Dialogo chaqueño
El bipartidismo chaqueño utiliza el Estado provincial para realizar negocios millonarios, enriquecer a funcionarios y allegados, y aprovechar la pobreza para comprar votos. Quien llega al poder usa el Estado como caja propia y denuncia la “corrupción” del gobierno anterior, mientras el que deja el poder espera su turno en la oposición.

En el marco de la campaña electoral, el gobernador radical Leandro Zdero y el exgobernador peronista Jorge Capitanich se acusan mutuamente de desvío de fondos públicos, sobreprecios en obras y contrataciones a dedo. Estas acusaciones no buscan limpiar la política, sino debilitar al rival y captar votos frente al hastío social.
El poder judicial chaqueño, junto con su contraparte federal, actúa con lentitud o selectividad según quién esté al mando. El bipartidismo UCR-PJ ha utilizado históricamente la obra pública, la pauta publicitaria y el asistencialismo para mantener lealtades, mientras punteros políticos disfrazados de ONG o movimientos piqueteros compran votos a cambio de beneficios.
Mientras la pobreza e indigencia alcanzan niveles récord, la prensa y la opinión pública se enfocan en escándalos, mientras el bipartidismo se reparte los recursos del Estado. El Chaco ejemplifica cómo la alternancia entre UCR y PJ perpetúa un sistema que prioriza intereses partidarios sobre el bien común.
Desde Diálogo Chaqueño, creemos que este circo judicial y electoral busca ocultar los problemas reales: pobreza, inseguridad, desempleo y destrucción de recursos naturales. Estos serán los temas que debatiremos con la ciudadanía hasta el 11 de mayo.