Una pequeña ciudad del interior del estado de San Pablo, en Brasil, empezó este miércoles a vacunar a toda su población mayor de edad como parte de un inédito
estudio clínico para analizar el impacto de la inmunización a gran escala para el control de la pandemia de coronavirus.
Aunque la falta de nuevas dosis amenaza los planes de vacunación en gran parte de Brasil, el Instituto Butantan, de San Pablo, que tiene un acuerdo con el laboratorio chino Sinovac para la producción de la vacuna inició este miércoles su ambicioso Proyecto S. El objetivo es aplicar en dos meses las dos dosis de vacuna a 30.000 de los 50.000 habitantes de Serrana, una ciudad a 300 km de la capital paulista.
Para su ejecución, fueron destinadas 60.000 dosis de la vacuna CoronaVac, desarrollada por el laboratorio chino Sinovac, con la que el estado más poblado de Brasil inició la vacunación en enero de este año.
“No se trata de una vacunación en masa simplemente. El estudio tiene por objetivo ver la efectividad de la vacunación en una comunidad y con eso identificar hasta qué punto la inmunización individual tiene efecto colectivo”, explicó Ricardo Palacios, director de Estudios Clínicos del Instituto Butantan.
Las autoridades sanitarias esperan que el estudio, en el que trabajan más de 500 personas y que debe extenderse por un año y medio, permita identificar el flujo de la tasa de transmisión del virus en una población inmunizada, el comportamiento frente a nuevas variantes del covid-19, el número de personas que deben ser vacunadas para interrumpir la circulación del virus y el impacto económico de esta estrategia.
El gobernaor de San Pablo, Joao Doria (der) y el director del Instituto Butantan, Dimas Covas, explicaron el miércoles los objetivos del plan de vacunación masiva en Serrana. Foto: AP
“Es un estudio inédito en el mundo”, aseguró el gobernador de San Pablo, Joao Doria, en una rueda de prensa el miércoles, antes del inicio de la vacunación. Y señaló que marca la “victoria de la ciencia brasileña”.
“Con la eficacia y seguridad de la vacuna del Butantan ya comprobadas, el estudio ahora va a verificar el control de la diseminación del virus y la reducción del contagio”, agregó.
Cómo es el plan
La ciudad fue dividida en cuatro sectores y la vacunación se realizará durante las próximas ocho semanas en ocho escuelas del municipio.
Los que recibirán la inyección son todos los mayores de 18 años con excepción de las mujeres embarazadas, lactantes y personas con enfermedades graves.
Dimas Covas, director del Instituto Butantan, asociado al gobierno de San Pablo, explicó en la rueda de prensa que Serrana fue elegida para este estudio, que supone la primera experiencia de vacunación en masa de Brasil, por ser una ciudad pequeña, tener una buena estructura hospitalaria, estar próxima a un centro de investigación y por su alta tasa de incidencia de covid-19.
La iglesia y una vista aérea de Serrana, la ciudad del estado de San Pablo donde se hará un inédito ensayo sobre la vacunación masiva contar el Covid-19. Foto: AP
Según los cálculos del Instituto, los primeros resultados del proyecto estarán disponibles dentro de 12 semanas.
Serrana registra una tasa de 5.248 contagios por cada 100.000 habitantes, actualmente el índice más alto entre los municipios paulistas, dijo Covas.
Desde el inicio de la pandemia hace un año, esta ciudad registró 2.367 casos y 52 muertes. Brasil ya registra más de 240.000 muertos y casi 10 millones de contagios.
En poco más de un mes, más de 5,5 millones de brasileños (2,6% del país) han sido inmunizados con CoronaVac y la vacuna desarrollada por Astrazeneca y Oxford.
“Estamos muy optimistas en participar en un proyecto de investigación que podrá servir de parámetro para el enfrentamiento de la covid-19 no solo en Brasil, sino en el mundo”, señaló a la agencia EFE el alcalde de Serrana, Léo Capitelli.
Trabajadores del Instituto científico Butantan, en San Pablo, empacan dosis de la vacuna contra el coronavirus que produce junto con el laboratorio chino Sinovac. Foto: REUTERS
Falta de dosis y campaña en riesgo
Sin embargo, a exactos 30 días desde el inicio de la campaña nacional de vacunación, el pasado 17 de enero, la falta de nuevas dosis amenaza la continuidad de la inmunización en parte del país.
En momentos en que Brasil vive su pico más intenso de la pandemia, al borde de los 10 millones de infectados y con más de mil muertos diarios, al menos seis de las 27 capitales del país, entre ellas Río de Janeiro, fueron obligadas a suspender la vacunación debido a la ausencia de antígenos.
Autoridades y expertos atribuyeron la paralización y la lenta marcha de la vacunación nacional a la falta de planificación y gestión del gobierno de Jair Bolsonaro.
La Confederación Nacional de Municipios denunció que el Ministerio de Salud “ha ignorado repetidamente” a los alcaldes y no realizó la gestión necesaria para la adquisición de antígenos porque “su mando no creía en la vacunación como salida a la crisis”.
Hasta el momento, el Ministerio de Salud ha distribuido 12 millones de dosis (2 millones del laboratorio anglo-sueco AstraZeneca y 10 millones de la Coronavac), una cantidad que fue suficiente para vacunar a cerca de 5,5 millones de personas, equivalentes a poco más del 2,5% de los 212 millones de habitantes del país.
A ese ritmo, Brasil sólo conseguiría vacunar al 70% de su población en 2024, aunque expertos consideran que el proceso podría acelerarse a partir de la próxima semana, cuando serán distribuidos los primeros lotes de vacunas fabricados localmente.
En ese sentido, el gobernador paulista anunció este miércoles que el Butantan entregará a partir del próximo martes 3,4 millones de dosis de la Coronavac al Ministerio de Salud, lo que permitirá que las ciudades reanuden sus inmunizaciones, mientras que 46 millones de vacunas deberán estar listas hasta abril.
Problemas políticos y logísticos
A la escasez de los antídotos -un problema común a varios países del mundo- se suma otros factores, como la falta de logística, la demora del gobierno en presentar un plan nacional de inmunización y la judicialización de la vacunación, ya que varios asuntos relacionados a los inmunizantes llegaron a los tribunales.
“Nuestra red de salud no estaba preparada ni capacitada, pese a que sabíamos por lo menos desde hace medio año que tendríamos que hacer esas campañas de vacunación. Faltó planificación, faltó logística, y eso retrasó todo el proceso”, explicó a EFE el presidente de la Sociedad Brasileña de Inmunizaciones, Juarez Cunha.
Evaluó, sin embargo, que Brasil “tiene espacio y capacidad” para avanzar rápidamente en la vacunación, sobre todo gracias al Programa Nacional de Inmunización, considerado un referente mundial y que tiene una autonomía para aplicar más de dos millones de dosis diariamente.
“Una vez que haya insumos, que tengamos vacunas disponibles y personal suficiente para auxiliar los profesionales de salud, el programa tiene todo para despegar”, aseguró Cunha.
Fuente: AFP y EFE
CB
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