Si bien hubo correcciones en el precio de la leche pagada al productor durante enero, no son suficientes para salir del pozo en el que ingresaron ya hace más de un año, debido a que, según señalan desde Caprolecoba «la necesidad de precio está por encima de los $330 por litro», cuando actualmente el promedio de productores percibe alrededor de $250.
A pesar de este importante margen que separa lo que paga la industria frente a la intensión de los productores, hay condiciones climáticas y de mercado que le tienden una mano en esta difícil situación.
Es que en gran parte de las principales cuencas lecheras –salvo excepciones, en regiones donde la reciente ola de calor fulminó las reservas-, las lluvias mejoraron las condiciones del maíz, por lo que la preocupación de disponibilidad de uno de los principales insumos para la alimentación animal, por el momento, no desvela como antes.
Si a esta ayuda agroclimática se le suma el bajo precio que el maíz está obteniendo en los mercados, el panorama del sector, que pintaba muy oscuro durante los últimos meses de 2023, ahora está levemente corrigiendo. “La relación de precios leche/maíz mejora y ya está en 1,7 kgs/litro”, subrayan desde la Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste de Buenos Aires.
La entidad también remarca que hay cuestiones macroeconómicas que atenúan estos incentivos mencionados y que obligan a transitar un contexto tenso . “Es que mercado externo, hoy ofrece mejor negocio que el interno (muy complicada situación social) y que sólo las industrias que exportan, hoy están mejor paradas que las que se dedican al mercado local, las cuales acumulan sobrestocks”, expresaron desde la Caprolecoba.
Al mismo tiempo destacaron que “la baja gradual y sostenida de la inflación, sin saltos devaluatorios, ayudaría bastante, en adelante”.