Cuando los chicos encontraron esas “piedritas de vidrio de colores” resolvieron cómo jugar a las bolitas. En su pueblo, Puerto Gaboto, a 60 km de Santa Fe capital y a unos 40 de Rosario, era difícil comprarlas en los kioscos. No había. Así que el hallazgo al pie de un monte de árboles les resolvió la vida, a esa edad donde una bolita es el mundo. Pasaron 30 años, y cuando los arqueólogos escucharon esta anécdota, fueron hasta los árboles mencionados. Se trataba de pedacitos de cristal de Murano, de todos los colores, los famosos “espejitos de colores” que los españoles repartían a los indios.

“Hay cientos de cuencas de vidrio, porque era una mercancía muy habitual, y después hay un hallazgo que nos llama la atención. El navegante Sebastián Gaboto, por una misiva expresa del Rey, prohibía los juegos de azar y en este sitio arqueológico encontramos unos 90 dados, son de hueso y pequeños, para que no los descubrieran. Es el sitio con más dados del mundo”, contó a Tiempo Argentino el subsecretario de Identidad y Territorio del Ministerio de Cultura de la provincia de Santa Fe, Luciano Rey.
Ahora esas cuentas de vidrio y los dados y un sinfín de piezas más como una llave y clavos cuadrados de hierro forjado del siglo XVI, están en una vitrina, en el Museo del Fuerte en la ciudad de Puerto Gaboto. Se puede visitar y recorrer. Su puesta en valor tiene una fecha de celebración en el 2027 cuando se celebren los cinco siglos que el adelantado europeo, Sebastián Gaboto, llegó a esta parte del continente, donde se estableció en dos oportunidades hasta que los indios, los “corrieron”. Una forma de decir porque les pusieron una resistencia tal que los hicieron volver a Europa.
Rey le contó a Tiempo Argentino que “en la orilla del río Carcarañá, en la desembocadura del Coronda, muy cerquita del Paraná, es donde se emplazó el primer asentamiento europeo de la cuenca del río La Plata, que es el Fuerte Sancti Spiritus y, además, es el primer antecedente de resistencia indígena exitoso del proceso de colonización de toda América, porque el fuerte estuvo dos años, de 1527 a 1529, y los chanáes recuperan el espacio. Por eso hablamos de la resistencia indígena también”, explicó.

Nicolás Rey se entusiasma cuando cuenta la experiencia en el sitio y se explica porque estudió paleontología en La Universidad Nacional de La Plata (UNLP): “Soy santafesino, de Gregorio de Alvear, una localidad sur de la provincia, pero hoy ya me dedico más a la gestión del patrimonio cultural, me fui orientando hacia ese lado”.
Para el funcionario y experto, el sitio donde estuvo emplazado el Fuerte de Gaboto “es un marco especial, un paisaje cultural impresionante que en lo particular a mí me enamoró y me vine a vivir, a partir de este proyecto”.

Nueva metodología de excavación
Para Rey, mencionar a Puerto Gaboto y el parque es “hablar del primer asentamiento en 1527, estamos muy prontos a cumplir el aniversario. Son 5 siglos. Se vienen varias obras sobre el Parque Arqueológico y además retomamos desde el 2019-2018 que no se excavaba en gran escala y retomamos esto de las excavaciones y tenemos un convenio con la Universidad del País Vasco, con la Universidad de la República de Uruguay y van a venir arqueólogos de todo el país y visitantes vinculados al patrimonio cultural a aprender esta metodología que aplicamos acá en el fuerte y no es habitual en la región pampeana”, reveló el funcionario.
La precisión del lugar de la existencia del Fuerte Sancti Spiritus fue a partir del 2011. “Es cuando se dio con el lugar exacto y se logró por este cambio de metodología. Ustedes habrán visto en las películas o en los documentales esas excavaciones arqueológicas que hay un arqueólogo en una cuadrícula de un metro por un metro con un pincelito. Nosotros acá no trabajamos de esa manera, sino que se trabaja con una escala mayor que se llama “open área”. Se abre un área grande, sacando la capa vegetal y se trabaja con retroexcavadora, pala, buscando estructuras”, explicó.


La nueva metodología aplicada en Puerto Gaboto logró, entonces, el hallazgo de las estructuras de los muros del Fuerte. “A partir de ahí se comienza el trabajo más fino para buscar objetos, pero el trabajo es mucho más rápido”, describe.
Arqueología y comunidad en Puerto Gaboto
El funcionario y paleontólogo estaba justo allí en el momento del descubrimiento como parte del equipo de arqueólogos. “No es un proceso de un día, ese descubrimiento tiene que ver con un proceso de ir haciendo sondeos y la impronta de lo comunitario que es muy importante”, comentó.
Fue justamente a partir de un trabajo con la comunidad local que se logró. “Uno de los vecinos en un momento nos dice que debajo de un eucaliptus cerca de la desembocadura del río Carcarañá, cuando eran chicos y no tenían plata para comprarse canicas, iban y sacaban bolitas de vidrio. Son cuentas de vidrio de los talleres de Murano de Venecia, que era una mercancía muy habitual en el siglo XVI. Son los famosos espejitos de color y usaban eso para jugar a las bolitas”, cuenta.
Los chicos presentes
“El Parque del Fuerte se funda, además, con el protagonismo de chicos de cuarto y quinto año de la escuela secundaria de la localidad que, a partir de colaborar en las últimas excavaciones, salieron a juntar firmas de todos los vecinos. Con esas firmas se aprobó una ley que declaró el sitio de utilidad pública y la creación del parque. Y en la Cámara de Senadores lo mismo, por unanimidad,” recordó Rey.
La movida le dio el impulso al desarrollo vinculado a lo turístico. “Se está trabajando en el desarrollo de un centro cultural, con la comunidad chaná también que se ha generado dentro del parque, con la construcción de miradores, con articulación con el INTA, tenemos un desarrollo en torno al uso de los yuyos del litoral con valor gastronómico, con valor medicinal y mágico”, detalla.
Esta semana se desarrolla una nueva etapa teórico-metodológica en Rosario y en el ex Centro Clandestino de Detención conocido como La Quinta de Funes. Además, del 12 al 17 de mayo se realiza una nueva campaña arqueológica en el área del Fuerte Sancti Spiritus que continuará y ampliará la excavación en el sitio que se inició en 2018.

Fuente Tiempo Argentino