El clásico de Murnau (1923), que ya había tenido una remake de Werner Herzog en 1979, renace en esta exquisita versión de Eggers que, sin embargo, padece de diálogos por acertados y efectismos innecesarios
Fuente Ambito
El clásico de Murnau (1923), que ya había tenido una remake de Werner Herzog en 1979, renace en esta exquisita versión de Eggers que, sin embargo, padece de diálogos por acertados y efectismos innecesarios
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