Después de una pequeña pérdida de líquido cefalorraquídeo por fosa nasal izquierda, los médicos resolvieron volver a operar a Pablo Grillo y la intervención salió tal cual estaba esperado. De esta manera, el fotoreportero reprimido por la Gendarmería Nacional con el disparo de un cartucho de gas lacrimógeno seguirá el tratamiento para ver su evolución.
“¡Gracias eternas! Por el apoyo, el amor y el acompañamiento. ¡Seguimos pa´adelante!”, contó la contaron desde Justicia por Pablo Grillo, la cuenta de redes sociales que va actualizando el estado de salud del fotógrafo. Desde el lunes, habían informado que esta situación posponía el alta y el posterior traslado al centro de rehabilitación.
A la vez, en el parte de hoy detallaron que “la intervención comenzó a las 9 y terminó a las 13” al tiempo que lograron encontrarse de dónde venía la pérdida de líquido y pudieron tratarla. Hace una semana, Pablo Grillo había salido a un balcón del Hospital Ramos Mejía a tomar aire fresco por primera vez desde el 12 de marzo cuando quedó internado tras la represión.
Después el propio Pablo difundió un audio en el que contaba que iba a dejar el hospital el martes pasado. Sin perder el buen ánimo, la pérdida de líquido cefalorraquídeo modificó los planes y finalmente necesitó someterse a una endoscopia.
El ataque contra Grillo
Pablo Grillo fue reprimido el miércoles 12 de marzo. Recibió el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno en medio de un feroz operativo contra quienes se manifestaban de forma pacífica en el Congreso. Desde ese día, quedó internado en el Ramos Mejía, donde estuvo en coma y luego fue evolucionando.
Fuente Tiempo Argentino