Día Mundial del Refugiado: 20 de junio
5,2 millones de personas refugiadas viven en países vecinos, la mitad de los cuales son niños y niñas vulnerables.
Además, 7 millones de personas se encuentran desplazadas internamente dentro del país.

Las tasas de desnutrición son alarmantes: una de cada cuatro mujeres embarazadas y lactantes sufre desnutrición aguda.
Madrid, 12 de junio de 2025: Mientras el mundo celebra el Día Mundial del Refugiado, la vida de millones de niños y niñas sirios sigue en suspenso, atrapados entre años de conflicto y la incertidumbre de lo que les depara el futuro. Para muchos, el hogar es un recuerdo lejano.
Tras 14 años de conflicto, desplazamientos y agitación, más del 70 % de la población siria —más de 16 millones de personas— necesita asistencia humanitaria y protección continuada. Hoy en día, millones de personas se enfrentan a una inseguridad alimentaria constante y carecen de acceso fiable a alimentos seguros y nutritivos, una situación que se ve agravada por el deterioro de los patrones de consumo alimentario y una disminución significativa de la diversidad de la dieta.
A medida que los hogares se enfrentan a retos cada vez mayores para poder permitirse u obtener una nutrición adecuada, las consecuencias son amenazadoras. Las tasas de desnutrición son alarmantes: una de cada cuatro mujeres embarazadas y lactantes sufre desnutrición aguda y, en algunas zonas, uno de cada cuatro niños padece retraso en el crecimiento. Es necesario actuar con urgencia para garantizar el acceso a alimentos nutritivos y salvaguardar el futuro de la población siria.
Siria sigue siendo una de las crisis humanitarias más graves y prolongadas del mundo, con 5,2 millones de personas refugiadas viviendo en países vecinos, la mitad de los cuales son niños y niñas vulnerables. Además, 7 millones de personas se encuentran desplazadas internamente dentro del país.

En mayo, más de medio millón de refugiados (501.126) habían regresado a Siria desde países vecinos, lo que demuestra su resiliencia y su esperanza en un futuro mejor. Por otra parte, 1.200.486 personas desplazadas internas han regresado a sus hogares, incluidas 344.733 personas que han regresado de los campamentos para desplazados internos. Estas cifras ponen de relieve la urgente necesidad de seguir prestando apoyo y aportando recursos para ayudar a reconstruir las vidas y restablecer la estabilidad en esta región.
La caída del régimen de Al-Assad en diciembre de 2024 ha renovado la esperanza de muchas familias y comunidades. Sin embargo, la realidad sobre el terreno sigue siendo difícil. El país se enfrenta a una infraestructura devastada y a la falta de servicios esenciales como agua potable, atención sanitaria, educación, electricidad y seguridad alimentaria.
Es esencial que la comunidad internacional preste apoyo para permitir un retorno seguro y la reconstrucción de las vidas y las comunidades en Siria.
“Los niños y niñas no solo necesitan refugio, necesitan esperanza, oportunidades y una voz. La población siria merece algo más que sobrevivir, merece un futuro seguro, justo y lleno de oportunidades”, afirma Emmanuel Isch, director de World Vision en Siria. “Nuestra responsabilidad es recorrer ese camino con ellos, ofreciéndoles dignidad, protección y apoyo a largo plazo”.
Sara, de quince años, nació y se crio en un campo de refugiados cerca de Kilis, en la frontera entre Turquía y Siria. Sueña con ser médica. “Quiero ayudar a los niños y niñas. Me encanta estar con ellos. Mi tío es médico y yo quiero ser como él. Pero me da miedo volver a Siria, nunca he estado”.
La historia de Sara refleja la realidad de toda una generación: niños y niñas nacidos en el exilio, que crecen en campamentos y solo conocen el desplazamiento. Sus sueños perduran, pero se ven empañados por el hambre, el trauma y el colapso de los sistemas más básicos de su país.
En el Día Mundial del Refugiado, World Vision hace un llamamiento a la comunidad internacional para que aumente la financiación destinada a Siria y convierta la compasión en acción. Hay que dar prioridad a la infancia; las familias que regresan a Siria necesitan acceso a la atención sanitaria, el agua, los alimentos, el alojamiento, la protección y la educación. Debemos mejorar las soluciones sostenibles para empoderar a las familias de todo el país para que desarrollen su resiliencia y reconstruyan sus vidas con dignidad.
La vida de un merendero en el Chaco
Cristina Rodriguez nos muestra la vida de un merendero en el Chaco, una provincia argentina que cuenta con los peores índices, 80% de pobreza, 35% de indigencia en la Ciudad de Resistencia capital de la provincia, proliferación de barrios de emergencia en la periferia sumado a la ausencia de políticas públicas en salud, educación y seguridad, el gobernador Leandro Zdero(UCR)aliado de LLA (MIlei) no puso en marcha ningún programa que traiga alguna solución ni fomente trabajo y producción.Este trabajo lo realiza FUNDECOM (Fundación Espacios Comunicacionales con el aporte de Reporte24.com.ar y la .Red digital de noticias. CONTACTO: 3624303000