Los tiempos se aceleran y el clima interno está cambiando, para bien. El peronismo de la provincia de Buenos Aires se prepara para definir una estrategia común, con acuerdo de todos los sectores. En las elecciones locales del 7 de septiembre habrá una lista conjunta, eso ya está resuelto. Resta acordar cómo se distribuirán los espacios en cada una de las ocho secciones electorales. Si, como todo indica, Máximo Kirchner va como primer candidato por la tercera sección (sur del conurbano), la primera (norte y oeste del GBA) será encabezada por un dirigente cercano al gobernador Axel Kicillof. El trazo grueso se terminará de ajustar en las próximas horas: entre este fin de semana y el lunes.
Los plazos, mientras tanto, imponen su ritmo. El martes sesionará el PJ bonaerense en la sede nacional de la calle Matheu, en el barrio porteño de Balvanera. El encuentro será entre presencial y por Zoom, lo que en el ámbito universitario llaman formato híbrido. La actividad, otro mojón para la inscripción de alianzas y candidaturas (9 de julio y 19 del mismo mes), responde a una obligación legal: el justicialismo de la PBA debe reunir a sus congresales partidarios para aprobar a mano alzada y con quórum de los presentes la adhesión a un nuevo frente o alianza electoral.
Ese congreso, por las urgencias del almanaque, también tiene fecha. Los 930 congresales del PJ bonaerense ya fueron convocados para el próximo sábado 5 de julio, con dos llamados sucesivos (como establece la justicia electoral) a realizarse a las 10 y a las 12 en un encuentro al que podrá asistirse de forma presencial o también participar por videoconferencia. La citación es al Teatro Municipal Enrique Santos Discépolo del partido de Merlo, ubicado en la calle Colón 600 de esa ciudad, oeste del conurbano.
La primera señal de la unidad que se está gestando ocurrió también en Matheu 130. Fue el viernes último, cuando el propio Máximo, como titular del PJ provincial, recibió allí a unos 20 partidos con personería vigente en PBA que en el proceso electoral de 2023 formaron parte de Unión por la Patria. Todas las fuerzas presentes adhirieron a la campaña nacional “Argentina con Cristina”. Se comprometieron a llevar adelante una serie de acciones en rechazo a la condena e inhabilitación especial perpetua de la dos veces presidenta.
Junto al anfitrión PJ estuvieron el Frente Renovador, Principios y Valores, Patria Grande, Kolina, Partido de la Victoria, Partido Solidario, Nuevo Encuentro, Frente Grande, Partido Intransigente y el Partido Comunista, entre otros. Esa cita en Matheu fue escenario de múltiples gestos, tanto por lo que ocurrió puertas adentro como por los dichos pronunciados al salir. El primer gesto político resultó la llegada en bloque -simultánea y con todos los apoderados juntos- de los partidos que forman parte del Movimiento Derecho al Futuro (MDF), la corriente de Kicillof.
Quienes se presentaron en Matheu por el «axelismo» fueron el intendente de Ensenada, Mario Secco (en representación del Frente Grande), y el titular del Instituto Provincial de Asociativismo y Cooperativismo, Gildo Onorato, integrante del Movimiento Evita y apoderado del partido Patria de los Comunes. También lo hicieron autoridades de Unidad Popular, Partido Federal y ParTE (partido del Trabajo y la Equidad), fuerzas que adhieren al MDF.
Onorato, en diálogo con Tiempo, resaltó que la intención de las fuerzas del espacio axelista es “acompañar” y “reforzar” el desarrollo de la campaña por la libertad de Cristina. “Es uno de los temas que va a estar presente todo el año y en la campaña electoral”, sostuvo. Además planteó que el encuentro del viernes “fue un primer paso para la constitución de un proceso de ‘listas conjuntas’, como las llama el gobernador”. Y agregó: “Todos entendemos que el objetivo es enfrentar a Milei, derrotarlo y defender a los bonaerenses de la motosierra”.
El segundo gesto fue más directo y mostró la voluntad frentista y el espíritu conciliador que priman en el peronismo desde que CFK quedó recluida en San José 1111. Lo protagonizó el propio Secco, considerado un «halcón» del kicillofismo. “Estamos todos en la misma sintonía: Cristina es el faro y no vamos a permitir que la dejen sola. No la vamos a dejar tirada”, dijo el jefe comunal a los periodistas al retirarse del encuentro del viernes en la sede partidaria de Matheu.
Efecto CFK
Ayer fue un día muy activo para el peronismo de la provincia más grande y poblada del país. En varias locaciones se analizaron detalles y temas pendientes de la campaña por venir. Así sucedió en La Plata, donde Kicillof se reunió con algunos intendentes muy cercanos; también en Avellaneda, donde gobierna el intendente Jorge Ferraresi y donde ayer estuvo el propio Máximo, que participó de una jornada solidaria en el barrio Villa Tranquila junto al senador provincial Emmanuel Santalla, otro dirigente de La Cámpora.
Otra locación en la que se abordaron cuestiones ligadas a la puja electoral que se viene fue el country isla del Sol de Tigre, donde vive Sergio Massa. Según pudo saber Tiempo, Kicillof estuvo reunido cara a cara con los jefes comunales más próximos; Máximo, en tanto, participó de la primera jornada de la campaña “Argentina con Cristina” pero también preparó las definiciones de la semana a través de sucesivas comunicaciones telefónicas. Massa, con las mismas prioridades, se rodeó de su equipo más cercano.
En los tres campamentos (por decirlo de algún modo) circulan informes de opinión pública que hicieron crecer el optimismo. Son estudios cuantitativos, realizados a partir de muestras muy numerosas, e indican que la prisión domiciliaria y la proscripción de CFK produjeron un revulsivo emocional entre los votantes que, en general, tienden a votar al peronismo. Una porción de esos votantes, en este contexto económico y social, duda (o dudaba) si asistir o no a las urnas. Ahora, por la prisión e inhabilitación de Cristina, quiere ir a votar.
Los relevamientos diarios que detectaron ese fenómeno (habrá que ver si definitivo) provienen de la consultora Inteligencia Analítica. La dirige el politólogo Sebastián Galmarini, cuñado de Massa. En los últimos sondeos comprobaron que tras el fallo de la Corte que dejó firme la sentencia contra Cristina se profundizó la polarización entre el peronisimo y La Libertad Avanza. Pero en paralelo creció el pronóstico de participación electoral: mejoró en un 10%. Quienes responden que sí irán a votar el 7 de septiembre llegan ahora al 60%; hasta hace unas semanas ese porcentaje rondaba el 50%.
En el peronismo, pese a las diferencias internas, empiezan a pensar que el panorama puede cambiar. Creen que una suba en la asistencia a las urnas favorece a la oposición a Milei, en particular al peronismo. A esta secuencia la llaman “el efecto Cristina”. “Si vos tenías una participación promedio del 50% y ahora aumenta 10% y de esos 10 puntos te llevás 7, es mucho y puede cambiar todo el escenario”, analizó en diálogo con Tiempo uno de los responsables de indagar con lupa los trackings diarios del humor social.
La cuestión, en todo caso, es si este efecto se mantiene en el tiempo. Para las elecciones del 7 de septiembre restan dos meses y diez días. “Hay que ver si este crecimiento de la predisposición a votar se sostiene de junio a septiembre”, se atajó en diálogo con este diario un jefe comunal de la primera sección electoral. Desde el gobierno provincial, a su vez, plantean que la clave será transformar “la apatía y calentura que hay abajo” en participación el día de la elección.
“Podemos ser muy competitivos en la elección, sobre todo si nos ordenamos. Hay un electorado molesto con la realidad, tipos que no llegan a fin de mes, tipos a los que les fue para la mierda en estos dos años”, confió a Tiempo un miembro del gabinete de Kicillof que ya no oculta su confianza. Desde Escobar, el intendente Ariel Sujarchuk le puso palabras al desafío: “El peronismo siempre tiene chances de ganar si hace las cosas bien. Con firmeza y valentía, generando una nueva épica y atendiendo al reclamo de renovación, una renovación de formas, estilos y discursos, pero nunca de valores, porque denunciar las injusticias es intrínseco al peronismo”, destacó.
Fuente Tiempo Argentino
