Detenidos en la Unidad Penal 32 de Florencio Varela, dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), denuncian allanamiento y brutal represión. Sucedió este jueves alrededor de la 5 de la madrugada e interviene el fiscal Christian Granados. Los uniformados dispararon casi 600 postas de goma. “No hicimos un motín como nos están acusando; estamos denunciando hechos gravísimos”, apuntaron.
Hay varios presos heriros de gravedad y otros fueron trasladados. Aseguran que el conflicto se originó por culpa de la corrupción de la propia fuerza de seguridad:” Esto pasó porque los subdirectores y el jefe de penal querían que nos sumemos a la venta de drogas, lo que digo funciona así en todas las cárceles”, denunció una de las víctimas de la represión, en diálogo con Tiempo.
“Me encuentro detenido en la Unida 32 de Florencia Varela, este jueves por la madrugada hicieron un operativo. Hubo un problema con los subdirectores y el jefe del penal. Ellos querían que nosotros le paguemos una suma de dinero que no podíamos pagar, no querían obligar a vender drogas, yo me encuentro en un pabellón de iglesia. Acá hay un referente de 13 pabellones iglesias, se llama Eduardo Correa Porte, fue trasladado y está todo lastimado”, denunció.
Cabe destacar, que circularon varios videos y fotos -a los que este diario tuvo acceso- que las personas detenidas hicieron con sus celulares, en lo que se puede observar a varios presos con graves heridas. Las imágenes y el material fílmico difundido muestran escenas sangrientas, desfiguración de rostro con las postas de goma, entre otras.
El detenido explicó que Correa Porte no permitía que en la iglesia se droguen, ni que roben y tampoco que peleen. “Como estaba todo muy tranquilo, los penitenciarios se sintieron molestos, porque no estábamos en el negocio. Querían que vendamos drogas y que laburemos con los teléfonos para ellos, siempre y cuando se les dé la astilla -dinero- a los subdirectores y al jefe del penal”.
Continuó denunciando. “Pero como nosotros no accedimos a eso, entonces ellos amaron una causa contra la iglesia, vino un allanamiento y nos cagaron a palos a todos los que estamos en los pabellones que componen la iglesia. Se llevaron al líder pastoral, está todo lastimado y cagado a tiros, no se sabes dónde está, ni la familia sabes nada”.
Y terminó.” En este momento me encuentro tirado en la en una cama con golpes y estoy lastimado, no me quieren llevar a Sanidad, estoy engomado -encerrado- en una celda. Necesitamos que los organismos de Derechos Humanos nos visiten y nos brinden ayuda; también que la justicia intervenga con extrema urgencia”.
Fuente Tiempo Argentino