La joya formaba parte de los efectos personales que el emperador tuvo que dejar en su huida por la llanura de Waterloo. Más de dos siglos después de la batalla, se vendió la joya que había sido recuperada por el ejército prusiano.
Fuente Ambito
La joya formaba parte de los efectos personales que el emperador tuvo que dejar en su huida por la llanura de Waterloo. Más de dos siglos después de la batalla, se vendió la joya que había sido recuperada por el ejército prusiano.
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