capitalismo” pero al mismo tiempo “se opone a un acuerdo” con la Argentina cuando el país se encuentra con una crisis económica y social.

El artículo, firmado por Peter S. Goodman y Daniel Politi con el título “En las negociaciones de deuda de Argentina, un capitalismo más amable y gentil enfrenta una prueba”, aborda cómo Fink se opone a un acuerdo para la renegociación de los compromisos de la Argentina.
Fink “se presenta a sí mismo como la vanguardia de una forma progresista de capitalismo en el que las ganancias no lo son todo: se supone que el dinero ilustrado presiona por la protección ambiental y social”, presentan los autores al director ejecutivo de BlackRock, la compañía de administración de inversiones más grande del mundo. Fink supervisa más de 7 billones de dólares.
En ese rol, el fondo de inversión “dirigió parte de esa fortuna a la Argentina devastada por la crisis, comprando bonos del Gobierno”, pero a medida que el país, en mora desde mayo, “busca el perdón de bonos por valor de $ 66 mil millones, la fe de Fink en el ‘capitalismo de las partes interesadas’ está colisionando con los imperativos tradicionales”.
“Aunque la pobreza está aumentando en Argentina a medida que la pandemia empeora una recesión económica castigadora, BlackRock se opone a un acuerdo propuesto por el Gobierno y reúne a otros acreedores para rechazarlo, mientras espera un acuerdo marginalmente mejorado”, cuestionó el artículo.
Los autores recrean que Fink se involucró en las negociaciones, hablando dos veces con el ministro de Economía de Argentina e incluso “convencieron a mucha gente de que si todos respaldamos su acuerdo, los argentinos lo aceptarían. Se convirtió en un enfrentamiento brutal”, citan los autores de la nota.
“La postura de BlackRock lo ha puesto en desacuerdo con el Fondo Monetario Internacional“, que le dio a Argentina un paquete de asistencia por más de 44.000 millones de dólares, y que respaldó la propuesta de Argentina de canje a medida que se acerca el 4 de agosto, fecha límite para la aceptación de su propuesta.
El artículo cierra con la afirmación de que la alternativa a un acuerdo, al que por el momento se opone BackRock, “sería un incumplimiento que impediría a la Argentina recurrir a los mercados internacionales, bloquearía el acceso de sus empresas al capital y profundizaría la recesión”.