Fernando Cerimedo, estratega de campaña de Javier Milei y referente comunicacional de La Libertad Avanza, asistió al encuentro de la ultraderecha internacional Foro Madrid, que se celebró en el ahora ex CCK el jueves. En diálogo con Tiempo, aseguró que el presente económico del país bajo el gobierno libertario es complicado, pero defiende el ajuste y recesión para no seguir «estancados siempre en lo mismo». También le recomienda al periodismo y la política no preocuparse tanto por las redes sociales, aunque asegura que «nosotros no ganamos la calle» y que precisan del territorio digital para seguir adelante.
En el inicio del la conversación, Cerimedo retoma lo que algunos minutos antes Milei había dicho: «Cualquier persona que no comprenda la enorme responsabilidad de pertenecer a este espacio no tiene nada que hacer en La Libertad Avanza». La interna del partido de gobierno parece seguir en carne viva, pero el especialista en comunicación pone paños fríos sin improvisar por fuera del speech de Casa Rosada.
– Pareció muy marcado el mensaje de unidad y de ordenamiento que hizo el presidente en este encuentro. ¿Le preocupa más el orden hacia adentro o la imagen hacia afuera?
– Hay que empezar para adentro para que se vea bien hacia afuera. Esa es la realidad. Así que el mensaje de Javier espero que haya sido ordenador para todos los individuos creativos que no entienden que llegaron al gobierno gracias a una lucha de mucha gente que llevó el nombre de Milei en la boleta y que los puso en el lugar que están. Hay un objetivo en común, que es luchar por la libertad, transformar el país. Y no puede haber luchas individuales ni egos, por lo menos no en este momento.
Brasil, entre Bolsonaro y Elon Musk
Bolsonaro tuvo a Cerimedo como parte de sus equipos de comunicación. Por ese rol, se lo vincula judicialmente en Brasil con la estrategia -que se considera probada- para provocar una interrupción del proceso democrático luego del triunfo de Lula en las elecciones de 2022. El entrevistado descarta toda preocupación personal por esa causa y pone en primer lugar a las personas exiliadas de ese país en Argentina, condenadas por cargos como «ataque contra la democracia».
– Se pudo ver en este encuentro a muchas personas de Brasil que se exiliaron en Argentina después de las condenas por el 8 de enero de 2023 en Brasilia. ¿Te parece que es una legitimación, un apoyo fuerte por parte del Gobierno?
– Creo que es el lugar de encuentro, no solamente de Brasil o de Venezuela, sino para toda el habla hispana que siente que en Occidente se está perdiendo la libertad, la tranquilidad y la paz que teníamos. Como dijo Abascal, como dijo el presidente Milei: si estamos juntos va a ser más fácil. Y lo único que queremos nosotros es libertad. No hay ningún otro interés político detrás de todo esto. Entonces creo que este tipo de encuentros ayuda a tener este tipo de mensajes. En términos prácticos: déjense de echar las pelotas, júntense, porque el enemigo en frente está organizado, es muy grande, tiene mucho poder, mucha plata, mucho Estado. Y si no nos organizamos, vamos a perder.
– Respecto del cierre de la red social X ordenada por Alexandre de Moraes en Brasil, ¿te parece que va a ser algo definitivo?
– Creo que va a ser una medida que no va a durar. No es sostenible en el tiempo porque está violando derechos constitucionales de Brasil. O sea, el juez no modifica la ley, tiene que hacer cumplir la ley. Está haciendo lo contrario. Él es el que denuncia, él es el que juzga y es el ejecutor.
Entonces, creo que Brasil se va a despertar antes de que pueda venir algo de afuera. Incluso freezó las cuentas de Starlink (empresa proveedora de internet, propiedad de Elon Musk, propietario a su vez de X). ¿Qué tiene que ver Starlink con X? O sea, que compartan un shareholder no tiene nada que ver. Creo que se está metiendo De Moraes en un territorio que no va a poder salir fácil. Espero que termine preso porque aparte, más allá de las cuestiones judiciales, ha perseguido gente que no es terrorista, son personas que estaban manifestándose.
Recién una señora me decía que ese 8 de enero de 2023 estaba vendiendo agua en una manifestación y la llevaron presa. Tiene 17 años de condena. Viola derechos humanos fundamentales que trascienden las fronteras de Brasil. Espero que la Corte Internacional de La Haya o la ONU dejen de hacer tanta estupidez de discurso y que tomen acción. Por lo menos, llamar al lugar al juez para que sepa que lo están mirando el mundo. No puede ser tan impune. Es como pasa en Venezuela. Sabemos que hubo fraude y Maduro sigue siendo presidente.
– ¿Cuál es tu situación ante la justicia brasileña en este contexto?
– Yo estoy mencionado en una causa como organizador de las milicias digitales junto con Elon Musk. No hay nada. Al contrario, hay muchos vídeos míos pidiendo a la gente que no vaya el 8 de enero al Capitolio (en referencia a la Plaza de los Tres Poderes en Brasil). Incluso creo que el 30 o 31 de diciembre yo comenté que ya Bolsonaro dijo que se iba. Ya está, se terminó la pelea, no hay mucho más que hacer. Que la justicia diga lo que tenga que decir. Yo, por lo menos, judicialmente, no tengo ningún problema.
Obviamente, por una cuestión de seguridad, no voy a Brasil. Estuve censurado, apelé en la justicia y me sacaron la censura, pero bueno. Lo único que lamento es no poder ir a una playa. Me preocupan más las miles de personas que están acá en Argentina exiliadas. Yo viví en Estados Unidos, no como refugiado sino por una beca, pero el desarraigo es siempre muy malo. Imaginate el desarraigo de venirte acá con lo justo, con nenes chiquitos. Es muy duro.
– ¿Te parece que Argentina debería darle a estas personas el asilo político definitivo?
– Sin duda, creo que habría que darles asilo e invitar a otros a que se vengan, porque la realidad de la situación es muy, muy compleja, muy grave. No es ni siquiera un tema de derecha o izquierda. La otra vez me preguntaban si yo creía que Lula tenía que ir preso. No, Lula no tiene nada que ver. Y podría decir tranquilamente que ni siquiera Lula tiene que ver en esto.
– ¿Por qué te parece que Lula no se posiciona al respecto?
– A ver, yo creo que Lula, como buen político, está diciendo que es un problema del juez De Moraes y de esa forma aprovecha la situación porque le sacan encima a todos los opositores. Pero eso no lo hace responsable. Lula no es que el orquesta, no está organizando. Está corrido un costado y la ve de afuera.
Militancia en redes, periodismo y política según Cerimedo
A pesar de los vínculos estrechos entre el Poder Ejecutivo y grupos de militantes digitales que coordinan ataques contra opositores, Cerimedo vuelve a recomendar desenfado y tranquilidad. «Si está el Pato Lucas tuiteando, no hay que preocuparse. Se lo bloquea y chau». A la vez, descarta cualquier financiamiento por parte del Gobierno a sectores de extrema derecha en redes sociales. «Si hubiera fondos invertidos en eso se notaría mucho más», dice.
Sobre el final de este diálogo, Cerimedo aceptará que la situación económica de las mayorías atraviesa un punto límite. Sin embargo, sostendrá su confianza en el Gobierno, aunque, como aclara con cierta prudencia, ya no pertenezca a la estrategia comunicacional de Milei.
– Recién hacías mención a «milicias digitales» en Brasil. En los últimos días te entrevistaron y te referiste a eso en Argentina. ¿No te preocupa cómo está funcionando esa interacción entre el Poder Ejecutivo y los tuiteros oficialistas?
– No hay nada, son grupos que en redes sociales están en medio de una batalla. Creer que el Ejecutivo está organizando… O sea, no entendieron nada. La campaña de la gente a favor de Milei fue autónoma. Y sigue siendo autónoma. Muchos de los que recién veíamos acá en el foro, son esas personas las que están tuiteando.
– Pero es diferente estar ahora trabajando con el Estado, Me refiero, por ejemplo, a puestos como el de Daniel Parisini (conocido en redes sociales como El Gordo Dan).
– Parisini no tiene puesto en el Gobierno.
– Bueno, pero Parisini está ahí con otros, son militantes, van a la Casa de Gobierno.
– No sé a qué va él. Yo voy a veces a reuniones, cosas de política, pero no sé a qué va él eventualmente. Ahora, de ahí a organizar desde el Estado y a usar fondos públicos, no tengo dudas de que no. Yo creo que no hacen falta, realmente, porque si hubiera fondos invertidos en eso se notaría mucho más. O sea, creeme que nosotros la campaña la hicimos sin plata, fue la gente la que se movilizó.
La gente responde a estímulos de influencers, pero como responde a todo tipo de estímulos en la música, en el deporte. Fijate lo que pasó con Colapinto, ahora todo el mundo está con la Fórmula 1. Y es fantástico. Hay que entender que hay cierta autonomía en la gente. Si el periodismo no termina de entender que ya no tiene el monopolio de la palabra y que la gente tomó el control, le va a ser muy difícil poder comprenderla y ganar en ese terreno.
– ¿Pero no hay un problema en que no haya objetividad, aun cuando el periodismo no siempre la logre? Si tenés que discutir todo, ¿cómo te ponés de acuerdo en algo?
– Está bien la pregunta, pero es muy filosófica. Yo no puedo estar en la cabeza de todo el mundo. Hay gente que está todo el día discutiendo. Y hay gente que dice: no sé qué dijo tal, pero lo apruebo. Bueno, es gente. Nos va a costar mucho en ese segmento de la gente y cambiar algo ahí. Creo que la gente tiene que expresarse.
El periodismo tiene que entender que si está el Pato Lucas tuiteando, no hay que preocuparse. Se lo bloquea y chau, sigamos adelante. Acá lo que importa es la palabra oficial del presidente, del vocero. Todos lo demás, y me incluyo ahí, somos satélites militantes que simplemente omitimos una opinión.
– ¿Es importante o no es importante, entonces?
– Para mí es importante que la gente pueda opinar. Y es importante escuchar la opinión porque de ahí nosotros tomamos decisiones estratégicas en campaña, en política. Y a todo lo demás no le veo una complejidad. Me parece que se están empantanando mucho porque perdieron cierto control y eso los aterra un poco.
– ¿Te referís al periodismo en particular?
No sólo al periodismo, sino en general. El periodismo es el que más lo expone. Yo conozco gente de todos los partidos. Yo les digo: fijate los que tuitean en contra de Milei, es lo mismo. Nada más que hay más masa nuestra que de la oposición. Bueno, ¿y la calle quién la gana? La izquierda. Nosotros no ganamos la calle. Ayer la izquierda hizo la marcha y no había nadie defendiendo al gobierno. Son territorios distintos.
– Ayer al gobierno en esa marcha lo estaba defendiendo la fuerza de seguridad del Estado.
– No, defendiendo al gobierno no. Hay una ley que cumplir. Después podemos discutir si el procedimiento estuvo bien o no. El Estado tiene el poder de represión. Represión no es una mala palabra. Que se haya distorsionado por gente que ha hecho malas, pésimas o criminales acciones, no tiene que ver con que la represión no sea algo sobre lo que el Estado tenga el poder. Pero la Policía no defiende al Estado, defiende al estado de derecho.
A lo que me refiero es a la cuestión de la militancia y el apoyo gubernamental. Cuando la izquierda hace una manifestación llena la 9 de Julio, pero en elecciones saca el 3%. Bueno, nosotros hacemos la misma pero en redes sociales. No significa que seamos la mayoría.
– En la estrategia digital, ¿están preocupados por los desafíos económicos fuertes que está teniendo por el momento el gobierno?
– Yo no participo de la estrategia. Pero si me preguntás, yo creo que lo que se está haciendo es lo que había que hacer en algún momento y que va a tener mucho más beneficio en el mediano y en el largo plazo que en el corto. Si pensamos en el corto, yo entiendo que la gente tiene necesidades, que la está pasando como el culo, como nunca. Pero la iba a pasar así toda la vida. Si no, seguimos estancados siempre en lo mismo. Hay que tomar estas medidas que duelen -y le duelen siempre más a los más pobres- para poder empezar a crecer como país. Si no, siempre vamos a estar a la misma.
Fuente Tiempo Argentino