantitativo -encuestas- como cualitativo -los famosos focus groups-.
Director de la consultora Escenarios, Zapata es tajante al contrastar la imagen inicial de Milei de diciembre de 2023 (“pensábamos que era una presidencia que nacía asediada en su debilidad, que arrancaba a tiro de helicóptero”, casi que bromea) con lo que observa hoy en las encuestas: “Si uno toma como punto de partida aquello y lo proyecta a este presente, lo que ve es que Milei ha logrado transformar a La Libertad Avanza en la primera minoría del sistema político. Y además ha logrado consolidar su liderazgo, lo que no es menor después de la presidencia de Alberto Fernández”, subraya.
Zapata sostiene que la fuerza política creada por Milei está logrando implantarse en todo el territorio argentino. “A La Libertad Avanza como marca lo tenemos en torno a los 35 puntos a nivel nacional”, dice, sobre lo que muestran las encuestas de intención de voto cuando miden al partido que eligió como isologo un águila multicolor con las garras desplegadas en vuelo (imagen que remite al águila de cabeza blanca que EE UU acaba de declarar símbolo nacional). El porcentaje de intención de voto que registra Zapata se asemeja a los números obtenidos por Burdman. “En el último estudio a nivel nacional me da que 37% de los argentinos querría votar por La Libertad Avanza”, cuenta el director de la consultora Isasi-Burdman.
A partir de lo que observa en sus encuestas, Burdman traza una analogía histórica bastante provocadora. “Yo veo al 2024 como un año de ruptura muy profunda en la política argentina. La obra de Javier Milei y su condición de persona novedosa lo convierten en el centro de la política: todo gira en torno a él. En muchos aspectos sería comparable a lo que fue el 2003, cuando, después de una crisis profunda, sobre todo económica, caen en el descrédito la mayoría de las fuerzas políticas y surge alguien visto como nuevo, que fue Néstor Kirchner”, afirma.
No será la única vez que los encuestadores consultados mencionen a Néstor Kirchner. Hugo Haime, por ejemplo, contó en su última columna publicada por el diario Perfil que en uno de sus sondeos más recientes indagó sobre quién había sido el mejor presidente de la Argentina tras la recuperación democrática de 1983. “Si hoy preguntamos quién fue el mejor presidente desde la democracia, Alfonsín, pasando por Menem, los dos Kirchner, Macri y Milei, la respuesta es Néstor Kirchner. En nuestro último estudio nacional de opinión pública, y a pesar de que el kirchnerismo dejó de nombrarlo, incluyendo su política de equilibrio fiscal, para un 35% el santacruceño fue el mejor presidente”, escribió Haime.
La curiosidad del estudio de Haime es, sin embargo, cuál fue el segundo presidente mejor valorado a partir de 1983. “Le sigue Milei con 26%, que es bastante para alguien que no terminó su mandato. Es una manifestación de lo que sucede por abajo”, agregó Haime en su columna semanal. Consultado por este diario sobre la tracción electoral de la figura de Milei, el analista y encuestador menciona números similares a los de sus colegas: “Las encuestas hoy no dicen nada, sólo detectan climas de opinión, cosas muy genéricas. Con esos reparos, puedo decirle que hoy, cuando pregunto ‘a quién votaría o a los candidatos de quién votaría’, a nivel nacional me da 35 o 37 puntos más o menos para los candidatos de Milei”.
Analía del Franco, en tanto, relativiza algunos planteos que ven a Milei como el inicio de una reorganización total del sistema político. “Yo todavía no veo una recomposición total del escenario. No me animaría a decir tanto. Recordemos que la opinión pública, por razones varias, puede ser temporaria. Por el momento no se ve más que a La Libertad Avanza y al PJ. Un PJ destruido, en llamas, lo que sea, pero en la foto de hoy se ve al PJ y a La Libertad Avanza”, describe la encuestadora, titular de la consultora que lleva su nombre. Para Del Franco, la polarización sigue vigente más allá de la consolidación de Milei y los cortocircuitos internos del justicialismo.
En cuanto al principal partido de oposición, el peronismo se enfrentará en 2025 con un problema que suele afectarlo en los comicios de medio término cuando no gobierna el país: la dificultad de contabilizar nacionalmente los votos que obtenga en las distintas jurisdicciones. Porque en esos años suele fragmentarse. “El desafío analítico de las elecciones del año que viene será cómo hacer la cuenta de los votos por cada partido. Y en el caso del peronismo, lo vas a tener que dividir entre el peronismo de Córdoba, el de Buenos Aires, el de (Osvaldo) Jaldo, el de (Raúl) Jalil. Creo que otra de las ventajas políticas de LLA es que va a ser la única fuerza nacional, junto con la izquierda, ponele”, vaticina Burdman.
Dos claves para el futuro mapa político dependerán de lo que ocurra en los comicios locales de la provincia de Buenos Aires y de la Ciudad autónoma de Buenos Aires. En la CABA ya se resolvió desdoblar el llamado a las urnas para legisladores porteños y comuneros. Se hará desacoplado de la fecha nacional. Aún es una incógnita lo que sucederá en la PBA: la definición está en manos del gobernador. “El desdoblamiento en la Ciudad es un desdoblamiento de supervivencia, porque a medida que el liderazgo de Milei se consolida, con adquisiciones hostiles de pedazos del PRO, queda claro que el jamón del sándwich es Mauricio Macri. En el caso de la Provincia, la lógica es diferente: un potencial desdoblamiento marcaría una novedad porque significaría que Axel Kicillof patea el tablero político”, analiza Zapata.
Fuente Tiempo Argentino