Cuando la Argentina se independizó en 1816, el quebracho blanco todavía estaba allí. Estoico, vigoroso, en un lugar que era mayoritariamente campo. Pasaron más de dos siglos, las ciudades fueron creciendo, y el quebracho de 284 años hoy corre peligro de muerte por una obra que busca ensanchar una avenida que corre paralela a este árbol histórico. El lugar en cuestión es Villa Allende, en Córdoba, y los trabajos son impulsados por el Municipio y la Gobernación de la Provincia.
Lo que sucedió cuando se intentó la avanzada sobre el quebracho en la avenida Luchesse fue algo parecido a una rebelión popular. Vecinos se autoconvocaron e iniciaron un acampe, pero hubo más: las ocho empresas de grúas e izajes de la provincia acordaron no formar parte de la obra, para evitar asumir la responsabilidad de quitar el árbol. Contrataron una grúa de Rosario, que este miércoles por la noche intentó removerlo. Tampoco pudo.
Mientras tanto, el acampe continúa. El Gobierno dispuso un numeroso grupo de efectivos de seguridad en la zona y en las últimas horas se llevaron a un manifestante detenido: la policía de Córdoba detuvo a Juan Carlos Moreno por resistencia a la autoridad. El hombre de 42 años cruzó su automóvil en el único paso que tenía la retroexcavadora para sortear el vallado perimetral y acceder a operar sobre el histórico quebracho blanco de Villa Allende. Alrededor había una decena de camionetas de la fuerza policial, infantería, escudos antipiquetes, la división canes y caballería. El operativo fue completado por el grupo ede élite ETER, el responsable de la detención.
Al igual que la periodista Silvia Majul, detenida días atrás en circunstancias similares, Moreno no pertenece al grupo del acampe. Se acercó, como muchos otros, de forma espontánea a defender al símbolo de la localidad. “Fue muy maltratado. Le pegaron con palos en el auto, lo amenazaban con romperle los vidrios”, contó a la prensa Rogelio Liendo, un abogado que forma parte del acampe y que terminó constituyéndose en el representante legal de Moreno, a quien conoció en ese momento.
El quebracho resiste
Todo estaba previsto para que el trasplante se concretara a las 17 de este miércoles. Pero el viejo árbol se “resistió” a dejar su histórico lugar. Con una enorme grúa en el lugar dispuesta a trasladar el añoso ejemplar, los técnicos a cargo de la tarea se encontraron pasadas las 18 con una gruesa y profunda raíz ubicada exactamente debajo del árbol. A pesar de varios intentos, la raíz no pudo ser sacada, y el quebracho siguió allí, inquebrantable, dispuesto a “resistir” el traslado.
Antes, la copa había sido podada para alivianar el peso de la carga que tendría que elevar la grúa. Unos metros más allá, otro enorme pozo esperaba al quebracho una vez que fuera removido de su sitio original.
Pasadas las 20, cuando se acabó la luz solar, los técnicos colocaron potentes reflectores para permitir que máquinas y operarios siguieran trabajando.
La inesperada raíz seguía firme y a las 21 los encargados del operativo decidieron volver a asegurar el árbol, con la intención de continuar con los trabajos este jueves.
El quebracho blanco está sobre la traza de la obra de ampliación de la avenida Luchesse. La empresa dueña de la grúa retiró la maquinaria luego de más de 11 horas de trabajo. Según medios locales, la compañía Jorba reiteró que “no participó ni avaló la extracción del árbol”.
“Una de nuestras grúas fue inicialmente contratada para tareas generales de izaje, pero una vez tomada conocimiento del verdadero objetivo de su uso, se canceló la prestación del servicio de inmediato y se retiró la maquinaria del lugar”, indicaron en un comunicado.
“Lamentamos profundamente cualquier confusión generada y reiteramos que Jorba no apoya ni ejecuta acciones que atenten contra la preservación de árboles históricos, ni del entorno natural que compartimos”, completaron.
La defensa del quebracho desde el acampe
«Nuestra postura es que corran la traza y den de baja la cautelar para ingresar al predio a realizar las tareas de cuidado y tapar las raíces del quebrado». Quien lo dice a Tiempo es Luna, una de las autoconvocadas en el acampe que arrancó el 19 de junio. «El grupo que se encontró acá es totalmente autoconvocado, no hay organización, no nos conocíamos de antes, hoy me resulta tan extraño decirlo porque somos una familia ya, que compartimos tantas cosas en el día a día, en guardias nocturnas». En estas cuatro semanas fueron desalojados dos veces. Desde la última orden judicial se corrieron 500 metros, y allí permanecen.
«El quebracho es el quebracho abuelo, blanco, el último de la zona. Tiene 284 años, hoy están queriendo sacarlo por un capricho del Municipio en conjunto con el Gobierno de Córdoba de Martín Llaryora y la ministra de Ambiente, Victoria Flores –remarca–. Su importancia es más que clara, se plantea un tema de reforestación pero no tiene sentido. Vamos a tener que esperar 300 años a que esos quebrachos blancos crezcan para volver a la misma instancia de defenderlos. Es un árbol histórico, tiene que ser declarasdo patrimonio histórico cultural. Trescientos años no tienen costo. No hay un precio de venta para 300 años de historia. Sumado a que es tan simple como correr la traza tres metros, está todo listo para eso».
Y acota: «están los planos presentados. Está en las manos de la empresa Caminos de las Sierras y del intendente, es tan solo un capricho. Es el pueblo tomando el trabajo de los gobernantes: defender lo que hay que defender. Es como una lucha de la racionalidad contra la irracionalidad. Ni te cuento el costo económico que les está llelvando: han tenido que contratar varios ingenieros que han renunciado, ellos no tienen la profesionalidad para hacerlo, contrataron una grúa de Rosario que vino ayer a intentar moverlo y no pudo, más todos los días que llevan trabajando acá en el quebracho que ya son tres semanas. Todos los días las máquinas, los municipales, el ingeniero… y ni hablar de la cantidad de fuerza policial que están llamando, sin ningún tipo de sentido. Somos manifestantes pacíficos, ahora han desmantelado un poco más el circo, pero hay actualmente 6 patrulleros contando una chatas de infantería, han traído canes, caballeriza, todo».
El intendente amenaza con talarlo
En el marco del traslado del quebracho, el intendente de Villa Allende, Pablo Cornet, confirmó que la grúa que estaba realizando el trabajo se retiró y advirtió sobre la complejidad de conseguir maquinarias similares para que hagan el proceso.
“Las empresas se niegan a hacerlo porque son escrachadas. Lamentablemente, si no podemos acelerar el proceso, vamos a tener que talar el árbol, con toda la tristeza que eso representa”, agregó Cornet a La Voz En Vivo.
Además, argumentó que “el vecino de Villa Allende quiere la doble vía. Camino por las calles y lo que quiere es que talemos el árbol y que se libere la ruta”.
«Lo quieren sacar y no saben cómo sacarlo, no tienen el profesionalismo –responde Luna, desde el acampe–. Ayer se presentó una jueza de paz en nombre del intendente a plantearnos de corrernos de la postura de que el quebracho no se toca, por el tema de que las grúas no quieren cerrar, por el costo politico que tendría, entonces nos piden a nosotros mismos, los vecinos autoconvocados por el quebracho, que nos retiremos de nuestra postura. Increíble. Y el segundo punto es que si no estamos de acuerdo con eso lo van a talar, porque son unos ineptos que no pueden sacasrlo, entonces quieren responsabilizar a vecinos autoconvocados de la tala y el asesinato del quebracho blanco. Esa es la situación actual».
El trasplante del quebracho
Según las organizaciones ambientalistas, las posibilidades de que el quebracho blanco sobreviva al trasplante son prácticamente nulas. Por ello venían pidiendo que la empresa a cargo, Caminos de las Sierras, modifique levemente la traza de la obra para esquivar el árbol. Ante la negativa, los reclamos fueron creciendo. Incluso, la campaña por la defensa del quebracho llegó hasta la Conferencia Climática Internacional.
La empresa provincial sostuvo que modificar la traza no era “viable” técnicamente, supuestamente por criterios de seguridad vial y factores colaterales de la obra, como posibles interferencias con otras instalaciones y la eventual necesidad de talar más ejemplares arbóreos si se modifica el recorrido original.
El reclamo en favor del quebracho va en aumento y contó con el apoyo de artistas como Ricardo Mollo, León Gieco, Peteco Carabajal y Raly Barrionuevo, quienes formaron parte de un video en reclamo por la vida del ejemplar.
Fuente Tiempo Argentino
