El mundo del fútbol está de luto por el fallecimiento de Sven-Goran Eriksson, exentrenador sueco que dejó su huella en el fútbol europeo y lo sufrió la selección argentina en el Mundial Corea-Japón 2002.
“Ha fallecido apaciblemente esta mañana (del lunes), rodeado por su familia, en su domicilio de Björkefors, cerca de Sunne”, en el oeste de Suecia, indicó el agente.
Además de dirigir a la Selección de Inglaterra, a la que llevó a cuartos de final en los Mundiales de 2002 y 2006, Eriksson tuvo una dilatada carrera como entrenador de fútbol, sobre todo en Italia (Roma, Fiorentina, Sampdoria y Lazio) e Inglaterra (Manchester City y Leicester).
Además de haber sido el primer extranjero en sentarse en el banquillo de Inglaterra, el sueco fue brevemente seleccionador de México (2008), Costa de Marfil (2010) y Filipinas (2018), aunque nunca llegó a ser seleccionador del combinado sueco.
En su etapa final, entrenó a varios equipos del campeonato chino, además de otras experiencias, bien como técnico o como director deportivo, en Emiratos Árabes Unidos y Tailandia.
En febrero de 2023 anunció que se retiraba de la vida pública “por problemas de salud” y en enero pasado reveló en una entrevista a la radio pública sueca le quedaba “un año en el mejor de los casos” de esperanza de vida tras serle diagnosticado un cáncer de páncreas.
Su vínculo con jugadores argentinos
Eriksson fue el primer entrenador que Verón tuvo en Europa. Lo dirigió en la Sampdoria en las temporadas 1996-97 y 1997-98 y fue tal la buena sintonía entre ambos, además de la evidente calidad y jerarquía de la “Brujita” dentro de la cancha, que se volvieron a cruzar poco después en la Lazio.
Juntos, ganaron cuatro títulos en el equipo de la capital italiana: Serie A, Copa Italia, Supercopa de Italia y Supercopa de Europa, todo ello entre el 1999 y 2000. Aquel Scudetto de la campaña 1999-00, el último de los dos que consiguió la Lazio en toda su historia, estuvo comandado por un batallón de futbolistas argentinos: el propio Verón, Diego Simeone, Roberto Sensini y Matías Almeyda fueron parte importante de aquel equipo.
En tanto, José Chamot compartió los primeros meses de Eriksson en el equipo italiano, mientras que Hernán Crespo, Claudio López y Lucas Castromán en la etapa final.
La historia de Eriksson
Nacido el 5 de febrero de 1948 en Sunne, en el oeste de Suecia, Eriksson, apodado “Svennis2, destacó como entrenador después de una modesta carrera como defensa.
En 1977 se convirtió en técnico del equipo sueco Degerfors IF, donde encadenó éxitos y comenzó a llamar la atención de clubes más importantes.
Después dirigió al IFK Goteborg antes de encontrar el reconocimiento internacional al frente del Benfica (1982-1984), donde inició su exitosa carrera en el fútbol europeo.
Cuando anunció su enfermedad, admitió también su amor por el Liverpool y la espina que tenía clavada por no haber podido entrenar nunca a los ‘Reds’.
El Liverpool reaccionó a estas palabras y le propuso formar parte del ‘staff’ durante un partido benéfico en honor a la fundación del club que se disputó en marzo en Anfield y que fue una de las últimas apariciones públicas de Eriksson.
Fuente Ambito