Con la nueva fórmula de movilidad jubilatoria, el mínimo de septiembre pasaría a $251.427 (en vez del actual $234.540) y el máximo a $1.691.800 (en vez de $1.578.234). Además establece una garantía para cobrar un bono y un aumento retroactivo a abril.
El Senado aprobó este jueves una nueva fórmula jubilatoria que significará una mejora en los ingresos de jubilados y pensionados. Si el presidente Javier Milei no veta la ley, habrá un aumento inmediato de 7,2% de los haberes previsionales del sistema general de la Anses, con efecto retroactivo a abril. El mínimo de septiembre pasaría a $251.427 (en vez del actual $234.540) y el máximo a $1.691.800 (en vez de $1.578.234).
Debido al bajo monto del mínimo, la nueva ley dispone una garantía para que el menor ingreso sea en septiembre de $317.704. Esta cifra es aún mayor a lo que podrían recibir con el esquema actual si el Gobierno se decidiera a dar un bono de $70.000, llegando a un $304.540. Compensación que aún no está confirmada.
Estos aumentos también deberían aplicarse de manera retroactiva a abril, según el texto votado por el Senado. No se aclara cómo debería hacerse, pero sí que el aumento a realizarse a los haberes previsionales de abril será de un total del 20.6%. Si se le descuenta el 13.2% otorgado por el Gobierno, faltaría un 7.2%.
Por lo tanto, el mínimo de abril sería de $183.615 (en vez de los $171.283 abonados). El de mayo, de $203.832 (en vez de $190.141); el de junio, de $221.830 (en vez de $206.931), y el de julio, de $231.102 (en vez de $215.581).
Las claves del proyecto que aprobó el Senado
El Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones establece un esquema que combina el IPC y la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), con un ingreso extra del 7,2% para jubilados y una recomposición a los fondos jubilatorios adeudados a las provincias por parte de Nación por una suma de $703.515 millones.
El proyecto en general fue aprobado por 61 votos a favor y 8 en contra, entre los que estuvieron los siete senadores de La Libertad Avanza y Carmen Álvarez Rivero (PRO), aunque el resto de sus compañeros de bancada acompañaron la reforma jubilatoria. El radicalismo intentó establecer modificaciones de último momento a la redacción que el peronismo no aceptó argumentando que dilataría el aumento de ingresos a los jubilados.
Fuente Ambito