Las horas oscuras de Milei

Cuando las variables empeoran día a día, y cuando la escala del deterioro se multiplica exponencialmente, solo resta rezar. Es lo que viven los gobiernos en crisis. Pero antes de llegar a esa fase, basada en el pensamiento mágico, siempre queda la opción, o la ilusión, de un salvavidas inesperado. Que aparezca un factor externo que ayude. Como una inyección de fondos de un nuevo prestamista de última instancia para evitar el hundimiento, que para el caso de la Argentina actual sería la imposibilidad de pagar deuda.

La encrucijada que el gobierno de Javier Milei atraviesa en estas horas -sus horas más oscuras- está concentrada en el dilema sobre el uso de las reservas (escasas).

Las divisas con las que cuenta el Estado argentino -el Tesoro y el Banco Central– se venden para frenar la cotización del dólar en el tope de la ‘banda’ según los principios del programa monetario. Pero esos recursos, y aquí está el problema, son los mismos que el país debería usar para afrontar los vencimientos de deuda que se acercan.

Son horas inciertas que reflejan crudamente la insustentabilidad del plan: el miércoles, el BCRA se desprendió de 53 millones de dólares; el jueves la venta fue de 379 millones. Y todavía restan 27 ruedas cambiarias -incluyendo este viernes- para llegar a las elecciones nacionales del 26 de octubre.

Tras varios días de silencio mediático, el ministro de Economía Luis Caputo intentó instalar un horizonte con la expectativa de romper la dinámica exponencial en curso.

“Vamos a vender hasta el último dólar en el techo de la banda. El programa se diseñó así y está hecho para que los dólares, tanto del Central como los que hemos comprado, sirvan para defender el techo de la banda”, aseguró el jueves por la noche durante una visita con su equipo a los estudios del streaming mileísta ‘Carajo’.

Exactamente a la misma hora las usinas oficiales echaron a rodar una versión, de la que dio cuenta el diario Ámbito Financiero: según esa hipótesis, los gobiernos de Argentina y EEUU estarían preparando una nueva bilateral de Donald Trump y Milei para las próximas semanas.

De concretarse ese encuentro, según esta versión, podría anunciarse un préstamo a modo de salvataje para la Argentina otorgado por el Tesoro estadounidense. En abril pasado, la agencia Bloomberg había informado sobre unos dichos atribuidos al titular del Tesoro, Scott Bessent, y aparentemente pronunciados en un encuentro privado del banco JP Morgan.

Bessent había dicho allí que la administración de Trump estaría dispuesta a usar el Fondo de Estabilización Cambiaria para ofrecerle una línea de crédito a la Argentina en el caso de que “problemas ajenos a la voluntad del país” pusieran en riesgo “la recuperación económica”.

Aquel antecedente -la publicación de Bloomberg más todas las réplicas que tuvo en el país- reflejó que Washington no descartaba, incluso cinco meses atrás, que al elenco de Milei le podrían surgir graves problemas económicos. Lo tenía en su baraja de posibilidades.

Y es así. Uno de los principales inconvenientes de la Argentina es la curva de vencimientos que se le vienen. Deuda con bonistas privados, deuda con el FMI. Se trata -se sabe- de una cuestión estructural.

Si de deuda y canjes se trata, esta semana no pasó desapercibido un apartado incluido en el proyecto de ley de Presupuesto 2026 impulsado por la Casa Rosada y presentado por el propio Milei en un mensaje televisado por cadena nacional. Se trata del artículo 55, que modifica las condiciones para hipotéticas reestructuraciones de deuda.

En ese punto del proyecto se establece que en el caso de promover canjes o reestructuraciones de deuda la Argentina ya no tendrá que cumplir con el requisito obligatorio (fijado también por ley) de mejorar al Estado nacional al menos dos de las tres condiciones iniciales, a saber: reducción de capital, ampliación de plazos y baja de tasa.

Toda la dirigencia política observó en las últimas semanas la fragilidad y volatilidad del programa financiero: contener un dólar frenado artificialmente hasta el domingo 26 de octubre se vuelve imposible si al mismo tiempo se pretende mantener reservas, necesarias para los próximos vencimientos de deuda.

Un referente territorial del PJ, por caso, confió a Tiempo que ante la “imposibilidad de encontrar la salida” por parte de Balcarce 50 considera bastante probable y hasta lógico que “el Tesoro de EEUU concrete su promesa y les mande guita”.

“Ellos van a tratar de llegar al 26 de octubre manteniendo el techo de la banda, pero van a ir perdiendo millones y millones de dólares”, analizó el representante justicialista, que integra la provincia de Buenos Aires y proviene de la Tercera sección (sur del GBA).

En materia política, la derrota mileísta por casi 14 puntos en la PBA más las crecientes dificultades económicas y financieras (disparada del riesgo país, que cerró en 1453 puntos básicos; desplome de los bonos argentinos) configuran un combo que alienta, como contrapartida lógica, la expectativa de mejores tiempos para las distintas variantes de oposición.

La ilusión del relanzamiento

Un dato que tampoco pasó inadvertido es la declinación de la imagen positiva de Milei que vienen mostrando las encuestas realizadas en Córdoba. La provincia mediterránea, centro geográfico del país, es clave para el fenómeno libertario: en el balotaje del año 2023 le aportó a Milei uno de los resultados más contundentes a favor (74% de los votos).

Milei llegará este viernes a la capital cordobesa con la intención de relanzar la campaña. Primero estará en la Bolsa de Comercio; luego encabezará un acto en el Parque Sarmiento. Se descuenta que será la primera de varias recorridas e incursiones por el país, para empujar a los candidatos de La Libertad Avanza.  

Un experimentado integrante del peronismo cordobés que supo estar cerca del fallecido José Manuel de la Sota dijo a este diario que en tierras cordobesas la imagen de Milei viene bajando. Desde un punto de partida muy alto, eso sí. “Es llamativo que el gobierno provincial (de Martín Llaryora) no está publicando encuestas”, deslizó el mismo interlocutor, con algo de misterio.

El desembarco de Milei en Córdoba tiene otro foco de interés: llegará a un territorio clave para el polo ‘de centro’ bautizado “Provincias Unidas”, un espacio intermedio que busca terciar entre LLA y el peronismo-kirchnerismo a partir de las figuras de Juan Schiaretti, primer candidato a diputado nacional, y los gobernadores Maximiliano Pullaro (Santa Fe) e Ignacio “Nacho” Torres (Chubut), entre otros.

En diálogo con Tiempo, el veterano del PJ cordobés recordó que su provincia es, además, el lugar de origen de dos empresarios de mucha fortuna que integran el selecto ránking de la revista Forbes: son Luis Pagani, del Grupo Arcor, y Roberto Urquía, de Aceitera General Deheza.

Los distintos sectores del establishment están inquietos por el deterioro de las variables financieras: les inquieta su espiralización, la conjunción con la visible pérdida de poder político. Un termómetro para calibrar el futuro será lo que ocurra durante la estadía cordobesa del expanelista, hoy primer mandatario.  

“La visita de Milei a Córdoba dará la pauta si logra levantar la lista (de diputados nacionales de LLA, que encabeza el abogado Gonzalo Roca) o la lista se cae definitivamente”, vaticinó el dirigente de la tierra del cuarteto, de Talleres y Belgrano, y de la más antigua tradición universitaria.

Foto: Antonio Becerra

Fuente Tiempo Argentino

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