En octubre de 2023, Tiempo realizó un informe para su edición impresa donde notificaba que el larretismo terminaba sus últimos años de gestión con uno de los más bajos niveles de rendimiento legislativo. Por entonces, la sanción de leyes se ubicó por debajo del 40% en relación al promedio de la última década y hubo una ínfima respuesta a los Pedidos de Informes. Pero ese récord fue ampliamente superado por la administración actual en poco tiempo. En los últimos 3 meses, el 100% de los proyectos presentados durante el 2025 en la Legislatura, no fueron llamados a debatir por el oficialismo ni siquiera en comisiones.
La excusa pronunciada desde el riñón del macrismo parece lógica y echan culpas a la dinámica electoral. Pero en la práctica, desde el año pasado al oficialismo porteño se le hizo casi imposible alcanzar acuerdos con los distintos espacios de la oposición -incluso con sus aliados históricos- para poder aprobar sus propios proyectos. Cabe aclarar que la situación del macrismo en la Legislatura será aún peor a partir del 10 de diciembre, dado que contará con menor cantidad de legisladores propios. La única vez que el macrismo llamó a “sesión extraordinaria” este año fue para aprobar la suspensión de las paso el 21 de febrero pasado.
La anulación que hizo Jorge Macri de uno de los poderes del Estado no es casual. Desde el PRO confesaron a este medio que “no pueden permitirse ninguna otra sangría” en ese espacio político, tras la derrota en las elecciones porteñas. Todo indica que el oficialismo suspendió las sesiones hasta que los acuerdos políticos entre LLA y el PRO estén realmente cerrados en la Ciudad.

“Si bien el escenario electoral se adelantó, consideramos que la vida institucional de la legislatura tiene que continuar. En el medio de la campaña tuvimos un intento de sesión promovida por el oficialismo para tratar un cierto alivio fiscal, o exenciones al régimen simplificado del ingreso bruto, que nosotros creímos pertinente, pero que tenía que ser más amplio de lo que proponía el Ejecutivo; y como no quisieron discutirlo no convocaron finalmente”, recuerda a Tiempo el diputado porteño de Unión por la Patria Juan Modarelli.
El legislador asegura que hay un montón de proyectos que no fueron tratados ni siquiera en comisiones.
“Esto es una constante del Ejecutivo desde que perdió su mayoría, intenta regular el funcionamiento de la legislatura, porque sabe que las fuerzas de la oposición, si logran un acuerdo, pueden sesionar o pueden imponer algún proyecto y eso ellos no quieren que suceda. Quedan varias discusiones, incluso una propuesta por el propio oficialismo que es la creación del servicio penitenciario de la ciudad, donde nosotros también tenemos proyectos presentados en nuestro bloque y esperamos que se pueda tratar dentro de la agenda que propuso el oficialismo”, termina Modarelli.
Un relevamiento realizado por el equipo de trabajo del legislador Barroetaveña, en base a datos oficiales del “Sistema de Consultas Parlamentarias de la Legislatura” es contundente: En lo que va del 2025 se presentaron 1537 documentos, entre proyectos de Ley, Pedidos de Informes y otros reclamos legislativos. La totalidad de esos proyectos ni siquiera se debatieron en comisiones.
“Nosotros presentamos varios proyectos, hicimos varias denuncias y varios pedidos de informe, por ejemplo: proyectos relativos a las denuncias que hicieron cientos de docentes contra la empresa de medicina laboral contratada por el gobierno porteño; otros pedidos por el deterioro de la calidad de las viandas escolares, por la crisis habitacional, por el encarecimiento de los alquileres y por el crecimiento de la población sin techo”, explicó a este medio la diputada porteña del FIT, Andrea D’Atri.
Pero Jorge Macri, además de bajar la orden para que no funcione el parlamento porteño, se niega a reglamentar leyes que fueron aprobadas hace varios meses.
“Una es el caso de la Ley sancionada el 12 de diciembre que es la del boleto educativo que aún sigue sin estar reglamentada, aunque las clases empezaron hace bastante. Pero también se niegan a debatir la citación al jefe de gabinete por el auspicio que hizo la ciudad de Buenos Aires al ‘Tech Forum’, que es donde se cocinó la criptoestafa del gobierno de Milei; y otra donde citamos al jefe de gobierno, junto con otros bloques que acompañaron nuestro pedido, por la represión en la ciudad a jubilados y jubiladas.”, termina D’atri.
Debilidad amarilla
Cada uno de los sectores consultados por este cronista, coinciden que, más allá de la derrota del PRO en las urnas, el macrismo atraviesa su mayor nivel de “anemia institucional”.
“Yo diría que la parálisis actual de la legislatura obedece a la debilidad enorme que tiene el oficialismo. Pero también estamos esperando que Jorge Macri reglamente las medidas que se sancionaron el año pasado. Ya ni siquiera estamos pidiéndole que presente leyes para este año”, expresó el diputado de UxP Juan Manuel Valdés.
En ese sentido, el legislador peronista, recordó algunos de los proyectos que siguen sin reglamentar. Estamos pidiéndole que aunque sea cumpla lo que la legislatura ya sancionó y ya lo habilitó para hacer”, termina.
Rompió el récord hasta de la pandemia
Ni durante la cuarentena hubo tantos proyectos paralizados. Desde que se inició el aislamiento por el Covid, la alianza Vamos Juntos aprovechó para suspender el debate de alrededor de 300 proyectos de la oposición. Documentos devenidos de las comisiones más sensibles, cuyos “beneficios” estaban directamente destinados a la población mayormente postergada de la Ciudad. En casi los 5 primeros meses de cuarentena, el oficialismo se negó a debatir un total de 297 proyectos, de los cuales 61 eran de asistencia social, 97 del sector educativo y 139 estaban vinculados a indagar, mejorar y ampliar las condiciones del sistema de salud de la Ciudad de Buenos Aires.
Fuente Tiempo Argentino