“Renovación o continuidad”. Ese es el concepto central de las elecciones internas de candidatos a diputados nacionales del peronismo chubutense para los comicios nacionales de octubre, que se realizarán mañana domingo en toda la provincia por primera vez en 22 años. Habrá dos listas que enfrentarán a Juan Pablo Luque, exintendente de Comodoro Rivadavia, la ciudad más grande de la provincia, y a su retador, el joven alcalde de la pequeña localidad de Dolavon, Dante Bowen.
Esta elección es una pelea de dos en la que juegan tres. Por un lado, Luque es un dirigente con buen prestigio ganado tras años de militancia y prácticas tradicionales, pero que en estos comicios expresa al establishment pejotista, una nomenclatura endogámica y burocrática que convirtió al partido en un archipiélago de facciones divorciadas entre sí que han perdido casi todas las elecciones de este siglo. De hecho el mismo Luque fue derrotado por Ignacio Torres en las generales de 2023 por la gobernación.
Bowen aparece como una contracara joven que emerge desde la periferia de una pequeña localidad agrícola de cinco mil habitantes en el valle del Río Chubut que gobernó durante tres períodos consecutivos. Pertenece a una generación desvinculada de las viejas conducciones y con su irrupción forzó las elecciones internas que no estaban contempladas; abrió las puertas a organizaciones sociales y populares, además de agrupaciones progresistas y ortodoxas que en los últimos años quedaron al margen del partido por las reyertas internas.
“Uno está parado en el medio y desde allí irradia, mientras el otro va desde la periferia al centro. Luque domina el aparato, la chequera, la estructura y el trato cercano con las petroleras, mientras Bowen camina las calles y empatiza con la base de todo lo que Luque controla en la cúpula”, analizó para Tiempo Argentino un veterano militante de la Cordillera con su corazón puesto en Bowen.
Otro de los militantes consultados por Tiempo, con simpatías personales por Luque, revela su contradicción porque entiende a los dos candidatos con identidades políticas similares y como parte de un mismo proyecto sin grandes diferencias. Aunque acepta que su favorito está rodeado de todos los derrotados en 2023, provinciales y municipales, igual lo milita porque le asigna mayor capacidad de construir poder para enfrentar a Torres en 2027.
El tercer jugador que interviene indirecta pero no solapadamente en este partido es el gobernador neoliberal de Chubut, Ignacio Torres, quien claramente eligió a Luque como su contendiente para octubre. Resulta evidente cómo la cadena paraoficial de medios y redes que lo protege ignora la campaña de Bowen y cubre la de Luque. Al menos un par de veces a la semana hace referencias al candidato de Comodoro Rivadavia y lo sube al ring iluminado como opositor, pero jamás se refiere al joven de Dolavon: lo ignora e invisibiliza.
Luque y Torres se han entendido reiteradamente desde 2023 en acuerdos que se tradujeron en acciones legislativas, en ocasiones cuestionadas. A Bowen solo lo ha tratado como intendente de una pequeña localidad.
Los perfiles de los candidatos en Chubut
Abogado de la Universidad Católica, de 48 años, casado y con una hija, Luque construyó su camino como dirigente por 15 años del club Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia y transitó todos los pasos desde concejal (2011-2015); viceintendente (2015-2019), e intendente (2019-2023) hasta perder la carrera por la gobernación contra Torres en buena medida, explican militantes, por haberse abrazado en una alianza inexplicable con el exgobernador Mariano Arcioni (2016-2023).
Escribano de las petroleras y mineras, Arcioni es considerado casi por unanimidad como el peor gobernador de la historia de Chubut, que tuvo el mérito inigualable de haber quebrado a la segunda mayor provincia exportadora de petróleo de la Argentina, paralizó por un año la Educación, la Salud y la Justicia y llegó a deber más de seis meses de salarios a los estatales.
Bowen ganó en 2015 la primera de sus tres intendencias de Dolavon a los 27 años, poco después de regresar a su pueblo natal desde la Capital Federal donde estudió abogacía en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y desplegó una militancia estudiantil durante la que conoció a su esposa Rosario, madre de sus dos hijos. La política universitaria lo llevó en 2012 al cargo de asesor de la vicejefatura de Gabinete durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
Descendiente directo de los colonos galeses llegados a Chubut en el siglo 19, tiene igualmente en su mochila electoral de 2025 algunas piedras incómodas como lo son personajes del viejo peronismo que buscan un camino de retorno, como el exintendente de Trelew, Gustavo Mac Karthy, convertido sin éxito en libertario para acceder a un cargo que no alcanzó, y esposo de la Ministra de Desarrollo Humano del Gobierno de Torres, la también experonista Florencia Papaiani.
En estas elecciones chubutenses, que expresan de alguna manera lo que puede suceder en más de un distrito del país por la naturaleza de la confrontación, están habilitados para votar 46.445 afiliados y afiliadas, que lo podrán hacer entre las 8 y las 18, en 69 mesas de 54 escuelas de toda la provinciacon un nuevo modelo de boleta única. Las tendencias irreversibles se esperan para las 21 gracias a la sencillez del recuento y a que se presume que habrá un alto ausentismo, mayor al 50 por ciento de los afiliados.
Fuente Tiempo Argentino