
El ventilador de techo es un invento conocido por todos para refrescar los hogares. Luego, se sumó el aire acondicionado como una tecnología innovadora. Sin embargo, un nuevo sistema se está ganando la popularidad para refrescar espacios: se trata de la climatización por techos radiantes.
Su capacidad para mantener temperaturas confortables sin el uso excesivo de energía los convierte en una opción cada vez más conocida.
Cómo funcionan los techos radiantes
A diferencia de los aires acondicionados y ventiladores de techo, que funcionan con movimiento de aire, los techos radiantes funcionan mediante la radiación térmica. Estos sistemas utilizan paneles que emiten frío hacia abajo, refrescando las superficies de la habitación en lugar del aire.
Así, la temperatura se distribuye de manera uniforme, sin la necesidad de corrientes de aire. Esta tecnología también se utiliza en sistemas de calefacción por radiación, pero su ventaja en el caso de enfriar es que no genera corrientes molestas ni ruido.
La eficiencia energética, su ventaja clave
Al no tener que mover el aire, como los aires o ventiladores, el consumo de energía es menor. Esto se traduce en un ahorro de electricidad. Además, enfriar superficies, en lugar del aire, genera una sensación mayor de confort es mayor.
Este enfoque beneficia tanto a la economía del usuario como al medio ambiente, por su reducción de consumo energético.
Otros beneficios de los techos radiantes
El silencio es el principal beneficio. A diferencia de los ventiladores, que pueden generar ruido constante, estos sistemas operan sin ningún tipo de sonido, creando un ambiente más tranquilo. Además, al integrarse al techo, no ocupan espacio. Esto es ideal para aquellos que buscan un diseño minimalista y limpio en sus hogares.
Los techos radiantes pueden ser una excelente opción para hogares modernos, oficinas o incluso espacios comerciales donde se busca un equilibrio entre comodidad, practicidad y estética.
Fuente Ambito







