Industria en jaque: cinco decisiones de Milei que golpean al sector y anticipan nuevos riesgos
Ajuste fiscal, apertura externa, caída del consumo, desmantelamiento de políticas sectoriales y apreciación cambiaria componen el combo letal que pone contra las cuerdas a la industria. La capacidad instalada se estanca y siete de cada diez empresas no ven una recuperación cercana.
Por Eugenia Rodríguez |EDW| Esta semana se conocerán datos clave sobre el nivel de actividad y la capacidad instalada de la industria nacional. Desde que asumió La Libertad Avanza al frente del gobierno nacional, el sector industrial argentino enfrenta una fuerte retracción como resultado de un combo letal de medidas que incluye ajuste fiscal, crisis del consumo interno, apertura importadora, apreciación del tipo de cambio y desmantelamiento de políticas industriales. Como resultado, el sector que explica el 19% del PBI nacional, se encuentra en la cuerda floja al punto de que el 80% de las firmas considera que no será posible mejorar la utilización de su capacidad instalada en el corto plazo y al menos 7 de cada 10 no vislumbra una mejora de la economía para este año.
En este panorama crece la alerta para la producción nacional mientras se agrava la reprimarización de la economía, se destruyen capacidades productivas y se compromete el empleo de calidad. Todo en un marco atravesado por el acuerdo de nueva deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que exige al gobierno de Javier Milei reformas que garanticen “más flexibilidad del mercado de productos y del mercado laboral” así como “reducir las barreras de entrada de productos”.
Aun así, es necesario también mencionar que la contracara del deterioro del entramado pyme y cooperativo del país (en un solo año desaparecieron más de 12.000 empresas mientras la industria manufacturera se derrumbaba un 9,4%,) es la mejora sustancial en la rentabilidad de un bloque dominante de firmas que se configuran como las “ganadoras” del modelo Milei, al exhibir un incremento de más del 300% en sus ganancias netas anuales. “Mientras el ingreso laboral promedio se encuentra un 30% por debajo de una canasta básica total para una familia y el entramado productivo se desmorona, las ganancias de las grandes empresas se multiplican”, advirtió una investigación a la que accedió este medio.
Escenario poco alentador
En Argentina la industria tiene un peso significativo en el Producto Bruto Interno (PBI), al explicar el 19% del Producto, por arriba del agro (7%), el petróleo y la minería (5%). Además, genera 2,6 millones de empleos, representa el 54% de la investigación y desarrollo de la economía, da cuenta del 57% de las exportaciones, alcanza una productividad 63% mayor a la media, y un nivel de formalidad laboral 10 puntos superior, según datos proporcionados por el centro Fundar.
Sin embargo, desde la asunción de La Libertad Avanza al frente del Poder Ejecutivo nacional, el programa económico llevado adelante generó un deterioro significativo para la industria nacional, lo que queda en evidencia en los números del sector. ¿Cuál es el estado de situación actual? Según datos oficiales, el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI -INDEC) mostró en 2024 una caída anual del 9,4%, lo que ubicó a nuestro país como el de mayor contracción industrial del mundo, entre 79 países relevados en ese año (según la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo). Industrial,

Si se pone la lupa en 2025, en marzo pasado -el dato de abril se conocerá esta semana- el indicador mostró una baja del 4,5% mensual (la tercera en los últimos cuatro períodos), con una suba interanual (+5,2%) aunque compara contra igual mes del 2024, donde la recesión económica del gobierno actual había generado una fuerte caída de la actividad (-21,4%). Aun así, contrastando marzo de 2025 contra el mismo mes del 2023 la caída es del 17,3% y, si se analiza el primer trimestre de este año, la producción industrial disminuyó casi 10% frente a idéntico período de 2023.
Por su parte, la capacidad instalada industrial (UCII- INDEC) en 2024 fue del 58,3%, mientras que la del 2023 había sido del 65,6% (-7,3 puntos porcentuales). El último dato a marzo de este año la ubicó en 54,4%, esto es 1 punto arriba de igual mes del año previo pero 12,9 puntos por debajo del 2023. En el primer trimestre se posicionó 8,8 puntos detrás del mismo período de hace dos años. La mayor caída se registró en “Productos minerales no metálicos” (-23 p.p.), asociada a la crisis en la construcción.
Se destaca también que, en lo que va del año -el dato del cuarto mes se conocerá esta semana-, en todas las actividades hubo un descenso en la utilización de la capacidad instalada, con excepción de la “Producción de alimentos y bebidas”, que se mantuvo estancada.

¿Cómo se explican tales números? Es posible advertir al menos cinco medidas económicas impulsadas desde comienzo de la gestión libertaria que impactaron en la actividad económica en general y en la industria manufacturera en particular. Por un lado, el fuerte ajuste fiscal y, en relación, la caída del consumo interno resultado de la pérdida del poder adquisitivo de los hogares, que deprimió la demanda.
“El brutal ajuste fiscal, la licuación deliberada del gasto público, la desregulación de precios y tarifas, y el manejo de la política cambiaria no constituyeron meras respuestas a una supuesta ‘herencia recibida’, sino el núcleo de un proyecto de país fundado sobre la extranjerización de los recursos, la primarización de la economía y la reconfiguración del trabajo en clave de ultraflexibilización”, planteó un informe sobre el sector elaborado por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP). En relación, “se configura una reestructuración regresiva del orden económico, basada en la demolición planificada del salario y de los ingresos populares, y la destrucción del mercado interno”, consideraron. Según difundió este fin de semana la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en mayo las ventas minoristas descendieron un 2,9% interanual, con caídas en cinco de los siete sectores relevados, entre las bajas más relevantes se destacó la de Alimentos y bebidas (-7,6%).
Un tercer factor que impacta directamente en el entramado industrial nacional tiene que ver con la apertura comercial: desregulación, baja de aranceles y fin de políticas de protección sectorial a determinados sectores productivos como indumentaria, calzado, bicicletas y siderurgia, entre otros. En las últimas semanas la baja arancelaria sumó nuevos capítulos con medidas que afectan a la industria electrónica radicada en Tierra del Fuego y fomentan las importaciones de bienes de capital.
Se suma en cuarto lugar la apreciación cambiaria, que abarata importaciones y agrava la pérdida de competitividad. Así, el objetivo del oficialismo de mantener un ancla cambiaria que desacelere la inflación, agravó el cuadro de desprotección de la industria nacional. Un quinto aspecto a considerar tiene que ver con el desmantelamiento de políticas industriales como “Compre argentino” y el “Programa de Desarrollo de Proveedores”, derogados a través del DNU 70/2023, sumado al freno en la ejecución de programas vinculados a la política industrial, científica y tecnológica, en el marco del fuerte recorte del gasto público.
“La combinación de apertura comercial con apreciación cambiaria impulsó el incremento de las importaciones, que en abril de este año crecieron un 37,3% interanual”, destacaron desde el centro económico que coordina Claudio Lozano. Si bien todos los usos de las importaciones registraron subas en el último año, el que más se elevó fue “Vehículos automotores de pasajeros” (+204,5%), seguido de “Resto” (+158,2%), un componente con un peso menor que adquirió impulso debido a la mayor compra de bienes despachados mediante servicios postales o couriers. Le siguió el incremento en la importación de Bienes de Consumo (+77,7%)

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Al comparar contra 2023, las importaciones crecieron 6,1%. Se destacó nuevamente la importación de automóviles como el rubro que más creció (+226%), seguido por bienes de consumo (+49,5%) y bienes de capital (+47,3%), los tres incrementaron sustancialmente su peso en el total de importaciones. “La industria manufacturera argentina se encuentra atravesando una nueva etapa de repliegue, sin políticas de compensación que incentiven la producción local. Este escenario enciende múltiples alarmas debido a sus consecuencias en los niveles de empleo, la pérdida de capacidades productivas y la reprimarización de la economía argentina”, alertaron los economistas.
No todos pierden
Según un informe de la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA) en 2024 cerraron 2.333 empresas, incluyendo minería y construcción, y se redujo la cantidad de empresas industriales manufactureras, terminando con 1.130 empresas menos (-2,3%). En relación, se perdieron 107.473 puestos de trabajo vinculados al sector industrial.
Como viene contando este medio, la crisis de la industria pone en jaque a muchas pequeñas y medianas empresas. Un relevamiento realizado por el Observatorio PyME durante el primer trimestre 2025 indicó que el 42% de las pymes industriales se siente amenazada por las importaciones. Además, el 28% indicó una caída de su participación en el mercado interno. De mantenerse el plan económico vigente, esta situación se profundizará a lo largo de este año: las expectativas muestran que un 30% de empresas espera aumentar sus importaciones de insumos y un 18% aquellas de productos terminados. Asimismo, el impacto negativo en el empleo se profundiza: en los tres primeros meses del año las prestaciones por desempleo superaron las 30.000 altas, y más del 40% de las personas despedidas correspondieron a la industria y construcción (7.157 y 5.699 despidos, respectivamente).
Sin embargo, en contraposición a tal escenario devastador para el entramado PyME y cooperativo local -con fuerte afectación de aquellas más intensivas en trabajo como productos metálicos, maquinaria, plásticos o insumos para la construcción- también se distingue un selecto grupo de empresas que resultan ganadoras en el Gobierno de Milei. Según una investigación sobre las 31 principales empresas que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires —y que representan el 11,6% del producto interno, casi la mitad del valor bruto generado por las 500 mayores firmas del país— exhibieron al cierre del año, un incremento del 141% de la rentabilidad operativa y de más del 300% en sus ganancias netas respecto al año anterior.
“Lejos de deberse a mejoras en la productividad o la expansión de la actividad real, esta rentabilidad desproporcionada revela una transformación del excedente económico en renta extraordinaria, capturada por grupos que operan bajo condiciones monopólicas u oligopólicas y que definen sus precios al margen de cualquier lógica competitiva y pueden combinar estos excedentes con la valorización financiera”, analizaron desde el IPyPP. Según remarcaron “el nuevo régimen económico propició una transferencia acelerada de ingresos desde el trabajo hacia el capital concentrado”.

Este proceso de concentración del excedente se expresa con particular nitidez en la rentabilidad de ciertos sectores estratégicos. Encabeza el ranking el complejo oleaginoso-cerealero que experimentó un crecimiento del 925% en su resultado operativo. Le siguieron los servicios de energía, gas y agua, con una expansión del 375%, traccionada por los fuertes ajustes tarifarios y la recuperación de precios relativos, mientras que el sector de ensamble industrial mostró un incremento del 312%. En cuarto lugar, la industria farmacéutica obtuvo una mejora del 183% en su rentabilidad operativa, resultado directo de la liberalización de precios de medicamentos y el retiro del Estado como regulador del acceso a bienes esenciales. A este núcleo de ganadores se suma el sector hidrocarburífero, cuya rentabilidad fue amplificada por la liberalización del precio interno del barril de crudo. Las principales operadoras del upstream lograron capitalizar el nuevo régimen de precios y expandir su producción, particularmente en Vaca Muerta.
¿Quiénes son los beneficiarios de este esquema? Son conglomerados que “no solo consolidaron su hegemonía económica, sino que también profundizaron su dominio sobre el aparato estatal y sus mecanismos de captura institucional”, consideraron los analistas.
Expectativas y riesgos
En cuanto a las perspectivas del sector industrial, los datos proporcionados por el Indec en su habitual encuesta sectorial, indicaron que, para el segundo trimestre del año, el 73% consideró que la demanda interna difícilmente pueda reactivarse y un porcentaje aun mayor (80%) no avizoró un aumento de sus exportaciones para dicho periodo. Asimismo, el 83% no ve posible un aumento en la utilización de su capacidad instalada en el corto plazo.
Por su lado, según el indicador privado que elabora la consultora de Orlando Ferreres (IPI-OJF) si bien la industria manufacturera se habría recuperado en abril (+1,2% mensual) aún no logró compensar toda la pérdida del mes previo. “Hacia adelante seguimos esperando que la industria expanda su nivel, aunque los riesgos se han incrementado: la recuperación salarial se detuvo en los últimos meses, afectando la recuperación de la demanda que anticipamos; a su vez, las últimas bajas arancelarias a las importaciones, junto con el contexto cambiario, podría perjudicar a sectores puntuales”, alertaron desde la consultora.
Finalmente, la posibilidad de que se profundice la desindustrialización está en el centro de las preocupaciones de las pequeñas y medianas empresas del país, al punto de que según reveló la encuesta “Radar Pyme”, 7 de cada 10 firmas considera que este año la economía y la industria en particular podrían “empeorar” comparadas con el año previo.
La vida de un merendero en el Chaco
Cristina Rodriguez nos muestra la vida de un merendero en el Chaco, una provincia argentina que cuenta con los peores índices, 80% de pobreza, 35% de indigencia en la Ciudad de Resistencia capital de la provincia, proliferación de barrios de emergencia en la periferia sumado a la ausencia de políticas públicas en salud, educación y seguridad, el gobernador Leandro Zdero(UCR)aliado de LLA (MIlei) no puso en marcha ningún programa que traiga alguna solución ni fomente trabajo y producción.Este trabajo lo realiza FUNDECOM (Fundación Espacios Comunicacionales con el aporte de Reporte24.com.ar y la .Red digital de noticias.