Francia dio este miércoles otro preocupante parte de su situación en medio de la pandemia del coronavirus. En las últimas 24 horas, el país galo
sumó 509 nuevos muertos, según cifras oficiales, el máximo hasta ahora registrado allí en un solo día, superando los 499 del último recuento. En total ya superó los 4.000 decesos.
Las cifras las anunció el director de Salud, Jerome Salomon, al dar el parte actualizado del último día.
En hospitales franceses la cantidad de muertes llegó a 4.032, mientras que la cantidad de hospitalizados es de 24.639 personas, de las cuales 6.017 están en salas de cuidados intensivos. De ese último número hubo un aumento de 452, apenas seis menos que los 458 de la víspera.
“Son más que la capacidad inicial con la que contaba Francia”, ha observado Salomon antes de destacar que, sin embargo, 10.935 personas se han recuperado.
En las últimas 24 horas acudieron a los hospitales 3.745 personas, una cifra “menor a la del día anterior”, remarcó. Los laboratorios del país, capaces de realizar unas 20.000 pruebas al día, confirmaron que el número de casos conformados ascendió a 56.989, 4.861 más que el día anterior.
Las dos regiones más afectadas son la parisina Île de France, con 9.609 casos y 1.369 muertes, y la del Gran Este, fronteriza con Luxemburgo, Suiza, Alemania y Bélgica, y donde hay 4.470 casos y 1.126 fallecimientos.
Por su parte, el primer ministro, Edouard Philippe, alertó que existe una alta probabilidad de que la vuelta a la normalidad y el “fin del confinamiento” no tenga lugar “de una sola vez y para todos”. Así lo explicó ante la Asamblea Nacional, donde declaró que la situación que atraviesa el país “no tiene precedentes” y que “ningún sistema de salud en el mundo ha sido construido para enfrentarse a la situación actual”.
En este sentido, indicó que se registraron 359.000 infracciones durante la cuarentena entre los días 17 y 31 de marzo. “La Policía debe ser exigente con esto”, manifestó antes de plantear la posibilidad de “usar nuevos métodos para rastrear mejor la circulación del virus”.
Para el mandatario, el confinamiento tendrá consecuencias “extremadamente duras” para la economía gala. “Está claro que la crisis sanitaria se agravará con una crisis económica y tal vez, incluso, financiera”, aseveró. Por ello, hizo hincapié en la ayuda que el Gobierno hará llegar a las empresas.
Sobre la situación de la enseñanza en el país, lamentó que las “dificultades que presenta el aislamiento para organizar el bachillerato en condiciones normales” y planteó la posibilidad de someter a los estudiantes únicamente algunas pruebas.
Con información de agencias.
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