Este martes, el juez federal de La Plata Ernesto Kreplak recibió una denuncia de la ANMAT, la bomba estaba por explotar: nueve muertes de pacientes que habrían recibido una aplicación de fentanilo, producido por un laboratorio local y contaminado con la bacteria de la neumonía. Lo que siguió fue la prohibición de los medicamentos de ese laboratorio, que incluyó la comunicación del Ministerio de Salud de la Provincia a todos los efectores bonaerenses (públicos y privados) informándoles que los productos de esa firma deben dejar de utilizarse.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica mediante la disposición 3158 del 13 de mayo prohibió el uso, distribución y comercialización en todo el territorio de la República Argentina, de todos los productos registrados a nombre de la firma HLB Pharma e inhibió las actividades productivas de la firma Laboratorios Ramallo.

«El texto del organismo nacional enumera una serie de irregularidades en la elaboración, trazabilidad y control de lotes de diferentes líneas de producción de ambas firmas, que pese a las diferentes advertencias y apercibimientos para regularizar la situación no se cumplieron», afirmaron desde la cartera sanitaria bonaerense, conducida por Nicolás Kreplak.
«En función de esta disposición el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires informa a todos los efectores que componen el sistema de salud, ya sean públicos o privados, que los productos de las firmas mencionadas deben dejar de utilizarse», acotaron.
La denuncia judicial por las muertes y el fentanilo
La denuncia presentada por un apoderado de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica fue remitida al juez Kreplak. Según ella, los casos ocurrieron en el Hospital Italiano de La Plata. A las 9 muertos se le sumarían al menos otras once personas que resultaron gravemente afectadas.
De acuerdo a la presentación, el Hospital “durante el mes de abril del corriente año, dieciocho pacientes presentaron casos de contaminación microbiana por el suministro del producto FENTANILO HLB, no pudiéndose confirmar con veracidad y certeza el motivo del fallecimiento de nueve pacientes de aquellos intoxicados”.
“A raíz de ello, el ANMAT, a través del Instituto Nacional del Medicamentos, procedió a realizar, como es habitual, una investigación en el régimen administrativo”, continuó.
Así, se determinó que el lote 31202 del poderoso anestésico, producido por el laboratorio HLB Pharma Group “podría estar contaminado”. Por ende, el ANMAT realizó, siempre según su denuncia, una fiscalización de los laboratorios de HLB en San Isidro, productor titular de la sustancia investigada, así como en el Laboratorio Ramallo, ubicado en la localidad bonaerense del mismo nombre, en una ruta cercana a Rosario, para incautar “todo material vinculado al lote en cuestión”.
Ahora Kreplak deberá determinar si es competente para recibir la denuncia. Luego, deberá enmarcar el caso en el delito correspondiente en el Código Penal, con todas las pericias correspondientes: desde autopsias a los cuerpos de las víctimas hasta el análisis bacteriológico y anatomopatológico para descartar la existencia de un virus intrahospitalario.
«Es otro tipo de medicación»
Un posible delito para este caso, afirman fuentes ligadas al caso, podría ser el previsto en el artículo 204 del Código Penal, que reprime a quien “estando autorizado para la venta de sustancias medicinales, las suministrare en especie, calidad o cantidad no correspondiente a la receta médica», con pena de seis meses a tres años de cárcel, un delito excarcelable.
Según publicó el diario El Día de La Plata, familiares de internados fueron agolpándose en las afueras del Hospital. Gabriel, un vecino de La Plata que tiene a su madre internada allí confesó que en un primer momento “nos asustamos pero esto, tengo entendido, es otro tipo de medicación que no tiene nada que ver con la que toma mi mamá”. “Todos deben estar preocupados pero el ambiente es normal, hay mucho silencio y respeto”, agregó.
Por su parte, Claudio, que tiene a su suegro internado en terapia intensiva, aseguró que dentro del centro médico “no se escucha nada”: “Los médicos vinieron, miraron y trabajaron como siempre. Había algunos otros médicos pero no mostraban revuelo ni nada”.
Fuente Tiempo Argentino