En la incertidumbre, el peronismo tiene al menos una certeza. Se trata de una conclusión compartida y asimilada en la piel: la Corte Suprema abrió un escenario tan volátil como impredecible. La decisión de Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti y Carlos Rosenkrantz produjo un parteaguas en pleno año electoral. No fue un ‘cisne negro’, porque este desenlace estaba en la baraja de las posibilidades. El impacto, más bien, fue el momento.
Además, el combo que precedió al fallo mostró una variable subterránea que comunica el salón de acuerdos de la CSJN con intereses más allá de las fronteras. Una lógica “geopolítica”, que conecta Washington con el Palacio de Tribunales.
Hace ocho años, tras resultar derrotada en las elecciones de medio término, Cristina Fernández de Kirchner lanzó una de sus frases que parecen talladas en piedra. “Aquí no se acaba nada, hoy comienza todo”, dijo en esa oportunidad. La locación fue el búnker electoral que se había montado en el club Arsenal de Sarandí, partido de Avellaneda. Ocurrió el 22 de octubre de 2017. Aquella frase buscaba ser arenga; al mismo tiempo, expresaba una nueva etapa: algo así como un paso a lo desconocido.
Por estas horas, en el peronismo circula una combinación de congoja junto a adrenalina y disposición para hacer frente a lo incierto. Señales de esa voluntad, que no es exclusiva de algún sector, se hicieron notar este miércoles. El diputado nacional Máximo Kirchner visitó los estudios de C5N para dialogar con el periodista Gustavo Sylvestre. Lo mismo había hecho su madre el lunes 2 de junio, cuando confirmó desde el prime time de la TV su -ahora bloqueada- postulación por la tercera sección bonaerense.
“Cristina está muy firme en lo político. Hace unos meses atrás su firmeza impidió que en la Argentina hubiera dos cortesanos, uno como (Manuel) García Mansilla, quien incluso había dicho que no iba a permitir que lo nombraran por decreto (como finalmente fue designado, hasta su renuncia). Vergonzoso. Si en lo más mínimo no lo podés cumplir, imaginate el resto. Pero esa actitud de ella tiene consecuencias también, y se las cobran”, remarcó Kirchner.
Otro indicador de lo que ocurre en el PJ lo protagonizó Axel Kicillof. En diálogo con El Destape, el gobernador planteó que el fallo de la Corte generó “un escenario nuevo” en la política argentina. “Estamos ante una etapa nueva, luego de que (los tres miembros de la Corte) hayan tomado con toda impunidad la decisión de hacer una condena sin pruebas y de llegar a este extremo”, advirtió. Y en lo personal contó que la inhabilitación de Cristina y su condena a seis años le produjeron “una conmoción total”.
En cuanto al trasfondo del fallo, Kicillof aportó un elemento de análisis: señaló más allá de las fronteras. “En la condena de Cristina hay vínculos tremendamente significativos en el terreno de la política y de la geopolítica. AmCham (la cámara de comercio argentino-estadounidense) pidió directamente su condena. Tampoco se puede dejar de tener en cuenta que hace poco tiempo en EEUU le sacaron a Cristina el ingreso, la VISA, el acceso. Esta condena no puede no leerse dentro de esa decisión, totalmente arbitraria”, razonó el gobernador.
En la misma línea, el juez Alejandro Slokar manifestó que un fallo debe entenderse y analizarse en el marco de un contexto. “Todo texto (jurídico) tiene un contexto social, histórico, cultural, político y económico”, subrayó el titular de la sala I de la Cámara Federal de Casación Penal en diálogo con Tiempo. Y añadió: “Quien no se haga cargo de esas consecuencias no sabe lo que está dictando”.
Titular de la cátedra Derecho Penal I en la UBA, Slokar recordó unos dichos del secretario de Estado de EEUU Marco Rubio pronunciados hace tres meses. “A nadie se le puede escapar lo de Rubio. Un senador o legislador ya había reclamado esto (la prohibición del ingreso de CFK) bajo el gobierno de Biden. Luego, en ejercicio de esta administración, lo pusieron en práctica”, recordó el jurista.
Slokar se refería al anuncio hecho por Rubio el 21 de marzo, cuando informó desde su cuenta de X que la Casa Blanca prohibía el ingreso a su país de CFK y del exministro de Planificación del kirchnerismo, Julio De Vido. Slokar, de todos modos, matizó la posibilidad de que exista una “conexión directa o inmediata” entre el pronunciamiento estadounidense y el fallo de la CSJN. “No sé si hay conexión directa o inmediata en términos lineales”, comentó.
Un clima de reencuentro en el peronismo

El gobernador y el titular del PJ bonaerense son dos de las figuras más importantes del arco opositor. Junto al tigrense Sergio Massa, representan tres polos del justicialismo en el distrito más poblado del país: La Cámpora, el Movimiento Derecho al Futuro y el Frente Renovador. Hasta la inhabilitación de CFK, las tres vertientes estaban en medio de una negociación bastante tensa por el cierre de listas (para las elecciones desdobladas del 7 de septiembre).
Las prioridades cambiaron desde la tarde del martes; al menos en el corto plazo. Desde la instalación permanente de Cristina en su domicilio de la calle San José, las distintas corrientes coinciden en su reconocimiento a la dos veces presidenta. También intercambian gestos que buscarían descomprimir, como un saludo enviado por WhatsApp de Andrés Larroque a Máximo Kirchner: lo leyó en el aire de C5N el periodista Gustavo Sylvestre.
Cristina, mientras tanto, sigue apareciendo en su balcón, para saludar una vez por día. Allí, en ese rincón del barrio porteño de Constitución, la vivan manifestantes que permanecen o circulan. El último miércoles llegó hasta ese lugar una columna proveniente del otro lado del Riachuelo. El intendente Jorge Ferraresi estaba en primera fila. La delegación recorrió a pie seis kilómetros desde la sede del PJ de Avellaneda. La caminata colectiva terminó en las inmediaciones del departamento de Cristina, a metros de la Facultad de Ciencias Sociales.
El clima de épica y reencuentro se alimenta de lo que muchos leen como una agresión extrema contra todo el peronismo. Eso sí, en segundo plano subsiste algún nivel de competencia. Algunos creen que el realineamiento puede derivar en lugares insospechados. Los más entusiastas, esperanzados, hablan de la esquina de San José y Humberto I y recuerdan el balcón de Gaspar Campos, en Vicente López, o la famosa quinta Puerta de Hierro de Madrid, residencia de Perón en el destierro.
Circulan reflexiones, advertencias; algo similar ocurre entre intelectuales y artistas que se sienten parte de la oposición. Exembajador en México, Carlos Tomada encuadró el fallo contra CFK en “la larga historia de ataques al peronismo”. “Es un ejemplo claro de hipocresía, cinismo y venganza clasista”, consideró el también exministro de Trabajo tras una consulta de este diario. Y amplió: “El tema de la supuesta corrupción fue siempre el argumento para ir en contra de los gobiernos populares y se inscribe en la línea de la que fueron víctimas Yrigoyen y Perón, y que dio lugar a la dictadura cívico-militar”.
Desde el ámbito universitario, la socióloga María Pía López alertó por el “ataque múltiple” que reciben cotidianamente los sectores populares. “Ese ataque es resistido con conflictos parciales, que algunas personas, sectores y movimientos intentan unificar. Pero esa unificación no se realizó del todo”, analizó. Para López, la resistencia al mileísmo “está en un proceso muy abierto”. “Detrás de lo de Cristina hay un intento de disciplinamiento social: se juega la lucha de la clase dominante contra las clases populares”, resumió la docente, quien fue muy amiga del recordado Horacio González.
Fuente Tiempo Argentino