Madrugada del domingo en el distrito Centro. A la altura del número 4 de la calle de Preciados, un grupo de sintecho había extendido mantas, cajas de cartón y otros enseres personales
para poder dormir, a la intemperie, cerca de la Puerta del Sol. A la una menos cuarto de la madrugada, un joven, de 20 años y origen suramericano, se acercó a ellos con el propósito de que le comprasen ropa que podría ser robada. Los indigentes le repitieron en varias ocasiones que no la querían. Ante la negativa, el chico comenzó a pegarles con patadas y puñetazos, hasta que las dos personas atacadas pudieron agarrarlo para impedir que les siguiera atizando. Varios ciudadanos que pasaban por la zona alertaron a una patrulla a pie de la Policía Municipal, que le pidió que depusiera su actitud. El ahora arrestado, en lugar de hacer caso a los policías y abandonar la pelea, aumentó su agresividad cuando le solicitaron que se identificara. En ese momento, se volvió contra ellos, según informan fuentes del Cuerpo a ABC. Los agentes tuvieron que pedir refuerzos a otra patrulla de la zona, ya que no conseguían reducirlo ante el grado de nerviosismo y agresividad que presentaba el sujeto. Antes de propinarles también a ellos patadas y puñetazos, los insultó y los amenazó. A uno de los policías logró romperle la prenda superior del uniforme y a otro lo tiró al suelo. Finalmente, entre los cuatro agentes lo inmovilizaron. Tres de ellos tuvieron que ser atendidos por heridas de carácter leve. Es la segunda agresión de la que se tiene constancia en el centro de Madrid en solo dos días, después de la que tuvo lugar el viernes en la calle de la Montera. Agentes del Cuerpo Municipal detuvieron a tres personas por pegar a dos camareros de un bar, situado en el número 32 de la vía, que no les dejaron usar el baño del local. Los hechos ocurrieron a las nueve de la noche. Los tres individuos intentaron acceder al interior con el pretexto de utilizar el inodoro. «No pueden. Es de uso exclusivo para clientes», les contestaron los dos empleados. En ese momento, se inició la pelea. Fue un policía que acompañaba a unos turistas a su alojamiento, cercano al lugar del suceso, el que dio la voz de alarma de lo que ocurría en la puerta del bar y pidió refuerzos. Inmediatamente llegaron más agentes, que consiguieron mediar y separar a los cinco implicados. Uno de los agresores salió corriendo después de que la Policía le solicitase la documentación, pero fue interceptado por varios testigos. Los dos camareros tuvieron que ser atendidos por sanitarios de Samur-Protección Civil por contusiones leves y golpes.
FUENTE DIARIO ABC: