No solo cumplen un rol fundamental en la rehabilitación de los pacientes, son los que realizan un cuidado integral y mayor cantidad de tiempo dedican a los internados. La gran mayoría no comprende cómo las y los enfermeros no son reconocidos como profesionales de la salud en la Ciudad de Buenos Aires. Pero la crisis en el sector no solo ocurre en CABA. Desde la llegada de Javier Milei a la presidencia, el gobierno nacional, en sintonía con el Ejecutivo porteño, aceleró la precarización como nunca antes.

La brecha de salarios y derechos entre enfermería y otras profesiones de la salud sigue siendo injustificada e históricamente desigual. En el Día Nacional de la Enfermería aseguran que no hay nada que festejar.
“Desde el SITRE tenemos afiliados tanto en Capital Federal, en Provincia de Buenos Aires y varias jurisdicciones del país. Particularmente en la Ciudad de Buenos Aires, la problemática que viene de arrastre es la de la inclusión a la carrera profesional. El año pasado el gobierno de la Ciudad creó una tercera carrera paralela, exclusiva de enfermería, para seguir manteniéndonos afuera de la carrera profesional. Y la brecha con los otros profesionales sigue siendo enorme”, recordó a Tiempo Christian Acosta, Secretario General del SITRE (Sindicato de Trabajadores de Enfermería).
Enfermería, vocación de riesgo
En muchas jurisdicciones, los equipos de enfermería trabajan con dotaciones insuficientes, cubriendo múltiples roles sin una compensación adecuada. La falta de estabilidad, la sobrecarga laboral y la ausencia de reconocimiento profesional generan agotamiento físico y emocional, deteriorando la salud de quienes sostienen el sistema.
“Acá en CABA, en algunos casos estamos cobrando la mitad del salario que nos correspondería por estar en la carrera profesional. Y en otros varía entre el 40 y el 60% de diferencia. Ni hablar de las condiciones de trabajo. Otro de los grandes problemas que tenemos es que las condiciones de enfermería, a pesar de haber creado una carrera exclusiva, no las negocia ningún enfermero o enfermera. Las negocian terceros, comandados por SUTECBA, que claramente que no entienden nuestra dinámica y forma de trabajo”, agrega.
Desde que se aprobó la Ley 6035 en 2018 la enfermería viene reclamando ser incluidos en la carrera profesional de salud. Durante todos estos años realizaron movilizaciones masivas, campañas de firmas, acciones públicas y varios fallos judiciales a favor.
“Pero también nos toca pelear contra de la Ley 6767, incluso hemos presentado ante la Justicia un recurso para que la declare inconstitucional. Tenemos que seguir peleando por la inclusión a la carrera profesional hospitalaria, porque somos un solo equipo de salud, y tiene que haber una sola carrera, con paritarias y aumento salarial para todos”, dijo a éste medio Andrea Ramírez, titular de ALE (Asociación de Licenciados en Enfermería).
Ramírez recordó que la Enfermería tuvo dos fallos judiciales que les dieron la razón y ordenaron al Gobierno de la Ciudad avanzar con la equiparación salarial.
“Primero Larreta, ahora Macri y siempre Quirós apelaron cada resolución para seguir estirando una injusticia que ya nadie puede justificar. Por eso, en nuetsro Día Nacional, seguimos de pie y vamos a seguir. Porque lo que pedimos es justo: nuestro reconocimiento profesional, laboral y salarial”, remató.
Crisis generalizada en la salud
Tanto en el ámbito privado como en el estatal, municipal, provincial y nacional, los salarios están a la baja y congelados. “Lo de los municipios es tremendo. Tenemos más de 2.000 municipios en todo el país y la mayoría tienen sueldos de hambre que promedian los 500.000 pesos, con condiciones de trabajo deplorables. Ponen a nuestro colegas en el escalafón municipal, sin distinguir que si una persona cursó estudios universitarios, que tiene una responsabilidad y una tarea de riesgo”, explicó Acosta.
En el mismo sentido, Ramírez fue contundente: “La realidad es clara y hoy una enfermera o enfermero en la Ciudad cobra menos de la mitad que otros profesionales que realizan tareas de igual responsabilidad, a pesar de que cumplimos todos los requisitos académicos y legales para ser reconocidos bajo la misma ley”.
Fuente Tiempo Argentino






