El dato llegó desde la Asociación de Médicos de la Actividad Privada (AMAP) y lo ratificó la Unión Argentina de Entidades de Salud (UAS), que representa básicamente a las
title=”prepagas”>prepagas. Dicen que de los 20.000 trabajadores de la Salud de clínicas y sanatorios porteños, el 35% no recibió todavía ninguna vacuna (o sea, ni una sola dosis) contra el coronavirus.
Al cierre de esta nota, Clarín no había podido ratificar esta información con el Ministerio de Salud de la ciudad de Buenos Aires. Y desde la cartera nacional explicaron que no manejan datos discriminados por sector (público o privado).
El dato sorprende por al menos dos razones. La primera es que desde el ministerio que conduce Fernán Quirós informaron el miércoles a este medio que la primera etapa de vacunación (con la dosis 1) del personal de la Salud de CABA ya estaba casi completa. Incluso aclararon que solo faltaba un grupo menor, “de licencia”. En la medida en que el Gobierno porteño suministra las vacunas tanto al sector público como al privado (una vez que las recibe de Nación), era lógico suponer que la afirmación involucraba al personal de ambos sectores. Pero no.
La segunda es que si uno de cada tres médicos del sector privado porteño no recibió todavía ninguna dosis contra el Covid, se pone otra vez de manifiesto el debate incómodo de aquellos profesionales de la Salud independientes (excluidos, cabe aclarar, del sondeo que hacen la AMAP y la UAS) que sí se pudieron vacunar con la Sputnik V en el estadio de River, aun sin estar, en muchos casos, en contacto directo con pacientes.
Es el caso de, por ejemplo, terapeutas de distintas ramas que en este contexto atienden personas únicamente en forma virtual. Las razones que llevaron a una estrategia de inmunización fallida, sin contemplar prioridades, parece difícil de comprender.
La vacuna Sputnik V fue la primera utilizada en el país para vacunar al personal de salud. Foto: Bloomberg
El cálculo que manejan en el sector es que los trabajadores de la salud del ámbito privado porteño están divididos en tres grupos. El 35% no habría recibido ninguna inyección. El restante 65% se divide en dos grupos: los que recibieron una dosis y los que recibieron dos. Pasando en limpio, el 30% (del total) recibió una sola dosis. El 35% tiene inmunización completa.
Desde la UAS, Hugo Magonza, explicó a Clarín que “estas cifras son certeras, pero no son universales. Es un promedio de lo que pasa, luego del punteo que hacen desde recursos humanos las distintas entidades”.
Una duda que muchos tienen es si le corresponde a la Ciudad entregar las dosis para los empleados del sector privado. La respuesta es sí: “Un día llaman y te avisan que te van a mandar 200 de la dosis 1 y 100 de la 2. O que no tienen de la 2. Otro día te mandan 100 de la 1 y 50 de la 2… es muy aleatorio”.
A la vez, informaron desde la entidad que reúne a parte importante de las prepagas, “si bien hasta hace unos días, estas personas se vacunaban en las instituciones donde trabajan, hace un par de días la Ciudad avisó que los que no recibieron todavía ninguna dosis, en adelante van a tener que ir a Parque Roca para vacunarse: tendrán que llevar matrícula profesional y un recibo de sueldo o documento que acredite cuál es su empleador”.
Es cierto que muchos médicos y otros trabajadores de la salud de centros privados porteños viven en Provincia. Desde la UAS aclararon que contemplan esas situaciones en el cálculo: “Hay un número, una porción menor del 35% que no recibió ninguna dosis, que podría quizás haberse vacunado en Provincia, donde la vacunación fue más laxa. Pero es una cifra que no mueve el amperímetro”.
Antonio Di Nanno, secretario general de AMAP, aseguró que “la situación es dramática: más del 50% de los profesionales médicos no están siendo atendidos ni vacunados adecuadamente, como indicaban los protocolos, que tendría que haber hecho prioritaria la vacunación en el sector”.
Según el relevamiento de esa asociación, “en el Sanatorio Güemes, que tiene 4.000 trabajadores (1.000 son médicos), el 55% no está vacunado; en el Hospital Naval, hay cerca de 1.500 personas entre médicos y no médicos, y solo 265 recibieron dosis”.
Además, agregó, “en general, en todos los servicios de las Fuerzas Armadas hay muchísimos que no recibieron ninguna dosis. En el Sanatorio Mitre, la mitad está sin vacunar. Y Medicus aconseja a los médicos de los sanatorios de su sistema (Otamendi, Instituto del Diagnóstico, entre otros) que se inscriban en la página del Gobierno de la Ciudad -como empleados del sector público- o lo hagan en la provincia de Buenos Aires, si tienen domicilio ahí”.
Más allá de estos contratiempos, desde la UAS enfatizaron que esperan que “todo se resuelva rápidamente”, ya que es un sector central en la lucha contra el coronavirus, y es evidente que “deben trabajar más tranquilos”.
Las cifras son suficientes para entender el porqué. Según recordaron, “hay dos millones y pico de infectados en el país. Es el 5% de la población. Pero en el sistema de salud, el 20% del sector se infectó. Es cuatro veces más. Simplemente están más expuestos al contagio por el contacto con los pacientes. Pero, además, viajan en medios de transporte todos los días. Es muy distinto de lo que pasa en otras actividades económicas”.
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