Seguirá preso el profesor acusado de abuso de un alumno y de grooming contra otro

target=”_blank” href=”https://www.clarin.com/tema/abuso-sexual.html” alt=”abuso-sexual” title=”abuso-sexual” target=”_blank”>abuso sexual de un adolescente de 14 años, grooming y suministro de pornografía infantil agravado.

La medida se conoció esta tarde y fue firmada por la jueza Cristina Lara, que aceptó el pedido de la fiscal de la Ciudad que investiga el caso, Daniela Dupuy, según dijeron fuentes judiciales a Clarín.

Rowek, maestro de lengua de la escuela pública primaria N° 23 “Abel Ayerza” de Villa Devoto​, fue detenido el martes durante un allanamiento en el marco de una causa por enviar material pornográfico a un menor de 13 años.

Pero cuando entraron a la casa los investigadores lo sorprendieron infraganti en la cama con un otro adolescente, de 14.

La investigación se inició el sábado en la Unidad Fiscal Especializada en Delitos Informáticos de la Ciudad de Buenos Aires (UFEDyCI), cuando familiares del niño de 13 hicieron la denuncia en la que adjuntaron los chats de Whatsapp con contenido sexual y erótico entre el profesor y la víctima.

El miércoles, ya preso, durante la indagatoria ante la fiscal Dupuy, Rowek se negó a declarar y quedó detenido en la Alcaidía N° 12.

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En sus redes sociales, el acusado -apodado “Pipi” o “Chicludo”- decía tener “más de 25 años de experiencia en la educación formal y no formal”.

También aclara que es “profesor de enseñanza primaria, especialista superior en tutorías del nivel medio, capacitador en el área de prácticas del lenguaje, técnico en recreación y tiempo libre y director de educación no formal”.

Y además asegura que es “animador de eventos” y “encargado de personal y asistente de dirección en empresa de eventos y catering”.

En las últimas horas se conocieron detalles sobre el paso del docente por distintos establecimientos educativos. Antes del “Abel Ayerza” de Villa Devoto pasó por el Colegio Nacional de Buenos Aires​ (CNBA), en donde al parecer “todos sabían de la conducta de este señor”.

Pero por algún motivo las denuncias nunca salieron a la luz. “Rowek es de esas personas muy hábiles, que de entrada caen bien porque son cancheras, modernas y simpáticas y él supo hacer un trabajo muy fino para pegar onda con sus colegas, con los alumnos y también con los superiores”, dijo una fuente del CNBA a Clarín.

“Nunca hubo elementos contundentes ni una denuncia explícita, pero sí se pedió que se tuvieran los ojos encima controlándolo… A este señor había que reiterarle directivas claras para que no se excediera. Siempre estaba en el borde”, señaló una trabajadora de ese establecimiento en el que el acusado trabajó entre 2009 y 2015.

Además, también trascendió que el maestro habría sido echado de una escuela de educación primaria por “comportamiento deshonesto con varios alumnos de 13 años, después de un viaje de egresados”.

Un padre de la escuela de Villa Devoto donde Rowek trabaja actualmente, le dijo a Clarín: “Se diferenciaba del resto de sus colegas por la manera en que tenía vínculo con los chicos, a los que les prestaba películas, libros y, así, se convertía en el ídolo de todos”, comentó este papá que prefiere mantener el anonimato.

En las últimas horas empezaron a conocerse más testimonios sobre Rowek en las redes sociales, incluso dentro de instituciones de la comunidad judía donde trabajó. Entre otras cosas, preparaba a los chicos para el Bar Mitzvah.

La fiscal Dupuy es la que impulsó la investigación que llevó a la detención del ex pediatra del Garrahan, Ricardo Russo, quien cumple una pena de 10 años de prisión en el penal de Ezeiza por producción, distribución y facilitación de material pornográfico infantil.

EMJ