Los agentes ya habían constatado que no tenía permiso para circular, por lo que había violado la cuarentena por el coronavirus, cuando oyeron ruidos, golpes que provenían del
baúl del auto. Le pidieron al conductor que lo abriera y grande fue la sorpresa cuando descubrieron que hecha un ovillo en el baúl del viejo Rover, viajaba su hija.
En la requisa al coche, que dispuso la Justicia Federal, se encontraron cocaína y cheques. El episodio ocurrió hace veinte días en la ruta 11, camino a Santa Clara del Mar, y en ese plazo la Justicia Federal condenó a padre e hija.
Al hombre, de 43 de años, lo condenaron a un año y ocho meses -que cumplirá bajo la modalidad de prisión domiciliaria-, e incluye los delitos de violación al aislamiento social, preventivo y obligatorio y haber puesto en riesgo la salud pública resistiendo y desobedeciendo a la autoridad, e infracción de la ley de drogas 23.737.
Su hija, de 24 años, acordó una suspensión de juicio a prueba y deberá donar dinero a entidades de bien público afectadas a la asistencia por la pandemia.
El proceso de flagrancia fue íntegramente digital y llevó diez días hábiles. En una audiencia virtual celebrada este jueves, la fiscal federal Laura Mazzaferri y la defensa de los acusados presentaron ante el juez Santiago Inchausti el acuerdo.
El caso fue detectado por personal de la Policía de la Provincia de Buenos Aires el pasado 26 de abril, pasadas las diez de la noche. Detuvieron a un automóvil que circulaba por la ruta 11, desde Mar del Plata camino a Santa Clara del Mar. El hombre que conducía no tenía ninguna documentación del vehículo, ni permiso para circular en medio del aislamiento obligatorio.
Al darle intervención a la Fiscalía Federal N°1 se solicitó la requisa del vehículo, y además de dinero y dos cheques por 60 mil pesos, se encontraron tres envoltorios con unos cinco gramos de cocaína. La Justicia probó que la droga “no estaba inequívocamente destinada a su consumo personal”.
Las audiencias se desarrollaron por medios digitales. Hubo una audiencia multipropósito por videoconferencia ante el juez Inchausti, en conexión con el destacamento de Santa Clara donde el imputado permanecía detenido. También se contactó a su hija.
“Razones de política criminal y de eficiencia en la administración de los recursos disponibles para la persecución penal refuerzan la decisión de suscribir el presente acuerdo de juicio abreviado y evitar la realización de un complejo y extenso debate oral”, sostuvo Mazzaferri.
Al momento de dictar sentencia, se tomó en consideración otras dos condenas que pesan sobre el acusado: en 2015 había recibido la pena de tres años de prisión por el delito de tenencia de estupefacientes para comercialización y hace un año había sido condenado por el delito de encubrimiento a la pena de ocho meses de efectivo cumplimiento.
Al mismo tiempo, su hija firmó una suspensión de proceso a prueba por los hechos atribuidos en atención a la violación al aislamiento social, preventivo y obligatorio, y por desobediencia a la autoridad, y deberá olvidarse de los 7 mil pesos que tenía en su poder al momento de ser descubierta en el baúl del auto. Serán destinados a una institución pública, un hospital o comedor barrial, ocupada en la gestión de la emergencia sanitaria.
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Mar del Plata. Corresponsal.
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