El 29 de julio, después de casi 27 años, el juez federal Rodolfo Canicoba Corral dejará su despacho en el juzgado seis de Comodoro Py. Con su salida, tras haber presentado
al renuncia ante el presidente Alberto Fernández, serán tres entre doce los juzgados que queden sin un magistrado titular. De hecho, en caso de que avance en el Congreso el pliego de Daniel Rafecas como Procurador General, serán cuatro los despachos vacantes. El número es sólo una porción de los 35 cargos que continúan sin cubrirse en el fuero federal en todo el país.
A comienzos de año, la reforma jubilatoria que avanzó sobre el régimen especial que incluye al Poder Judicial se convirtió en un incentivo para que medio centenar de jueces y fiscales decidieran presentar sus renuncias ante el Ministerio de Justicia que conduce Marcela Losardo, y as, no perder los beneficios previsionales previos a la modificación del sistema.
Según la información oficial del Consejo de la Magistratura, hay cincuenta concursos abiertos, unas 124 vacantes bajo distintos trámites en ese organismo y otras 144 vacantes en trámite en el Poder Ejecutivo. Al Senado no ingresó ningún pliego, de hecho el gobierno de Alberto Fernández retiró 200 pliegos cuya aprobación había quedado pendiente durante la gestión de Mauricio Macri.
Hacia marzo, previo al inicio de la pandemia por el Covid19 eran 50 las renuncias aceptadas por la ministra Losardo. De ese universo de funcionarios judiciales 15 eran fiscales, 5 defensores oficiales y los 30 restantes, jueces. El número tuvo un leve incremento durante los meses de cuarentena, y eso elevó a 35 los cargos de jueces federales a cubrir en todo el país.
Esa cifra que abarca todos los juzgados federales del país tiene una fotografía particular: los Tribunales de Comodoro Py. Allí, donde se investiga al poder político nacional implicado en presuntos hechos de corrupción en ejercicio de la función pública o fuera de ella, quedarán tres despachos sin su juez titular.
El juzgado federal once, a cargo de Claudio Bonadio por más de dos décadas, quedó vacante tras su fallecimiento. La Cámara federal porteña sorteó la subrogancia por un año, prorrogable a otro, y quedó a cargo de Marcelo Martínez De Giorgi, titular del juzgado ocho.
Hace un año, Rodolfo Canicoba Corral -titular del juzgado seis hasta fin de este mes-, subrogaba también el despacho que ocupó Sergio Torres, hoy integrante de la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires. Con la renuncia presentada hace 48 horas y que aún es analizada en el ministerio de Justicia, la Cámara Federal porteña deberá sortear dos juzgados.
A esos tres juzgados libres podría sumarse el de Daniel Rafecas, si el juez obtiene el acuerdo del Congreso para asumir como Procurador General, es decir, como jefe de los fiscales.
En los Tribunales de Retiro señalaron que hubo una situación similar en 2012, cuando había cuatro juzgados sin sus titulares y asumieron los jueces Sebastián Casanello, Marcelo Martínez De Giorgi, Sebastián Ramos y Luis Rodríguez, tras el correspondiente concurso y aprobación del Senado.
La situación de Comodoro Py es compleja. Varios jueces plantean que llevará tiempo cubrir los cargos vacantes, porque parte del proceso para hacerlo depende de una decisión política “con un gobierno que se pronunció muy crítico al fuero y que impulsa una reforma judicial que nunca se envió al Congreso”.
A esas vacantes en juzgados que tienen causas sensibles tanto para el kirchnerismo como para el macrismo, se suman otras de relevancia: en la Cámara Federal porteña -responsable de revisar las decisiones de los doce juzgados de instrucción- hay una de las dos salas que sólo cuenta con un magistrado. Ese concurso para cubrir los otros dos puestos ya se celebró durante la gestión anterior, pero nunca se avanzó con la confección del orden de mérito entre los candidatos.
En el sexto piso,donde funcionan los Tribunales Orales a cargo de los juicios, la estadística es aún más desfavorable. Son ocho los TOF, esto significa que deben ser 24 los jueces titulares. Pero a la fecha, sólo cuatro de los Tribunales cuentan con todos sus magistrados.
En consecuencia, en los Tribunales Orales hay siete vacantes. Por ejemplo, el TOF 2 que juzga a Cristina Kirchner por la obra pública tiene una vacante; el TOF 4 que tiene el caso de “la ruta del dinero K” contra Lázaro Báez, cuenta con dos cargos libres; el TOF 5 tiene un cargo por cubrir, y el TOF 6 es el más preocupante: sus tres cargos están sin magistrados titulares.
Así, los Tribunales Orales que realizan diversos debates orales en simultáneo subrogan los cargos vacantes de otros TOF que a su vez, realizan diversos juicios.
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