Apenas conocida la noticia de la muerte del Papa Francisco, miles de personas de todo el mundo comenzaron a llegar a la plaza San Pedro, en Roma, para despedirlo. En ese histórico sitio, el Vaticano ya realizó la primera conmemoración pública tras la partida del Santo Padre: se trata del denominado Rezo del Rosario, que fue encabezado por el cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la Basílica de San Pedro.
La hermana Raffaella Petrini, presidenta del Estado de la Ciudad del Vaticano y una de las mujeres de mayor rango allí, estuvo a cargo de la primera lectura durante el rezo. Todo un símbolo de los grandes cambios que impulsó Bergoglio hacia el seno de la iglesia, ya que su nombramiento fue alentado por el propio Papa para que las mujeres tuvieran un rol más importante dentro de la institución.
Como Francisco modificó en noviembre el documento que impone las reglas del rito fúnebre de los papas, sus restos serán despedidos de manera austera en una ceremonia de “Ordo Exsequiarum Romani Pontificis”. Entre otras cuestiones, su cuerpo reposará en un ataúd simple, en vez de tener tres tipos de maderas como los cajones tradicionales para este tipo de eventos.

Además, tal como solicitó en vida, Francisco será sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, y no en las grutas del Vaticano, como era habitual.
Fieles de todo el mundo podrán despedir en los próximos días al Papa, en la Basílica de San Pedro. Tras su entierro se dará inicio a las llamadas ‘novendiales’, las misas de difuntos celebradas en su honor durante nueve días consecutivos, empezando con la jornada del funeral.
En tanto, los cardenales comenzarán a reunirse para dar comienzo al cónclave en el que surgirá el nombre del nuevo Papa.
Fuente Tiempo Argentino